Capitulo 3

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Lo primero que hago una vez vestida es bajar al taller. Guardo mi pelo en una gorra y me pongo a trabajar en el cableado de un teléfono estropeado.

-Que rarita.... ¿Qué haces? - la cabeza de un azabache se puso tan cerca de mi rostro que nuestras narices se  chocaron. Me eché hacia atrás y la silla se tambaleó, me preparé para el impacto pero alguien me sujetaba un rubio con unas extrañas cejas retorcidas.

-Linda dama, ¿se ha perdido? - puso la silla en su posición original. Dió una calada a un pitillo. Se acerco demasiado a mi, con una sonrisa de engreído que me dió asco. Me hice humo y aparecí de nuevo en medio de la sala. El azabache sonrió.

-Espera, espera-hacía gestos con las manos-¿eres mecánica, no? - asentí con la cabeza y bajé la visera de mi gorra.

-Se ha estropeado la cocina¿podrías arreglarla? - volví a asentir, ambos se encontraban enfrente de mi escritorio  y no parecían darse por aludidos. Los aparté cogí mi caja de herramientas y la bandolera donde estaban Faku, Mudito, Rem y Kort. Ellos ya estaban afuera de la fábrica, antes de irnos me detuve para cerrarla.

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