c a p í t u l o c i n c o

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Baja su cabeza a mi cuello y comienza a besarlo lentamente, yo solo cierro mis ojos y me dejo llevar, siguiendo su propio consejo. Sigue besando mi cuello y luego lleva sus manos a mis caderas. Me acerca más a él, y sigue en mi cuello, solo que ahora además lamiendo y dejando pequeños mordiscos a su paso. Jalo suavemente su pelo y subo su boca al nivel de la mía para besarlo nuevamente, me apego aún más a él y me percato de que su cuerpo ya reaccionó al mío. Se separa por un momento de mí.

- Ven...-dice y toma mi mano, conduciéndome hacia alguna habitación, que supongo yo, es la suya.

Comienzo a desabrochar mi vestido, pero él me para.

- Sh.-dice nomás.- Quiero hacerlo yo...-dice y comienza a desabrochar el vestido, dejándolo caer al suelo.

El vestido, al ser de espalda abierta, no lleva brasier. Él se sienta en la cama y me mira, de arriba a abajo, mordiéndose el labio. Me agarra por las caderas y me acerca a él, se para, comienza a besarme en la boca y a la vez empieza a masajear mis senos con sus manos. Gemidos involuntarios se me escapan. Él sigue, y luego se sienta en la cama nuevamente. Comienza a bajar mis bragas, y yo cierro mis ojos. Pasa uno de sus dedos por mi vagina, hecho que hace que mi cuerpo completo reaccione.

- Ya estás mojada para mí...-lo oigo decir. Abro mis ojos y veo que se está arrodillando. Sonrío. Él me ve.- Así que esto quieres...?

- Mhmm...-asiento emotivamente y vuelvo a cerrar los ojos, mientras él comienza a besar mi intimidad, jugando a la vez con su lengua y sus dedos.

Gimo de placer una y otra vez, y de repente se aparta. Abro los ojos y veo que está desabrochando mis tacones. Se para y me mira.

- No te preocupes. Ahora seguimos...-susurra en mi oído y me quita el broche del pelo, dejándolo caer suelto.

Me carga y me deja caer en la cama, él poniéndose encima y besándome. Desabrocho su camisa y se la quito de un tirón. Sigo besándolo y comienzo a desabrochar su pantalón, bajándolo junto a su bóxer. Él saca del primer cajón de la mesa de noche un sobre de aluminio, lo rompe y se coloca el condón. Me mira.

- Eres hermosa...-dice y yo solo me acerco y lo beso. Sigo con el beso hasta que él comienza a rozar su intimidad con la mía, y subo mis caderas pidiéndole que esté ya dentro de mí. Él sonríe y me penetra finalmente, lento, una vez dentro comienza a moverse, hecho que me da más placer aún. Sigue adentrándose lentamente, y con movimientos pronunciados luego. Gimo y llevo mis manos a su cabello para comenzar a jalarlo.

- Más rápido...-jadeo. Él comienza a aumentar el ritmo de las embestidas, haciendo que el placer crezca.

Jalo más fuerte su pelo y llevo luego mis manos a su espalda. Siento sus gemidos y jadeos y eso hace que me excite aún más. Cada vez la velocidad es mayor y él me penetra con más fuerza, haciendo que duela un poco pero es lo que menos siento ahora mismo. Llevo mi boca a la suya y entrelazo nuestras lenguas, haciendo que el placer sea cada vez menos soportable. Luego de unos minutos, mis piernas comienzan a temblar y llegado un punto nos corremos los dos, yo gritando su nombre y él solamente jadeando.

Luego sale de dentro de mí y se tira a mi lado. Lo abrazo y así pasamos unos minutos. Comienzo a trazar círculos con mis dedos en su pecho.

Miro su cuerpo. Es bello... Me gusta su cuerpo. Luego siento como acaricia mi pelo y lo miro.

- Hola...-le digo desde el ángulo del que lo estoy viendo. Estoy muy abajo y él muy arriba.

- Hola.-sonríe. Una sonrisa hermosa, una de sus verdaderas sonrisas.

Sigo trazando círculos en su pecho y él sigue acariciando mi pelo.

- Tengo hambre.-dice y comienza a pararse.

Me quito de su lado y me siento en la cama. Lo miro ponerse los bóxer y un pantalón deportivo. Yo miro alrededor.

- Tienes alguna camisa que me prestes? -le pregunto.- Porque... sería un poco raro ponerme nuevamente el vestido...-lo miro.

- Una mía? -pregunta.

- Sí...

- Pero... bueno okay.-dice.- Tercer cajón de la cómoda en el closet.

Me paro y me meto en el closet. Comienzo a buscar y encuentro unas. Saco una.

- De todas formas... tienes acá un armario propio.-dice.

Salgo del armario con la camisa en la mano.

- Qué?! Yo? Aquí? -pregunto y comienzo a ponerme la camisa.

- Emm... sí. Le pedí a Yoona que comprara varias cosas y terminó comprando un armario entero de ropa.-dice y camina fuera de la habitación.

Termino de abrocharme la camisa y le echo un vistazo a la habitación. Es una mezcla de azul oscuro con gris. Tiene como una terraza con ventanas como las de la sala de estar, la cama al centro, el súper armario (que es del tamaño de mi baño) y un baño propio (que es del tamaño de mi habitación).

En fin, voy a dejar de comparar porque... No tiene sentido.

Salgo de la habitación y me dirijo a la cocina, donde está Hyojong inventando algo.

- Qué haces? -pregunto y me siento en una de las sillas del bar. Lo miro.

- Ni sé... Pero tengo hambre.

- Quieres que te prepare algo yo? -le pregunto.

- Sabes cocinar? -pregunta y me mira.

- Sí, sé...-digo y me paro.- Siéntate acá.-señalo la silla del bar de la que me acabo de parar.

Él obedece y se sienta ahí mismo. Me acerco a la nevera y saco pan para sándwich, vegetales y algún que otro pedazo de carne que veo. Comienzo a preparar todo con estos ingredientes y al final me quedan sobre los cuatro o cinco sándwiches. Los pongo en una bandeja y los pongo encima del bar.

- Bien... ahí tienes.- le digo y tomo uno, para probarlos.- Mmm... Al final mi intento de sándwich no quedó tan mal...-sonrío orgullosa. Hyojong me mira.

- No... No quedó mal en lo absoluto. Aunque por mí no te guíes, tengo mucha hambre...-sigue comiendo. Parece un niño pequeño. Es tan tierno.

Game Over || E'Dawn Donde viven las historias. Descúbrelo ahora