Ascendía por las escaleras sabiendo lo que estaba a punto de encontrarse en la veinteava planta, conocía perfectamente el temperamento inestable de su hermana. Realmente no había margen de error si habías vivido con ella tantos años, siempre reaccionaba igual a los fracasos. Después de haber fallado se había encerrado en un lujoso hotel, costeado de su bolsillo, para deprimirse entre lujos y drogas. Se la imaginaba llorando todos los días debido a los estupefacientes y con ganas de tirarse por una de las ventanas.
Realmente su hermana era un genio, todo el mundo se lo recordaba cuando era niño hasta el punto de sentir envidia por su espectacular mente pero en ese momento era él el encargado de mantenerla. No podía permitir que dejase escapar su vida e ingenio de una forma tan estúpida, su padre no lo habría permitido jamás y sus deseos eran órdenes.
Había decidido hospedarse en una habitación en la planta más alta, desde donde pudiera observar toda la ciudad con correr las cortinas un poco. Siempre le habían gustado las alturas, decía que le ayudaban a imaginar las peores situaciones y cómo debía reaccionar a ellas. Estaba claro que ese absurdo tratamiento no había ayudado en nada.
Al encontrarse cara a cara con la puerta de la habitación sintió nervios, sabía que ella estaba tras esa pieza de madera. Era la primera vez que se veían en años, él se había ido a estudiar a otro país y sólo volvió en el funeral de su padre, al cual ella no asistió. Después de no verla en la iglesia aquel día la había llamado y habían discutido durante horas al teléfono, era muy complicado razonar con ella, desde ese día ni siquiera se hablaban. La última vez que se abrazaron ella tenía 14 años y el 18.
Sabía que debía tocar en la puerta y esperar a que ella abriera pero eso no funcionaría, nunca le habían gustado las visitas y no le importaba hacerlas esperar durante días en la entrada.
Cogió la llave de repuesto que le había dado un trabajador tras un pequeño soborno, el cual había aceptado lleno de vergüenza pero sin ningún tipo de queja. Metió la llave en la cerradura y giró abriendo la puerta, pudo escuchar que la televisión estaba encendida y a su hermana repitiendo lo que esta decía.
-¿Cuánto tiempo llevará viendo la tele?- pensó intrigado. Su hermana tenía una mente prodigiosa, estaba más que claro. Era capaz de memorizar todo tipo de cosas sin esfuerzo aparente pero nunca había sido amante de la televisión, era el aparato que menos usaba de toda la casa. ¿Ahora se sabía los guiones? No podía ser.
Cuando entró vio a una joven alta y delgada, tal vez demasiado, que vestía tan solo una camiseta blanca que transparentaba debido a lo gastada que estaba. La chica tenía el pelo negro cayéndole por la espalda y la mano levantada con una copa de vino mientras recitaba el guión de una de las actrices de la serie que estaba viendo. No fue capaz de interrumpirla, se quedó observando desde la puerta totalmente sorprendido al ver que la niña de la que se había despedido ahora parecía una mujer totalmente drogada.
-¿Alma?
La chica dio un salto del susto lo que hizo que se cayera de la mesa y la copa de vino se vertiera sobre su única prenda. Se puso de pie todo lo rápido que pudo y miró a su hermano como si de un general se tratase, espalda recta y mirada al frente casi sin parpadear.
-Hola Samu- saludó ella seria-, no te esperaba.
-Estoy seguro de que si te hubiera avisado te habrías escapado de mí.
-Es posible, no puedo negar algo tan evidente porque es de mala educación, yo aprecio la buena educación hermano y por eso se que es de muy buena educación avisar antes de aparecer por sorpresa en casa de nadie.
-Esta no es tu casa.
La chica relajó los hombros y sonrió, tomó la copa del suelo y la posó en la mesa para evitar accidentes más adelante. Se acercó al sofá y se sentó en él sin ningún tipo de recato.

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Silencio entre rejas.
JugendliteraturAlma es una joven reconocida en todo el país por sus habilidades en el campo de la psicología, tras un accidente se ve sumida en una profunda depresión. Su hermano decide ayudarla y conseguirle un puesto de trabajo que la distraiga... Encuentra más...