AMANECIMOS MOJADAS

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El viernes por la mañana me levanté muy temprano para saludar a Molly y desearle lo mejor con los resultados de sus exámenes.
Cuando mi alarma sonó, ya se escuchaban ruidos en la recámara de Molly. Me levanté de la cama, me vestí y me puse un poco de mi perfume favorito, Meow de Katty Perry (me encantaba). Tomé de mi mueble una cadenita de acero inoxidable con un dije de corazón y salí de mi recámara. Toqué la puerta de Molly y escuché al otro lado su voz.
-¿Eres tú Maya?
-Si soy yo, paso para saludarte.
Se abrió la puerta y ahí estaba ella, con su bata de baño pues apenas se había duchado.
-¿Cómo te sientes? ¿Pudiste dormir bien?
-Si dormí, lo necesitaba, estoy muy nerviosa hoy me dan resultados de mis exámenes.
-Todo saldrá bien, tengo algo para ti -le dije extendiendo mi mano con la cadenita.
-Quiero regalartela, me daba suerte en los exámenes y en algunas otras cosas. Bueno... Ya sabes soy muy supersticiosa... Tal vez rara -Ambas sonreímos.
Tomó la cadenita de mi mano, abrió el broche y la puso frente a mí.
-¿Me ayudas a ponermela? -me dijo con una sonrisa y se dió la vuelta.
Le puse la cadenita, se vió en su espejo que tenía colgado en la pared y volvió a sonreír.
-Está hermosa, mil gracias, tengo unos aretes que hacen juego con ella, solo espero que haga el mismo efecto conmigo.
-Si lo hará, confía en mi.
-Tengo que apresurarme ¿Te importa si me visto aquí?
-¡Ah! no, disculpa, ya me iba solo pasaba para eso.
Salí de la recámara de Molly, ella se paró en su puerta para despedirme, me dirigí a mi puerta cuando recordé que mi llave se había quedado en mi mueble. Miré a Molly con una cara de susto y le dije:

-¡Mi llave!
-¿Le pusiste seguro a tu puerta? -me dijo Molly con un gesto de risa y preocupación a la vez.
-Si, siempre le pongo, ¿Ahora que voy hacer?
-Tendrás que comunicarte con Adán, no hay de otra ¿Quieres permanecer en mi recámara? No tengo ningún problema con que estés aquí, o ¿Quieres quedarte ahí afuera?
-No, hace frío, me tendrás que prestar un cepillo para el cabello, solo me cambié pero no me he peinado.
-Entra y escríbele un mensaje, lo más probable es que te mande a su ayudante para que abra la puerta pero no creo que te lo mande ahorita.
Pasé al cuarto de Molly y me senté en su cama. Ella se fue a una esquina se dió la vuelta hacia la pared y con su bata de baño aún puesta se puso la ropa interior, se quitó la bata y pude ver su pantaleta y brasier de color blanco. No podía evitar mirarla pero sentía tanta pena y a la vez nervios. Volteé la mirada hacia la puerta y tomé una libretita pequeña que estaba en su buró de Molly para disimular un poco y mantener la mirada ocupada. Caminó hacia su mueble de ropa para sacar unos jeans de gabardina color negro, una blusa de vestir color blanco y un blazer ( que viene siendo un saco formal y casual para dama) color café tabaco. Molly volteó para mirarme e inmediatamente regresé la mirada a la libretita y me puse aún más nerviosa.
-¡Maya! -Levanté la mirada un poco asustada pues Molly se había dado cuenta que la estaba mirando.
-¿Cuál me recomiendas? Éste blazer café o el color rosa amaranto. -Me preguntó sosteniendo uno en cada mano.
-Yo creo que el café, combina más con el negro y el blanco, bueno el rosa también combina, pero el café hace un mejor contraste y luce más formal -le dije tan aliviada pues por un momento pensé que había notado mi mirada sobre ella. Cuando terminó de arreglarse volteó a mirarme y se paró frente a mi.
-¿Cómo me veo?
-Muy guapa, digo, muy bien... Bien, te ves muy formal muy... Bien -Le dije mirándola mientras seguía sentada en la cama.
-Gracias Maya, hoy tengo que ir formal, ya sabes por eso de los resultados del exámen y porque tengo una exposición. Solo me falta guardar mis cosas en mi mochila y me voy, te dejaré mi llave para que estés aquí, si necesitas algo me mandas un mensaje. Cuida mucho mi llave Mayita -me dijo con un gesto de advertencia.
-Te agradezco mucho, solo ocupo cosas para peinarme y no te preocupes por tu llave la cuidare como si fuera de oro -le dije con una sonrisa.
Después de despedirnos me volví a sentar en la cama de Molly. Volví a tomar la libretita de Molly y esta vez la miré con atención. En las primeras páginas no tenía nada, ya en las últimas tenía una que otra nota relativa a su estudio, tal vez de sus tareas. Mientras seguía moviendo las hojas cayó al suelo una foto recortada, del tamaño de una polaroid, era Molly en una playa acompañada de una chica, sus cabellos tenían un efecto de movimiento por el viento y ambas tenían un vestido blanco, a los extremos de ellas se podían notar otras personas abrazadas de ellas, portaban vestimenta blanca también pero estaban recortadas de la foto. Vibró mi teléfono y de inmediato volví a colocar la foto entre las páginas de la libretita. Era la respuesta de Adán a mi mensaje que decía "Te mando a Roberto para que abra la puerta con la copia de la llave que tengo en mi oficina, llegará en media hora aproximadamente y le daré tu número para que te llame cuando esté allá".
Molly tenía razón en decir que me enviaría a su ayudante. Lo bueno era que no tardaría mucho en llegar. Tomé un cepillo del mueble, un poco de crema para peinar y me hice mi peinado de costumbre, una coleta de lado derecho que caía sobre mi hombro y mi fleco largo hacia el mismo lado. Me recosté un momento en la cama para esperar a Roberto y me quedé dormida, desperté cuando mi celular vibró con la llamada de un número desconocido, era Roberto que estaba afuera de mi recámara.
Era un joven aproximadamente de unos 27 años, alto y delgado. Abrió mi puerta, le di las gracias y se fue. Tomé mi mochila pequeña y me dirigí a la tienda de Petra.

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⏰ Última actualización: Aug 02, 2019 ⏰

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