Simon se encontraba justo frente a su nueva escuela, tenía puesto el uniforme con el cual no se sentía nada cómodo y observaba como ingresaban algunos alumnos. Al final tuvo que entrar a la escuela, quedarse de pie ahí afuera no cambiaría las cosas. No le quedaba de otra mas que aceptar su realidad y enfocarse en sus actividades.
Una vez que ingresó sentía las miradas de la gente sobre él, pero no era como si se conocieran todos alumnos de la escuela, simplemente estaba siendo paranoico. Llegó hasta la oficina de la directora, en la cual, su secretaria lo hizo esperar unos minutos.
—Simon Saunders —llamó la secretaria, lo cual le pareció muy tonto ya que era el único chico ahí— La directora te espera.
Simon asintió y entró a la oficina, dentro se encontraba una señora de mayor edad, tal vez unos cincuenta años, que intentaba no aparentarlos.
—Pase joven Saunders, tome asiento por favor —él obedeció—. Pues bien, aquí está tu horario escolar —mencionó entregándole una hoja— al revisar tu historial académico me di cuenta que eres un alumno con buenas calificaciones aunque tampoco eres lo mas sobresaliente, pero en lo que si sobresales según tengo entendido es en el teatro y canto.
—Así es.
—En primavera se presentará un musical —continuó la directora, fue imposible para Simon no llevar a su cabeza la obra que presentaría en su anterior escuela— No estoy del todo segura si ya fueron las audiciones pero puedes presentarte en el teatro al finalizar las clases e informarte. Y bueno, no pareces ser un chico que da problemas así que creo que la única regla que debo recordarte es presentarte con el uniforme a diario, de lo contrario no se te permitirá el ingreso a la escuela. Todo es por seguridad. Y ahora vamos, no quiero que llegues tarde a tu primer día de clases.
Se levantó de su asiento y Simon hizo lo mismo, después salió de la oficina y el chico se dedicó a seguirla, hasta llegar a un salón de clases. La directora llamó a la puerta y apareció un señor de una edad no muy avanzada que parecía ser un profesor.
—Muy buenos días, le traigo a este alumno que mencioné a todos los profesores hace unos días.
—Si, está muy bien. Entra.
Y Simon obedeció, nunca en su vida le tocó ser el chico nuevo que ingresaba cuando las clases ya habían comenzado, y ahora ahí estaba, solo esperaba que no hiciera lo típico de tener que presentarse frente a toda la clase, pero para su mala suerte así fue.
—Hola a todos, mi nombre es Simon Saunders —escuchó algunos murmullos que supuso que serían normales y guardó silencio, esperó a que el maestro le indicara que podía tomar asiento pero tal parecía que quería que continuara— Me gusta el teatro y el canto y espero hacer buenos amigos.
Su presentación no pudo haber sido mas básica de lo que fue, o eso pensó Simon, pero con eso fue suficiente para que el profesor le indicara que tomara asiento. El que estaba libre se encontraba a tan solo tres lugares del frente, así que le pareció un buen lugar.
Posteriormente, el profesor retomó la clase, ese tema lo había visto en su anterior escuela, fue justamente el tema que estudió con Jeremy. No pudo evitar permanecer pensado en él, todo el fin de semana ese chico estuvo rondando en sus pensamientos y no sabía cual era la razón, o mejor dicho, no se atrevería a aceptar cual era porque muy en el fondo si lo sabía.
Intentaba prestar atención pero el hecho de que ese tema ya lo supiera y que le trajera a la mente el momento con Jeremy, no le ayudaban nada.
—Señor Saunders —escuchar su apellido lo sacó de sus pensamientos— Puede que esté completamente perdido, pero le sugiero que preste atención a la clase para que aprenda. Pase al pizarrón, entre todos le ayudarán a resolver este ejercicio para que sepa como resolverlo.
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UN BESO
Teen FictionSimon es un joven talentoso amante del teatro musical protagonista de todas las obras escolares, tiene una hermana con síndrome de Down y vive en el ceno de una familia de creencias católicas muy arraigadas que lo apoyan en su afición por esta activ...