La tarde era soleada y una ligera brisa obligaba a los árboles a mecerse y bailar al son de su sinfonía.
Alessandro se encontraba en el centro de la ciudad observando la catedral bajo el caliente sol, había conseguido un trabajo como camarero en uno de los bares del centro y estaba a la espera de poder pagar un piso y dejar de vivir con su buen amigo Sergio. Suspiró, a esa hora nadie iba a tomar nada ya que todos se encontraban comiendo felizmente en sus casas pero el jefe insistía en que los ingleses, que comen verdaderamente temprano, aparecerían en cualquier momento.
-¡Ahí viene gente!- exclamó el vejete como un marinero que ve tierra tras días en el mar.
El chico enfocó la vista y vio el rojizo pelo de Alma, que se había teñido hacía poco tiempo, totalmente revolucionado a causa de una ráfaga puntual. Remy se reía mientras la joven peleaba con su pelo como si de serpientes se tratase, parecían bastante felices. Ninguno de los dos reparó en Alessandro, el cual observaba terriblemente enfadado a la pareja.
-Entonces esta catedral fue construida sobre los cimientos de otra hace siglos- explicaba la chica, la cual había decidido atar su melena- y alberga un sin fin de estilos arquitectónicos debido a las reformas. Esa parte es barroca pero tras ella hay una fachada románica, ¿entiendes?
Remy asentía un poco perdido en las explicaciones de la chica, nunca había comprendido demasiado sobre arte y no esperaba comenzar a hacerlo de un momento para otro. Alma llevaba días encerrada en casa y parecía muy emocionada por salir a pasear un rato para despejarse por lo que no era capaz de cerrar la boca ni un segundo.
-Llevamos unos días muy tranquilos- comentó la chica-, ¿qué opinas sobre el tema?
-Que van a dar un gran golpe en algún momento y debemos estar preparados.
-Podríamos irnos muy muy lejos- dijo soñadora- y ver más edificios bonitos.
-Vamos a ese bar para que sigas divagando.
Se sentaron en la terraza a la espera de que alguien les atendiera mientras ella recitaba nombres de lugares a los que ir mientras la perseguían ya que dudaba ser tan valiosa como para salir del país por ella. Remy escuchaba con atención, sin duda alguna estaba cogiéndole cariño a la chica.
-¡París! Sería perfecto... ¡Roma! Sí, también sería un destino maravilloso... Siempre he querido ir a Roma, ¿sabías? En los institutos hacen salidas para ver la ciudad pero... Bueno, nunca fui al instituto.
-¿No?
Antes de que la chica pudiera comenzar a explicarle los motivos por los cuales no era una adolescente normal Alessandro se acercó a la mesa para tomarles nota.
-Agua- pidió ella como si no lo conociera de nada, con distancia.
-A mi un café.
El chico se alejó de la mesa enfadado por la indiferencia de la chica que lo había sacado de prisión mientras ella seguía divagando feliz, nunca se había reído de esa forma con él.
-Pues nunca fui al instituto ya que mi padre no lo permitió, consideraba que el resto de los adolescentes podían contaminarme con sus ideas... Una estupidez.
-Eres joven, puedes volver cuando quieras.
-No apareceré en el instituto con 19 años- rio la chica- además de que no lo necesito, lo único que me molesta de no haber ido es no conocer gente de mi edad.
Remy asintió, tenía razón. Alessandro se acercó y posó con suma fuerza la botella sobre la mesa y el café a su lado.
-Son 2'70€- informó con toda la calma posible.
Remy le pagó lo debido y esperó a que se fuera, para él la situación resultaba de lo más incómoda pero no quería preguntar a cerca de lo que sucedía entre ellos dos.
-Se lo que estás pensando- le recordó la chica- y cuanto más intentas esconderlo más cuenta me doy.
-Mierda.
-Me trató mal, me dijo cosas feas después de cosiderarlo alguien de confianza y mi padre me enseñó que a la gente tóxica hay que desecharla en cuanto la descubres.
-No creo que debas usar a tu padre como ejemplo a seguir.
-Di lo que quieras pero logró manipular al imbécil de mi hermano y una gran fortuna que a día de hoy sigue creciendo, será un mal tipo pero un excelente empresario.
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Silencio entre rejas.
Novela JuvenilAlma es una joven reconocida en todo el país por sus habilidades en el campo de la psicología, tras un accidente se ve sumida en una profunda depresión. Su hermano decide ayudarla y conseguirle un puesto de trabajo que la distraiga... Encuentra más...