❄ RAIN ❄ ~{▫YOONSEOK/SOPE▫}~

Cachorro

↪↪ CAPITULO 10

- Hey Min, te necesito en la cama - Una hermosa y esbelta Omega esperaba en el umbral de la puerta de madera con un gran bluson de seda, perfectamente ceñido a su cuerpo, como si se tratase de una segunda piel.

Cuando el aroma a flores silvestres con un pequeño toque de melón y Ron llegó a las fosas nasales del Alfa que estaba empotrado en frente de su escritorio con su gran computadora y entre sus dedos estaban las teclas "Mi" y "Re", se quitó lentamente los audífonos de Diadema que lograban eliminar cualquier entrada de sonido para voltear su mirada a la Omega de brazos cruzados.

- Suran, cariño ve a la cama, aun tengo mucho trabajo y tengo que entregar esta pista mañana por la mañana - Suspiró lentamente sobandose las sienes, gran estrés tenía en sus hombros y su pareja lo sabía.

- Señor Min Yoongi, usted necesita ir a la cama y olvidar todo por un segundo, apuesto que Namjoon te dará un día más para la entrega de esa pista - Se iba acercando lentamente pero con una gran pizca de sensualidad en cada paso que daba.

En el momento que llegó a unos centímetros de su Alfa decidió sentarse en su regazo para así esconder su rostro en aquel hueco tan cálido donde el olor a lluvia era fuerte y hacía estremecer a Suran.

— Cariño, hueles a Ron ¿Has tomado? — Yoongi puso un brazo alrededor de su cintura para evitar que se cayera.

— Un poco pero nada de que preocuparse soldado Min — Soltó una risa que denotaba su grado de ebriedad.

— Solo vamos a la cama Suran — El Alfa la cargó entre sus brazos para llevarla a la cama, acunandola como su fuera un pequeño bebé y ella estaba por quedarse dormida.

Llegando a la habitación la depositó en la cama quitándole sus sandalias tan tiernas de conejo — Pequeña Suran … — Susurró lo más bajo que pudo y una pequeña sonrisa ladina se formó en sus labios, se dio la media vuelta para regresar a su pequeño estudio, pero algo lo detuvo evitándole seguir caminando.

La delicada mano de Suran lo tomaba de una punta de su bata, se aferraba para que se quedara con ella — Yoonie, no me dejes — Sus ojos mostraban tristeza, estaban al borde de las lágrimas.

— No quiero que me dejes, me haces sentir sola, como si no tuviera valor alguno, sé que estás en la casa pero desde que supimos lo del cachorro ya no te acercas a mi — Cuando la mención del cachorro se hizo presente, todo el cuerpo de Yoongi se tenso.

— Suran, duerme — Recordar aquel momento donde la felicidad destilaba por los poros del Alfa hacía que su lobo rasguñara sus adentros por querer consolar a esa linda Omega.

— Creo que nuestro final se acerca Min Yoongi, usted … no es capaz ni de marcarme por miedo y el trabajo es más importante — Con lágrimas recorriendo sus mejillas lo dejó ir, soltando un último sollozo dándose la media vuelta sobre la cama para darle la espalda al alto hombre quien se mantuvo estático sin decir nada por un par de minutos, hasta que su cuerpo se descongeló y con ira regresaba al estudio.

— ¡MALDICIÓN! — Con gran furia soltó una fuerte patada a una caja que había dejado hace unos meses después de la mudanza tirando todo su contenido, estaba lleno de coraje quería simplemente salir y correr hasta que sus piernas no dieran para más, quería irse lejos en ese momento.

Su mente estaba llena de recuerdos de aquel mes donde era el hombre más feliz del mundo, donde si le preguntaban en la calle que pensaban del Alfa les dirían que se encontraba feliz como un niño esperando la Navidad.

Y sí, Min Yoongi estaba feliz de saber que Suran tenía un cachorro suyo, en su vida había sentido aquella felicidad que lo inundaba hasta la médula ósea, pero como si las cosas siempre fueran en su contra un día cuando a la Omega le tocaba su turno de la noche ella tuvo un pequeño aborto.