Capítulo 4

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Tres de la tarde.

Sentía un dolor terrible en mi pierna, que me llevó a abrir poco a poco los ojos, el mareo se me había pasado y me recosté en la cama.

¡Esperen!

No me encontraba en la cabaña anterior, me encontraba en una cabaña diferente, más bonita y colorida, se sentía el ambiente alegre.

Me levanté con cuidado, pero la pierna no me dejaba, sentía un incón cada que daba un paso.

Me acerqué a la ventana y pude notar los árboles de la isla, pero el mar desde aquí no se podía ver.

-¡Hola Bonita!- escuché una voz de la nada haciéndome pegar un salto del susto. -Perdón, no quise asustarte-

Me giré lentamente y pude ver a un chico cabello castaño, ojos color grises, tenía barba y su tono de piel no era oscura, pero tampoco clara. Me estaba sonriendo, dejando ver sus hermosos dientes blancos, y su perfecta sonrisa.

—¡Ho, hola!— dije un poco nerviosa.

—¿Cómo te sientes?— dijo mientras me extendía un vaso con agua —Bébelo, debes hidratarte—

—Gracias— dije y me tomé el agua —Ya estoy mejor, en serio muchas gracias—

—Me alegro, soy James— dijo y me extendió su mano —James Lennon ¿y tú?—

—Ehhh...— acepté su mano —Soy Daniela—

—¡Mucho gusto Dani!— respondió mientras me daba un apretón de manos y no dejaba de sonreír.

—Disculpa... ¿tú me salvaste del lobo?— pregunté curiosa.

El empezó a reír.

¿¡Por que se ríe!?.

¿Acaso dije algo gracioso?

Aún así su risa era muy contagiosa, y empecé a reír con él.

—¡Me agradas Dani!— dijo mientras se incorporaba y de un momento a otro empezó a oler el lugar.

—Acaso...¿Huelo mal?— pregunté preocupada.

El rio ante aquél comentario —No es eso bonita, solo que en unos segundos entrará por esa puerta mi querido primo Nicolás— mencionó.

Y como si James fuera brujo, la puerta de su habitación se abrió de un solo golpe dejando ver a su primo.

¡¡¿El señor raro?!!

"Waaa, entonces se llama Nicolás. Bonito nombre para una persona antipática" pensé.

—Si ¿verdad?— comentó de la nada James para luego reírse mientras me miraba.

¡Dios! Su risa era tan contagiosa que volví a reír con él mientras nos mirábamos.

Que tipo tan loco, me agrada mucho.

—¿Interrumpo algo importante?— comentó Nicolás.

—Sí, estaba teniendo una buena charla con Dani— respondió James.

—Ah, ¿sí?— dijo Nicolas mientras se acercaba a mí —Lamento interrumpirlos pero, ¡Daniela, nos vamos!— dijo mientras agarraba de mi brazo.

—¡¡¿QUÉÉ?!!— hablé furiosa.

—¿De dónde se conocen?— preguntó curioso James.

—Está en nuestra cabaña, su avión se estrelló en ésta isla y la estoy ayudando— respondió Nicolás

—¡Mentira!— dije mirando a James —Él no me quiere en su cabaña, por eso salí y me perdí en la Isla hasta que tú me encontraste—

James miró muy mal a Nicolás, mientras se cruzaba de brazos y se recostaba en la pared.

EL CORAZÓN DE UN VAMPIRODonde viven las historias. Descúbrelo ahora