Mafia Monroe

Lujos

 [Narra _____ Monroe]

“Ser la mejor asesina” era lo que pasaba por mi mente al verme completamente reflejada en ese espejo… Tom tiene razón, las personas matan personas, yo tengo en mi poder la decisión de lo que deseo hacer, y aquí en la mafia no me debe de importar a quien mate o no…

Voltee hacia atrás, vi completamente la habitación, note que la habitación era chica a comparación del tamaño que había por afuera, aquí había algo raro, puesto que en el pasillo ya no había ninguna otra puerta…

Me acerque a una pared, y empecé a tocarla, escuche que sonaba algo hueca, entonces supuse que había algo del otro lado de la habitación, me dispuse a saber qué era lo que había del otro lado, continúe tocando la pared hasta que sentí un “punto flojo”, lo toque más fuerte y me percate de que era una puerta, la abrí gracias a que le di unas cuantas patadas y golpes.

Al entrar pude notar que era una clase de cuarto, seguro es en donde se acuestan las putas y los colegas de Tom… me adentre más a este cuarto, pude notar que había un baño y un vestidor.

Entre al vestidor y había muchos zapatos, trajes y vestidos. Me llamo la atención saber qué clase de ropa había, puesto que la mía estaba llena de sangre, y si salía del edificio alguien podría sospechar de mi…

Tome una prenda la cual era muy reveladora y vulgar, seguro era de las chicas de afuera, y de verdad me niego a usar algo así, tome otro gancho este tenía un vestido que se veía elegante y formal, muy adecuado para alguien “importante”, aunque yo no soy tan importante por ahora, algún día lo seré, y todo el mundo sabrá de mi, por ahora solo necesito parecer importante…

Tome aquel vestido color negro, muy entallado y largo, lo combine con unos tacones que estaban en el vestidor, me los probé y lucia mucho mejor a como me encontraba antes… Empecé a esculcar un poco en los cajones de aquel vestidor, y en uno de esos cajones encontré un lindo collar lleno de diamantes hermosos, la tentación toco a mi puerta, así que no duda en “abrirle”

Tome aquel collar y me lo coloque en el cuello, me acerque de nuevo a ese enorme espejo, y aquella persona que había visto al principio, ya había desaparecido… Ahora era una chica nueva, así que debía de tomar mi rol como debía de ser, ahora podre tener lujos, solo necesito aprender unas cuantas cosas a cerca de este negocio y pronto tendré a todos a mis pies…

Abrí la puerta principal de la habitación, así entrando de nuevo a la sala en la cual se encontraban todos, me veían caminar, completamente segura de mi misma, robaba la mirada de muchos hombres, y también obtenía la envidia de muchas mujeres…

Llegue a la mesa en la cual se encontraba Tom y sus colegas, cuando Tom me vio le brillaron los ojos, era obvio pues había sido un gran cambio de ropa…

Me senté y se hizo el silencio en la sala todas las personas me miraban fijamente, confundidos, era como si estuviesen viendo a una “diosa”.

No podían dejar de mirarme, al grado en el que se volvió incomodo y raro tanto silencio, después todos empezaron a susurrarse yo seguí como si nada, Tom se me acerco al oído y me susurro…

-Luces hermosa.

Yo lo mire con rareza, ni siquiera me sentía tan hermosa, solo me sentía más “sofisticada” que las demás señoritas de aquel salón, aunque esa no era yo… Jamás me gusto usar vestidos y el que escogí es demasiado apretado pero me encanta el diseño, es uno de los pequeños lujos que nunca pude darme trabajando como una persona normal.

Tom se levanto de la mesa, me hizo un pequeño movimiento con la cabeza en señal de que lo siguiera, yo me levante, este me agarro de la mano, y caminamos juntos a través del salón, sentía de nuevo como todas las miradas nos seguían. Llegamos a una puerta, Tom la abrió, me dejo pasar primero, y note que era un balcón, en el cual se podía apreciar gran parte de la ciudad.

Después de todo yo no me encontraba tan lejos de casa, podía ver a lo lejos el edificio en el cual vivía, ahora ya no se qué voy a hacer, si algún oficial me ve por la calle caminando tranquilamente, sabrán que yo mate a los del edificio, puesto que todos desaparecieron menos yo…

-¿Te gusta todo esto? Dijo Tom mientras sacaba un cigarrillo de su pantalón y lo encendía.

Yo dirigí mi cabeza hacia abajo…

-Estas cosas son encantadoras, es algo que yo jamás podría comprar trabajando 10 años con un sueldo mínimo.

-¿pero esto es lo que deseas?

-No sé qué es lo que realmente quiero, si tengo que conseguir todo esto matando y engañando gente, ciento que sería una forma muy rara de conseguir las cosas… dije mientras lo miraba de reojo.

-Así es, por eso estas aquí, para que trabajemos juntos, tú me ayudas y yo te doy todo lo que tu desees…

Me quede pensando las cosas por un segundo, sabía que estaba haciendo mal, pero por otro lado, la mayoría de personas sueña con tener una vida de lujo, yo quiero tenerla, pero no se qué clase de trabajos tenga que hacer para conseguir todo esto…

-De  igual manera, ahora me perteneces, si intentas salir de mi mafia, no duraras ni dos segundos viva, porque iremos tras de ti, a terminar el trabajo. Dijo Tom firmemente.

-Te aseguro que entiendo todo este asunto perfectamente, solo quiero saber que tengo que hacer, para obtener todo esto…

-No te apresures, primero debes de aprender a usar las armas, después te otorgaremos unas misiones, y si sobrevives tendrás todo lo que quieras. Dijo Tom mientras soltaba el humo del cigarro.

Me voltee y vi a Tom directamente a sus ojos -¿Cuándo empezamos a practicar?

-Sera mañana por la mañana, iremos a mi casa y ensayaremos unos cuantos tiros, para que aprendas a coordinar tu puntería, y refuerces tus reflejos. Dijo Tom mientras terminaba de fumar. –Solo recuerda que no eres una diva, sino una asesina…

Tom se fue, dejándome otra vez sola, yo mire hacia la ciudad, se veía tan hermosa, la gente seguía su vida, pero mi destino cambio por completo, y ahora estoy aferrada a este negocio por el resto de mi vida. Todo el mundo se preguntara donde estamos todos los del edificio, querrán buscarnos, pero cuando nos encuentren será demasiado tarde, porque el infierno ya se habrá desatado en la tierra…