¿Corea? Coño e' su madre. [BTS]

Día en familia 2.

En Corea era normal que hubiesen varios días de lluvia maldita, o cómo dicen ellos; tifones. La verdad es que no me imagino esto en Venezuela, más de una casa con techo de zinc se iría abajo, si yo con techo de cemento tenía goteras, no quiero imaginarme esa vaina.

También era el primer día que pasábamos en casa Alejandro y yo juntos, era tanto la costumbre de pararnos a las cinco de la mañana, que lo hicimos sin la alarma. De ahí, nos pusimos a ordenar todo, porque mayor mierdero teníamos tirado.

- Tiremos está olla, hay un centro comercial en dónde hay una tienda que vende juego de sartenes bien bonitos.

- Que no sea nada decorado, me haces el favor. Ya tenemos con que el baño este lleno de Kuromi.

- Ah ps, portando el estilo.

Despejamos toda la sala, esa vaina de veía más triste, ni una fotico de nosotros en un cuadro vale.

En si el apartamento era de colores neutros, ninguna foto de la familia, nada que nos recordase a la casa. Y las ganas que tengo de poner una foto del Ávila me tientan.

- Me llamó mi papá, preguntando porqué nos habíamos venido a Corea.- Suelto el beta.- Pero me llamó a mi teléfono de empresa, solo tú tienes el número de mi papá y el mío, Miguel.

Tan grande y tan bobo.

- Es que él me llamó a mí, me regañó y le di tú número para que también te regañara. No seas guebona, yo solo no me aguanto ese peo.

- Coño marico, estaba con JiMin y Kyulkung y me comenzó hablar de betas que nada qué ver, y verga, le tranque.- Abrí la nevera y saqué fue tremendo bistec, Alejandro se la iba a lacrear cocinando porque yo hice el desayuno.- Me siento mal por esa vaina, pero él no puede llamarme exigiendo respuestas que no merece.

- Estás tomándolo a pecho...

- ¿Eres marico, chamo, como qué a pecho? Marico, me sabe a culo que se haya llevado a Alejandra con él, sé que ella si tenía material para salir adelante. Pero no vengas a decirme que quieres saber de mí, cuando literalmente me dijiste, que soy una mierda para todo.

- Ah, es que tú no estás molesta con Alejandra.

- ¡De bolas que no! Ella es abogada, fino. De las dos, a ella le iba a dar más el derecho donde sea que estuviese, en cambio a mí no me sirvió de nada graduarme de Comercio porque ajá, maldito país.

— Ridícula del coño, derecho no le va a dar una mierda en otro país porque las leyes de Venezuela no son las mismas que en otros países.— Ok, me humilló.— Dudo mucho que este estudiando derecho, a esa pajua no puede pelear sin que llore, a lo mejor estudia humanidades, yo qué sé.

Alejandra es mi hermanastra, conociéndola desde tercer grado. No éramos las hermanas del año, teníamos nuestros momentos, pero había algo que me jodía.

La maldita comparación, mismo año, mismo liceo, mismo cuarto; diferentes personalidades, notas y gustos. Un peo todo el año.

Mi mamá se fue de la casa cuando estaba en segundo grado y Ale en tercero, se piro para los Estados Unidos y desde ahí no la hemos visto más en persona.  Obvio hablábamos de vez en cuando, pero crecimos, y mira.