Crónicas de un Jugador: El principio del fin

Sueño

Sueño

Moscú, Rusia. 12:15 pm 1 de Julio del 2016

Valeska

El sol se hallaba oculto por un túmulo de nubes grises. El viento arremetía fuerte y frío por la ciudad, y el ambiente húmedo daba indicios de una tormenta cercana.

“—Valeska la lluvia creara grandes pozos de lodo, no creo que nuestra guarnición pueda avanzar seguramente a través del paso muerto.

—Dominic— Levante mi mano hacia el cielo. —El agua suele ser mi aliada casi siempre.

—Pero…

—Pero nada. La lluvia alentara cualquier reacción por parte de las unidades de Verónica, por lo que cualquier presencia de ellos en el campo queda descartada. No querrán acercarse después de lo que Avril les hizo ayer. Además, el agua dañara severamente los sistemas de navegación de Andrew, dudo mucho que Amber se haya esforzado proveyéndoles de impermeabilidad; por lo que solo podrán atacar y perder más de medio ejército, o quedarse en el interior y perder la guerra. — Sonreí mientras sostenía una reina negra —Desactivaremos fácilmente cualquier sistema defensivo que Owen haya programado gracias al gasto energético ocasionado por el exceso de máquinas en el interior y… Acabaremos con ellos antes del anochecer.

Dominic me observo fríamente.

—¿Y qué harás con el grupo de Seth? Sabes quién comanda el primer escuadrón— Desvíe la mirada avergonzada —. Tus sentimientos son un gran problema hermanita…”

Sacudí mi cabeza buscando despejar mi mente…

Corrí velozmente a través de la plaza roja, empujando y esquivando a cuanto turista se interpusiera en mi camino. Escuché unos cuantos insultos y voces molestas, pero no me importó. Se me había hecho tarde y si no llegaba a tiempo mi hermano estaría como una fiera.

Aunque no puede quejarse. No importa el horario que se nos haya impuesto, yo no sería la única jugadora en llegar tarde, o al menos eso debería suponer luego del juego.

Me retrase debido a que al fin después de tantos meses intentándolo, había logrado organizar una partida en Age of Wars contra Jared. Fue la partida más larga y difícil que eh jugado en toda mi vida, casi diez horas y media de juego seguidos sin ningún tipo de interrupción, hasta que logre ganar de una forma poco convencional hace apenas unas horas. Si. puede que la partida terminara hace tres horas, pero luego de un final tan extraño tuve que quedarme a repasar, por mucho más tiempo del que me gustaría admitir, las ultimas jugadas de la partida. Había algo que me molesto y aún seguía haciéndolo hasta ahora.

Jared tenía todo para ganar, pero en un ataque suicida y sin ningún fundamento estratégico serio, perdió a todas sus tropas de asalto, flota principal y cualquier oportunidad de victoria. Cada vez que pienso en sus últimos movimientos, más estúpidos se me hacen; como si hubiese perdido por decisión propia o algo así. Es verdad que Jared suele llevar a cabo ataques sin sentido lógico que por alguna extraña razón suelen salirle bien. Por lo que no puedo descartar el que haya intentado hacer algo igual en ese ataque tan extraño. Pero al igual que con los ataques irracionales, Jared suele aburrirse y abandonar las cosas cuando ya no las considera importantes. Por lo que la idea de que se haya aburrido de la partida y hubiese tirado toda su ventaja por la borda también es un escenario plausible, por lo que mi victoria terminaría convirtiéndose en un logro sin ningún tipo de mérito.  

Mientras maldecía por lo bajo a Jared, logre divisar la enorme fábrica a lo lejos. Me faltaba poco por lo que acelere un poco más la marcha.

La fábrica Shweinster quedaba a unos 10 Km de mi casa. Esta fábrica de zapatos había sido eso, una fábrica de zapatos desde su creación en mil novecientos veintialgo no me acuerdo bien. Pero durante la segunda guerra mundial el ejército la convirtió en un almacén de armas para los militares. Y desde entonces, la fábrica dejó de funcionar. Es cierto que al terminar la guerra la fábrica volvía a ser funcional. Pero el viejo Shweinster nunca la volvió a abrir. Él simplemente desapareció sin dejar rastro. Y ya que no tenía heredero o familia, la fábrica pasó a ser un lugar abandonado y olvidado para la mayoría de personas. Al menos hasta que la encontré seis años atrás.