Te tengo en la mira

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[Narra ______ Monroe]

“Asustada” era la única palabra que podía definir exactamente lo que sentía…Estaba dentro del taxi, mi respiración se encontraba agitada, mi corazón latía muy rápido, como si este fuese a explotar…

El taxi se detuvo, en la entrada de mi casa, le pague al chofer y baje lentamente, insegura y atónita de lo que había sucedido. Aquel hombre pudo haberme matado…no sabía que las Mafia aun seguían en Nueva York, creí que solo eran un montón de mitos y leyendas urbanas, ¿Cómo es posible que esas personas pareciendo tan decentes, fuesen tan crueles y despiadadas? ¿A quién buscaban? ¿Por qué lo hacen?. Esas eran los tipos de preguntas que pasaban por mi mente una y otra vez…

Entre por la puerta de aquella unidad habitacional en la que yo vivo (departamentos) mire hacia atrás por última vez, solo vi al taxi irse lentamente. Tome el ascensor, apreté el número del piso en el que vivía, se cerró la puerta del elevador… el ultimo rayo de luz se desvaneció con eso, pues este dejo de funcionar…

No veía mucho, lo único que me daba luz era una pequeña luz roja que se activaba cuando el elevador se descomponía, sabía que  mi vida no podría estar más jodida… Empecé a apretar el botón de ayuda, para que los de mantenimiento se dieran cuenta de que algo andaba mal con el elevador, el botón parecía no servir, estuve esperando años adentro y aun no escuchaba ni un solo ruido, entre en pánico, es horrible quedarse dentro de un ascensor, con poco oxigeno, con un montón de espejos que solo reflejan tu desgracia…

Intente llamar a algún vecino mío, para que informara que había una persona adentro del ascensor, intente marcar, pero fue inútil, solo se escuchaba ese fastidioso tonito de cuando no tienes señal… Espere un rato más pensando en que quizás por afuera estuviesen intentando abrir el ascensor…

De la nada entro una llamada a mi celular, de un número privado, no pude saber quién era, puesto que el número no aparecía en la pantalla, pero quizá era mi última salida. Conteste se escuchaba un poco de eco, pasaron unos cuantos segundos hasta que escuche la voz de aquel hombre de la oficina en el bar…

-Mira detrás de tuyo… fue lo último que escuche de él, después se corto la llamada, dejándome con un sonido de suspenso…

No paso mucho cuando se empezó a escuchar que estaban forjando la puerta del elevador para que esta se abriera, pero temo decir que no eran los señores de mantenimiento los que intentaban abrir la puerta, eran mis perseguidores…

Sentía la adrenalina cubriendo cada parte de mi cuerpo, mi corazón empezó a latir rápido, mi sangre se empezaba a calentar, esto era de vida o muerte…

Mire alrededor mío, en el techo del elevador vi una pequeña rendija de escape, se me ocurrió abrirla, puse toda mi fuerza en ello, fue algo que no conocía de mi, tenia tanto miedo de morir, que recobre más fuerza, y por fin pude abrir aquella rendija. Empecé a escalar poco a poco, apoyándome en los espejos del elevador que a cada paso que yo daba se quebraran uno a uno…

Subí y me encontraba en el túnel donde pasa el elevador, es la cosa más estúpida que puede hacer una persona, pero quizá es la única opción…Veía las puertas que conducían a los pisos de arriba, lo único que se me ocurrió fue trepar por los cables del ascensor y tratar de abrir una de las puertas de arriba.

Intente con todas mis ganas tratar de hacerlo pero fue demasiado tarde, los hombres que trataban de abrir el ascensor lo lograron, entraron y lo pusieron en marcha , haciéndolo subir un piso, yo iba parada, así que resbale un poco , así caí de nuevo por aquella rendija, golpeándome la cabeza y lo último que vi, fue aquel rostro del bar…

Desperté fresca como una lechuga a la cual habían tirado al suelo, me dolía mucho la cabeza, note que estaba acostada en mi cama, en mi habitación, en mi casa, estaba asustada, ahora sabían dónde me encontraba, y no iban a parar hasta matarme.

Me pare de la cama con un terrible dolor de cabeza, abrí la puerta de mi recamara, y vi que todo andaba en orden, me acerque a la puerta mire atreves de la mirilla, sin notar rastros de nadie, revise mi celular y mi registro estaba limpio, me di una ducha para relajarme un poco, después saldría a la calle para ir a la estación de policías.

Me vestí y comí un par de panes tostados con mantequilla y azúcar, estaba lista para salir, tome las llaves de mi casa y me fui, esta vez tome las escaleras, baje hasta el living, y las puertas estaban cerradas, ¿Qué paso con todos ayer? Me dirige hacia el cuarto de servicio donde se supone que están a veces los policías del edificio o los encargados de mantenimiento.

Toque la puerta de el cuarto, y nadie respondió, agarre lentamente el picaporte y le di vuelta, empuje la puerta hacia delante, y lo que vi no fue nada agradable, estaban todos muertos, fue una forma tan terrible…Había sangre por todas las paredes, los cuerpos de aquellas estaban mutilados de una forma tan cruel y asquerosa, eso no tenia perdón…

Salí de ese cuarto intente abrir las puertas de cristal del living, estaban cerradas, después agarre el extintor de llamas, y empecé a golpear el cristal, la gente que estaba afuera en la calle me veía raro, y algunos otros corrían del lugar.

Logre romper un cristal, y salí del edificio, tire el extintor a un lado mío, y ahí fue cuando la carrera empezó…Corrí aceleradamente ya que la estación de policías no quedaba muy lejos de mi casa, realmente solo eran un par de cuadras, seguía corriendo, cruce la calle.

Llego una camioneta enorme de color negro, que se estaciono enfrente mío, me detuve se abrió una puerta y detrás mío venia una persona corriendo, la cual me tiro e hizo caer dentro de la camioneta, cerraron la puerta, y el conductor arranco rápidamente.

Me sentaron en un asiento el cual apretaron con cuerdas demasiado fuertes para que yo no pudiese soltarme…

El conductor era el dueño de la Mafia en la cual había estado la otra noche, volteo y me dijo

-Recuerda que ahora estas en esto con nosotros…

-Jamás acepte nada, yo solo quiero que esto termine. Dije asustada

-Se que nos vas a traicionar y le dirás todo a la policía, y sinceramente ya tenemos demasiado con el FBI buscándonos.

-¿Por qué están haciendo eso? Pregunte tartamudeando…

-¿Qué no has entendido de que somos una mafia? Te metes y ya nunca te puedes salir…

Esas palabras me dejaron paralitica no podía creerlo, ahora era parte de algo que nunca quise ser…

-Dime linda ¿Cuál es tu nombre?...

Mafia MonroeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora