Capítulo 1

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La lluvia era muy fuerte, de un momento a otro empezaron a caer millones de gotas del hermoso y estrellado cielo...  Las podía observar, podía ver como caían a la ciudad, de la nada relámpagos empezaron aparecer, haciendo que la azafata hable por el micrófono:
"Mantener la calma señores pasajeros, la tormenta pasará en pocos minutos".

"Claro mantener la calma, ¿Y si el avión cae?" pensé.

Cerré mis ojos unos segundos y me pregunté ¿Qué pasará cuando ya no me vean en casa? ¿La abuela Luisa se preocupará por mi? ¿Me buscarán?.

"Ni siquiera deberías pensarlo, está claro que ni cuenta se darán de tu inexistencia en esa casa" Oh! Gracias subconsciente.

Preferí dormir, hasta que el avión llegue a mi destino. Miami.

Llevaba reuniendo desde hace mucho tiempo, aguantando un millón de problemas en mi hogar, aguantando que me exploten y me traten mal por varios años.
Y hoy por fin, como milagro del cielo los pasajes estaban baratos por época de vacaciones, y esa fue mi oportunidad para escapar de la triste realidad.
Y fue así como terminé en este vuelo.





Pensé que estaba soñando al pegar un brinco en mi asiento como si iba en un bus cruzando millones de baches.
Al abrir mis ojos el avión se encontraba moviéndose de un lado a otro, el piloto trataba de mantenerlo en equilibrio, pero los pasajeros estaban alarmados cogiendo su equipaje y gritando cosas como: "Auxilio" "Piloto haga algo".

El piloto no pudo hacer nada, y ya empezaba a sentir cosquillas en el interior de mi estómago por la velocidad en la que caía el avión.

Los pasajeros empezaron a rezar, a realizar sus oraciones, unos lloraban, otros gritaban y algunos estaban en silencio resignandose a la muerte.

¿Debería resignarme también?

¿Por qué cuando al fin tenía ilusiones y cosas planeadas para mi vida sucede esto?

Lágrimas empezaron a salir mientras agarraba el collar que mamá me había dado antes de morir, y pedí de todo corazón que me protegiera y que me salvara del peligro.

Aunque sabía que era en vano.


Los rayos del sol daban en mi cara, abrí poco a poco mis ojos y me incorporé con cuidado.

Mis manos estaban lastimadas y rojas, mi espalda ardía y mi cabeza dolía horrible. Mi ropa estaba mojada y con arena, y mis converse tenían los pasadores fuera.

Miré a mi alrededor y pude ver árboles, palmeras gigantes, arbustos, una enorme colina y el gigantesco mar estaba frente a mí. 
Sin duda me encontraba en una Isla.

¡¡ESPEREN!! ¡ESTOY VIVA!.
¡¡NO MORÍ!!
DIOS, después de aquél accidente ¿CÓMO ES ESTO POSIBLE?

Estaba felíz, muy feliz de estar viva... pero la felicidad se me fue poco a poco.
¡Sí! estaba viva, pero perdida en una Isla, con la ropa totalmente húmeda, y al parecer sola.

¿Que habrá sido de los demás pasajeros? ¿Habrá alguno vivo por aquí?.

Tenía curiosidad por recorrer la Isla, podría ser que encuentre a alguien con vida y podríamos ayudarnos.

EL CORAZÓN DE UN VAMPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora