—¡Te odio, papá! —chilló Michirou hecho una furia, luego cerró la puerta de su habitación de un solo azotón.
Mika suspiró llevándose las manos a la cabeza y se sentó en su sillón preferido para despejar su mente.
—¿Qué le dijiste? —inquirió Yuu acercándose a su esposo con los brazos cruzados.
—¡Quiere ir de fiesta en la noche! ¡en la noche! —espetó alterado—. ¡¿Y sabes con quién?! ¡con el enano de Gyurei! ¡y todavía de noche!
—Cálmate —le pidió rodando los ojos.
—¡No me calmo! ¡¿no ves que está muy pequeño para andar de noche en la calle?! —repuso enojado.
—Mika, cierra la boca —gruñó el azabache; su esposo lo obedeció—. Mira, sé que no te agrada Gyurei, pero es un buen chico, y Michi no es tan pequeño, digo, tiene dieciséis —le recordó mientras se sentaba en el descansa brazos del sillón en donde estaba el rubio—. Además, Gyurei prometió venir a recogerlo y a dejarlo, y tú y yo acordamos que lo dejaríamos ir.
—Yuu-chan —se quejó el ojizafiro.
—Nada, no seas así, solo conseguirás que tu hijo se enoje cada vez más contigo —suspiró el azabache—. Mika, entiendo que lo quieras proteger, pero recuerda que él ya no es un bebé, así que ve y disculpate con él.
—¿Yo? —preguntó frunciendo el ceño.
—No, el vecino —dijo sarcástico mientras se paraba y se iba hasta la puerta de la cocina—. Quiero a mi hijo feliz y bien con su padre para la hora de la cena —ordenó sonriéndole con enojo y finalmente se fue.
Mika suspiró con enojo, pero realmente no quería dormir en el sofá por hacer enojar a su esposo, y tampoco le gustaba la idea de estar en malos términos con su hijo; cansado mentalmente, el rubio subió las escaleras y tocó suavemente la puerta de la habitación de su pequeño.
—¡No quiero hablar contigo! —gritó Michi desde adentro, ya adivinando que era él.
—Tenemos qué, o sino tu mamá me colgará, y te aseguro que eso te va a llenar de culpa —comentó tranquilamente.
—Entra...
Sonriendo victorioso, Mika ingresó en la habitación de su hijo y lo vio echado en la cama, envuelto en cobijas y mirándole como si quisiera matarlo; frotándose la cabeza con desgano se acercó hasta el lecho del joven azabache y se sentó a su lado, este permanecía igual que antes.
—Michi, no puedes estar enojado conmigo por siempre —aseguró el más alto.
—¿Que no puedo? Solo mírame —musitó volteándose.
—Michirou, tú estás muy joven para las fiestas y para tener... —se detuvo; simplemente la palabra no salía de su garganta, porque sentía que si la decía, de una forma u otra, estaba aceptándolo y no era así.
—Novio —completó el azabache—. Y no, no lo estoy, ¡ustedes tenían mi edad cuando se conocieron! ¡no sé cómo sigues tratándome como bebé!
De hecho, sí era como lo decía su hijo, y de hecho, había sido un desastre ese tema; el rubio abrazó al pequeño azabache mientras sonreía.
Fue quizá el día del cumpleaños de Yuu, en su fiesta; Mika no conocía a nadie más que a su prima Chess y estaba nervioso por eso, además, ni siquiera sabía porqué ella le había pedido que lo acompañara, pero lo hizo, así que trataba de no separarse de ella y quedarse solo.
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MikaYuu Week 2018
FanfictionPorque el amor de Mika y Yuu es tan fuerte que merece una semana completa a conmemorarlo. Gracias a mi esposa hermosa @RiverTheHell por la preciosa portada y por casi obligarme a hacer esto. Eviten los comentarios ofensivos. Disfruten.