Despierto nuevamente fuera de mi casa, y esta vez no por el sol incidiendo en mi rostro, sino por alguien soplando mi oído. Miro a Hyojong. Estamos ambos abrazados y él soplando mi oreja.
- En serio?
- Quería ver si podía despertarte así, y lo logré...-sonríe infantilmente. Río.
- Eres un niño...-digo entre risas.
- No lo soy...-afirma.
- Sí lo eres...-río.
- No. No lo soy. Punto final.-dice y se pone serio. Lo veo con intenciones de pararse y aprieto mi agarre sobre él.
- Adónde vas? -pregunto y lo miro fijamente a los ojos.
- Vamos a levantarnos ya...-dice y me mira.
- No... quedémonos así otro rato.-hago pucheros. Él lleva su mano a mi barbilla y pasa su pulgar por mi labio inferior.
- Mm... okay.-dice y mira alrededor, soltando mi labio.- Por cierto, recuerda que mañana empezarás a trabajar...
- En serio?! -pregunto emocionada.
- Sí... Te lo había dicho antes, o no?
- Emm... sí.-asiento.- Y... qué haré?
- No mucho... serás principalmente la encargada de recursos humanos y esa parte...-dice y mira por la ventana.
- La encargada?!
- Sí...-dice.
- Pero... acabo de graduarme.
- Hm... confío en ti.-dice, y me mira.
- La gente no lo verá raro...? -pregunto y lo miro.
- Por qué han de verlo raro?
- Porque tú y yo... Ya sabes... Y de repente me das ese puesto? -miro aparte.
- Tú y yo qué? -pregunta serio, dejándome sin respuesta. Intento hallarla, pero no la encuentro. Él y yo no somos nada, ni lo seremos, y nadie se enterará.
- Nada...-digo y miro abajo.
- En fin... tomamos una ducha? -pregunta y siento su mirada en mí, expectante, pero solamente me separo de él y me siento en la cama.
- Em... Tengo hambre. Quiero desayunar primero...-digo y me paro. Me pongo una camisa suya para cubrir mi cuerpo desnudo y salgo de la habitación.
Camino hasta llegar a la cocina. Allí paro y comienzo a sacar cosas de la nevera. De repente me siento incómoda. No entiendo por qué...
No sabía ya lo que conllevaba esto? No sabía ya que no somos ni seremos nada? Entonces por qué duele escucharlo?
Sacudo mi cabeza y pongo café en la cafetera. Lo configuro a mi gusto y lo dejo ahí.
- Te pasa algo? -pregunta entrando a la cocina. Se puso unos pantalones deportivos, pero no tiene camisa puesta. Deja su celular en la encimera y me mira.
- No, nada...-sonrío falsamente y veo lo que saqué de la nevera: pan rebanado, queso y mantequilla.
Decido hacer el pan tostadas y unirlo todo luego. Pongo el pan a tostar y luego miro a Hyojong, que aún está parado ahí, apoyado a la encimera. Se me acerca y me mira.
- Qué pasa? -pregunta, mirándome fijamente.
- Nada, no pasa nada...-digo y sonrío falsamente de nuevo.
- No confío en esa sonrisa... Sé distinguir cuáles son tus verdaderas.-afirma y me carga para subirme en la encimera del bar. Rodea con sus manos mi cintura. Yo solo me mantengo callada y miro abajo. Él sube mi barbilla con el pulgar, obligándome a mirarlo.- No me dirás? -pregunta. Niego con la cabeza y vuelvo a mirar abajo.
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Game Over || E'Dawn
Fiksi Penggemar- No dices que ya acabó el juego? - Sí, pero aún te deseo... Una historia en la que todo comienza por un simple juego... Existirá luego el amor? Si existe, será correspondido?