nueve.

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Haneul se removió con inquietud en aquella cama, y lentamente fue abriendo sus ojos. Más el miedo le inundo, cuando dio una mirada rápida sobre aquel lugar y se dio cuenta, que si bien ese cuarto lucía similar al de ella en cuanto a cimientos, la decoración no era la misma; por ende, se asusto, pues aquel cuarto de ninguna forma podía ser el de ella.

La puerta de esa habitación se abrió y Haneul inmediatamente se paró de la cama, sin embargo sus pies se enredaron contra las sábanas, ocasionando que cayera de pecho, contra el alfombrado piso.

Se tenso, cuando sintió a alguien detenerse a sus pies.

—¿Siempre eres tan torpe?

Esa voz.

Lentamente se giró, apoyándose sobre sus codos, para tener una mejor visión del dueño de aquella voz y cuando lo vio, cualquier tensión que hubiera sentido, se desvaneció, inclusive dejando caer su peso, nuevamente, sobre el alfombrado piso, pero ahora en clara señal de alivio.

—Jungkook...¿cómo llegue aquí?

Él mencionado sonrió—¿No recuerdas?

—Se que un loco estaba sobre mí, con intenciones bastante claras...—Haneul carraspeó—Pero entonces nada, desperté aquí.

—Si, llegué a tiempo para evitarlo. Pero cuando me acerque a ti, ya te habías desmayado. Así que te traje hasta acá.

—¿Llegar a tiempo?—Haneul ladeó la cabeza confundida.

—No, bueno, si, quiero decir; que justamente iba pasando por ahí, tenía que comprar unas cosas.

Haneul no entendía nada, si él realmente tenía que comprar unas cosas, ¿por qué no le había dado un aventón? Todo su ser quería reclamarle por aquello, pues no le encontraba sentido. Sin embargo no lo hizo, hizo lo que su padre siempre le había inculcado.

—Gracias, Jungkook. Si no hubieras llegado—Haneul bajo la mirada—No quiero ni pensar lo que hubiera pasado.

Claro, su padre siempre le enseño a ser agradecida, a ser educada. Haneul se levanto del piso y en cuanto estuvo de pie, hizo una reverencia hacía Jeon.

Él aludido rasco su brazo, con nerviosismo—No importa, esta bien.

Haneul dio otro vistazo por la habitación, se meció sobre sus pies y fijo su mirada en la de él—¿Es tú cuarto?—él asintió—Lo sospeché, le falta algo de color, ¿no? Esta muy obscura.

Jungkook puso los ojos en blanco—Me gusta así, obscura—Se cruzó de brazos—Lo siento si te traje aquí, pero no había nadie en tú casa. Así que no podía entrar.

Él apretó sus labios, pues si realmente lo hubiera querido, hubiera entrado sin más a la casa de ella, y no por la puerta. Pero él quiso llevarla a su casa, hasta que alguien estuviera en la de ella y pudiera cuidarla.

—Oh, tal vez fue llamada de urgencia—Ella mordisqueo su labio inferior, sintiéndose incómoda—Bien, pues me voy. Muchas gracias, de nuevo.

—No, esta bien, de igual manera, siento haberte tratado de esa forma en la oficina, no fue lo correcto.

Ella sonrió y Jungkook sintió a su pecho vibrar, por aquel gesto—No importa, ya quedo atrás—Haneul sonrió incómoda—¿dónde esta mi bolsa?

—Oh, tus cosas las he dejado abajo.

—Bueno, gracias. Adiós Kook.

Fue lo último que dijo Haneul, antes de salir por la puerta de la habitación de Jungkook; quien se quedo quieto en su lugar ante aquel apodo.

Para cuando reacciono, bajó corriendo las escaleras, pero Haneul ya no estaba en su casa.

¿Cuánto tiempo me quede estático?

Se asomo por la puerta de su casa, para asegurarse de que llegará con bien a su casa; sin embargo, cuando la vio, esta iba caminando del lado contrario.

Y antes de siquiera poder procesar correctamente, lo que estaba haciendo, se puso los zapatos, para ir tras ella.

—HANEUL, ESPERA.

La aludida volteo y detuvo su caminar, esperando a que Jungkook llegará hasta ella.

—¿Qué pasa?

—¿a dónde vas?—él castaño le cuestiono de inmediato.

Ella sonrió—A la tienda, a comprar las cosas que tuve que tirar por culpa del accidente.

—¿Sola?—ella asintió—¿Después de lo que te paso?—él negó fervientemente—Te acompaño.

—Si gustas, pero la tienda esta al final de la calle, no hay tanto problema—Él gruño en respuesta y ella se rió—Bueno capitán.

-


Las compras en aquella pequeña tienda fueron rápidas, inclusive Jungkook se ofreció a cargar las bolsas, una vez que estaban saliendo de aquel lugar. A lo que ella no se negó en absoluto.

El trayecto de regreso a casa, el cual no era mucho; estuvo en completo silencio.

Cuando estuvieron frente a la puerta de Haneul, ella se sonrojo, y habló tímidamente.

—¿Jungkook?

—Dime.

—No les menciones nada de lo qué pasó, a mi mamá o a mi hermano.—Ella bajó la mirada.

—¿Por qué? Deberían saberlo, tal vez...

Haneul lo interrumpió—No, ellos sólo se alterarían al saber que algo así, me volvió a suceder. ¿Podrías guardar el secreto?—Elevo su mirada, fijándola sobre la de Jungkook—¿Por favor? Prometo dejar de molestarte, si lo haces.

¿volver a suceder? ¿Que se supone que significa eso?

Sin embargo no pregunto—Bien, como quieras. Nos vemos, Haneul.

Se fue de ahí, dando pisadas molestas a su casa. La duda de saber si eso ya le había pasado, le consumía.

Pero no le iba a preguntar, por que a él no tenía que importarle eso.

Oh claro, a él no le importaba.

Para nada.

Pero, ¿a quién engañaba? Se estaba volviendo loco, por saber como, donde y cuando había pasado aquello.

¿Por qué? Él no lo sabía.

Pero su ser amenazaba con salir, deseando justicia.





-


Trató de no dejar notas, pero agh. Merecen una explicación. Y es que estoy teniendo un tiempo de muchos proyectos en la escuela. Perdonen.

El próximo capítulo será de lo que sucedió cuando Jeon, la rescato.

Daimon.{jjk}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora