Capítulo 12

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Me separé de él. Lo miré muy sonrojada y me levanté del suelo.

-Esto… Lo siento, ___. –Me dijo.

-Tranquilo… La euforia del momento… Lo entiendo, no pasa nada. 

Subí a mi habitación y me tiré a la cama mientras me tapaba la cara. Sonreía sin parar y aún ni sabía por qué. Cogí mi móvil y llamé a Niall.

-¿Qué pasa?

-¿Estás ocupado, Horan?

-No, estoy tirado en el sofá, comiendo palomitas.

-Es que tengo algo que contarte.

-Escupe.

-Mañana no podré haceros el reportaje por la mañana, ¿puede ser por la tarde?

-Em... Sí, supongo que sí, no tenemos nada más que hacer en todo el día… Pero ¿por qué el cambio?

-Tengo que ir a hablar con una asistente social.

-¡¿Y eso?!

-Posiblemente cuando cumpla los 18 tenga la custodia de mi hermano. –Sonrío.

-¡Pero eso es genial!

-¡Lo sé!

-Hablaré con el manager y le diré que cambie la hora del reportaje, no te preocupes, luego te envío un WhatsApp informando.

-Gracias, rubio.

-De nada, enana.

Colgué y volví a tirarme a la cama y empecé a reír. Sentí su presencia en la puerta, así que me giré hacia ella y dejé de reír en un segundo.

-¿Pasa algo? –Pregunté al verlo serio como nunca antes lo había visto.

Se acercó con el mismo rostro y se sentó a mi lado. Me incorporé y cambié mi actitud por completo al ver que él estaba serio de verdad.

-Solo… -Miró sus manos. –Solo quería disculparme por el beso.

-¿Otra vez? –Sonreí. –No pasa nada, Ed. Son cosas que pasan… -Él negó con la cabeza y me interrumpió volviendo a juntar sus labios con los míos.

-No quería disculparme por el otro, quería disculparme por este. –Sonrió y se sonrojó. 

Mi cabeza daba vueltas mientras miraba sus ojos turquesa. Esos dos besos por sorpresa en una tarde era demasiado para mí, pero él lo hacía todo de esa forma tan especial que simplemente lo hacía parecer algo normal para mí. Lo quería. Quería sus labios junto a los míos para siempre. 

Le miré y saqué el valor que mucho tiempo antes había perdido para volver a besarle. Esta vez fue diferente. Le agarré del cuello y él movió sus labios, provocando que yo abriera los míos y dejara que su lengua se encontrara con la mía. Sonreí justo antes de separarnos, y él me dio un beso más. 

-Me encantan tus labios… -Le dije en un susurro. Él sonrió. –No sé porque te he besado. Lo siento.

-Debemos dejar de disculparnos por ello. No es algo malo. –Le miré. Volvía a tener razón, como siempre.

Salió de la habitación y yo me levanté de la cama y me metí a la ducha. No podía dejar de sonreír, tampoco quería hacerlo. Sentía algo en mi interior que me llenaba de vitalidad, de alegría. Algo que había perdido hacía muchos años, y que solo Ed me había hecho recuperar.

Salí de la ducha ya vestida y escuché una melodía de guitarra acompañada por la dulce voz de Ed.

-“This is the start of something beautiful; this is the start of something new. You are the one that will make me lose it all, you are the start of something new.”

-¿Qué estás cantando? ¿Es nueva? –Sonreí y él dejó la guitarra.

-Sí… Estoy componiéndola. –Se acercó a mí.

-Voy a hacer la cena… ¿Qué te apetece?

-Sorpréndeme. –Reí y él sonrió.

-Lo intentaré. –Bajé a la cocina y empecé a improvisar algo con lo que había en la nevera.

A la mañana siguiente me desperté con mucha más vitalidad de la que tenía el día anterior, así que preparé el desayuno y desperté a Ed. Me llevó al centro de acogida en el que estaba mi hermano y antes de salir del coche le miré.

-Muchas gracias por todo. –Le cogí la mejilla y le besé muy lento. 

Él se quedó sorprendido cuando sin decir nada más salí del coche y me encaminé al despacho de Mary, la asistenta social. Piqué a la puerta y la misma señora que me había llamado me hizo pasar.

-¿Has traído los papeles?

-Sí, están todos aquí. –Le entregué una carpeta.

-Perfecto. Está todo en regla. Es un caso urgente, así que es posible que Danny pueda irse contigo antes de los 18. ¿Vives sola?

-No. Vivo con un amigo. Él es mayor de edad, tiene 23.

-Firma aquí mientras voy a pedirle a Danny que haga sus maletas.

Salió de la sala y yo miré el papel que me había entregado. En grande y en color negro ponía “Acuerdo de custodia”. Sonreí. Danny estaría de nuevo conmigo, para siempre.

Cogí un boli que había sobre la mesa del escritorio y firme en todos los sitios donde era necesario. Esperé unos 15 minutos, y al momento se abrió la puerta. Era Mary, que tiraba de una pequeña maleta, y detrás venía Danny, con la cabeza agachada y seguramente pensando que ya tenían otra familia de acogida asignada para él. Pero no. 

Ahora estaría con su verdadera familia.

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Muchas gracias por las lecturas y los votos!! 

¿Como créeis que reaccionará Danny?

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I won't give up (Ed Sheeran)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora