Catorce: Frío y asimétrico.

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Haruna tenía una ojeras terribles y un humor explosivo, sus ojos azules se veían extrañamente apagados, su piel estaba amoratada y su cabello era un desastre

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Haruna tenía una ojeras terribles y un humor explosivo, sus ojos azules se veían extrañamente apagados, su piel estaba amoratada y su cabello era un desastre.

Hall no preguntó, a pesar de ser siempre tan imprudente como una persona puede llegar a ser, él simplemente se reservó sus palabras ésta vez, porque cuando su mirada se cruzó con la de su técnica, no pudo mantener su vista fija, el dolor impregnado en aquellos ojos azules le hicieron bajar la mirada.

Hell curó las heridas de su técnica, preparó el desayuno e hizo los deberes, se mantuvo neutro y fingió que todo estaba bien, que era una mañana normal a pesar de sentir esa pesadez en el ambiente.

Los tres hermanos llegaron a su respectiva clase con Stain, era temprano, pero para su mala fortuna, todos los alumnos ya se encontraban en el aula.

-Está haciendo frío- Hell comenzó a decir, frotando sus brazos-

-Se acerca la temporada mas fría del año... - Hall continuó-

Haruna miró a sus dos armas por sobre el hombro con el ceño fruncido, volvió a mirar al frente mientras suspiraba, no podía enojarse con ellos, sólo trataban de protegerla.

-No tengo nada que ocultar, a nadie- insistió por segunda vez en su recorrido hacia la academia-

Hall asintió, Hell suspiró cansado.

Los tres ingresaron en el aula. Para la mayoría de los alumnos no pasaron desapercibidos los grandes cardenales que mostraban los brazos desnudos de Haruna, algunos rastros de rasguños y su extraño "corte" de cabello.

Haruna tomó asiento al lado de Kid, Hall y Hell se sentaron al lado de Haruna en ese orden.

Nadie dijo nada.

La clase comenzó, sólo era otra aburrida clase sobre almas de bruja, la verdad es que contradictoriamente a lo que se esperaría, Haruna estaba prestando atención. La chica realmente necesitaba distracción, de cualquier tipo con tal de no pensar en el infierno y en el trono que debía heredar.

El día fué común, tranquilo y sin mas percances que Black Star y Soul haciendo tonterías en los pasillos del Shibusen.

Haruna se separó un momento de los gemelos para poder ir a lavar sus manos, pero justo antes de entrar al baño de chicas una cara conocida la topó de frente.

Kid la miraba como si le molestara su sola presencia.

-No puedo, inconcebible- murmuraba casi con rabia-

Haruna alzó una ceja sin entender.

-¿Qué ocurre? ¿Quién ha matado la simetría? - dijo en tono burlesco-

-¡Tú! Tan perfecta cuando te conocí, no puedo soportarlo-

Antes de que Haruna pudiese decir algo, Kid la arrastró dentro del baño de damas y la colocó frente al gran espejo.

La azabache pudo apreciar por primera vez su reflejo desde el día anterior. Asimétrica.

Su cabello era tan asimétrico, con mechones cortos de un lado y largos de otro, sus manos carecían de sus característicos anillos, su cara parecía demacrada y los cardenales eran la peor parte, ocho en un brazo, doce en otro. Asimétrico. Casi entró en pánico.

-No te preocupes, para eso estoy aquí- Kid sonrió mientras pequeñas estrellas de colores lo rodeaban-

-Asimetría...-

-Lo arreglaré, lo prometo-

Shibusen: Haruna LuciferDonde viven las historias. Descúbrelo ahora