Capítulo 16

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Simon se encontraba con Annabelle en su cama, besándose con pasión, estaban a punto de tener relaciones, pero algo en la cabeza de Simon lo detuvo. Se separó de Annabelle por un momento, pero volvió a besarla intentando continuar con el acto, si no lo hacía, quien sabe que sucedería con él.

Pero podía hacerlo, y se volvió a separar de la chica.

—¿Estás bien? Ven acá —lo tomó del brazo intentando volver a unirse pero el chico se alejó— ¿Qué pasa?

—No puedo hacer esto, lo siento. Lo siento mucho. No es por ti Annabelle.

—Es por Jeremy —lo interrumpió.

—¿Qué? No, claro que no.

—No intentes engañarme Simon, siempre supe que sentías algo por él, nadie es tan buen actor. Aunque se que no quieres sentirlo y pensé que podía ayudarte a cambiarlo, pero no puedo, y no debo.

—Annabelle yo...

—Vete Simon.

—Pero...

—¿No entiendes? Largo —Simon comprendió, se levantó y tomó su playera y zapatos para marcharse—. Y no seas tan idiota, amas a Jeremy, los dos se aman, dense la oportunidad o serás miserable el resto de tu vida. Has eso y te perdono por usarme.

Simon no respondió nada y se marchó a casa. Se sentía como una completa basura por haberse aprovechado de esa manera de Annabelle.

Ahora podía decirlo, era gay, estaba enamorado de Jeremy, pero no podía hacer nada. No podía simplemente decirle que lo amaba, y ya. Su vida se volvería un infierno en caso de hacerlo. No, simplemente ignoraría cualquier sentimiento fuera de los normales.

Llegó a casa y sin percatarse si sus padres estaban despiertos o no, se fue directamente a su habitación.

A la mañana siguiente, después de las primeras clases se encontró con Annabelle en los pasillos de la escuela, pero fue completamente ignorado por ella, al igual que por Jeremy, con el que se encontró justo después.

—Hola Simon ¿Qué te sucede? —cuestionó al verlo tan desanimado.

—Todo y nada.

—Wow. No se si estás siendo muy dramático o en verdad que la has pasado mal ¿Por eso vino tu padre esta mañana?

—¿Qué? ¿Mi padre? —Lilette asintió—. Genial, como si no tuviera suficientes problemas.

—¿Y cuáles son esos problemas?¿Tienen que ver con el hecho de que tu escena con Jeremy es un asco?

No le sorprendió la pregunta, después de todo, era muy evidente. Así que terminó asintiendo.

—Si y no.

—No te entiendo muy bien pero quieres contarme.

—No realmente, pero no tengo otra alternativa ¿O si? —ella negó con la cabeza así que se dirigieron a un salón de clases vacío en el que nadie pudiera oirlos—. Pues bien, resumiendo un poco, el día que se te ocurrió dejarme solo con Jeremy se podría decir que tuvimos algo.

—¿Algo?

—Si, nos besamos y después fuimos al cine, así que Jeremy confundió las cosas creyendo que estaba interesado en él.

—No es como que me quiera poner en tu contra, pero creo que cualquiera pensaría lo mismo que él.

—Tal vez, pero mas tarde fui con los chicos a la fábrica abandonada , Annabelle estaba muy ebria y en mi obsesión por querer aparentar algo que no soy casi tuvimos sexo, pero no fue así —volvió a dejarlo claro ante el rostro de sorpresa de su amiga—. Aunque por alguna razón se esparció el rumor de que así fue, Jeremy se enteró y me preguntó, a lo que yo le dije que era verdad, que los besos que nos dimos fueron una simple práctica que no significaba nada, él se molestó y no quiere que vuelva a tocarlo. Pero eso no es todo, ahora Annabelle también está molesta porque ayer estuvimos a punto de terminar lo que comenzamos en la fábrica pero no pude, y al parecer ella y no se cuantos mas saben que Jeremy me gusta.

Al decir eso, se sintió mas tranquilo, si se lo hubiera guardado durante mas tiempo probablemente hubiera explotado. Miró a Lilette y se dio cuenta que estaba sonriendo.

—¿Sonríes por mi desgracia?

—No, sonrío porque al fin fuiste capaz de admitir que Jeremy te gusta. No hay nada que puedas hacer para arreglarlo.

—Bueno, ya. Si, me gusta, y no solo eso, estoy enamorado de él.

Lilette estuvo a punto de gritar de la emoción, pero su rostro cambió cuando vio Simon se limpiaba algunas lágrimas que comenzaban a salir. Se acercó a él y sin decir nada, le dio un fuerte abrazo.

—¿Qué pasa? ¿Por qué lloras?

—Porque amo a Jeremy, paso la mayor parte del tiempo pesando en él, y se que él siente lo mismo y eso solo vuelve mas doloroso el hecho de que nunca podremos estar juntos —dijo entre sollozos—. Tendré que callármelo.

—No tienes por qué ocultarlo.

—Si tengo, porque si no lo hago mi familia se destruirá por mi culpa. Mi papá me correría de la casa, y mamá me defendería, lo que causaría peleas entre ellos y no lo quiero, no quiero que puedan llegar a separarse por mi culpa.

—Simon —fue lo único que pudo decir Lilette antes de volver a darle un abrazo. No sabía muy bien que le estaba pasando, ya que ella nunca tuvo una familia perfecta como la tenía su amigo, no, ella solo tenía a su madre.

Decidieron no entrar a clases el resto del día y fueron hacia e teatro, el cual tenía que estar vacío y así fue. Esperaron hasta que se llegó la hora del ensayo, pues ese los ensayos habían vuelto a ser justo al salir de clases porque tendían a alargarse un poco.

Fueron llegando sus compañeros, y algunos parecían murmurar cosas mirando hacia ellos. Tal vez Annabelle terminó por contarles a todos lo que ella sospechaba sobre Simon y Jeremy.

Pero no era así, Jeremy se acercó y entregó una hoja a Lilette, ignorando completamente a Simon, o al menos intentándolo.

—¿Qué es esto? —preguntó la chica al observar que la hoja estaba llena de firmas.

—La asociación de padres intenta cancelar la obra y esta son las firmas de los padres que están de acuerdo.

La chica leyó los nombres de las personas que firmaron y unos en particular le llamaron la atención, por lo cual le entregó la hoja a su amigo. El chico también recorrió la lista de los nombres hasta que llegó a unos que conocía, Robert y Patricia Saunders, sus padres.

Eso lo molestó bastante, sabía que sus padres no estaban muy de acuerdo con el papel que interpretaría, pero llegar al punto de firmar aun cuando sabían cuanto se había esforzado, simplemente lo enfurecía aún mas.

En ese momento llegaron los profesores y comenzaron el ensayo, si las ocasiones pasadas no lo hacía bien, en este momento que tenía tantas cosas en su cabeza, seguramente lo haría aún peor.

Nuevamente le tocó hacer la escena con Jeremy, en esos días comenzarían a enfocarse en aquellas escenas que no les resultan del todo bien, y una vez perfeccionadas retomarían ensayos generales.

Comenzaron con el ensayo de su escena, los chicos ni siquiera hacían contacto visual, y a juzgar con el rostro de la profesora Tracey, la escena no les estaba gustando, y no porque dijeran mal los diálogos, sino porque no transmitían nada.

—Muy bien, un momento —los interrumpió el señor Mazzu— ¿Qué está pasando entre ustedes? ¿Por qué no profundizan? ¿Dónde está el contacto físico?

—Hemos decidido que queríamos hacer una versión mas sutil. Nos sentimos mas cómodos —respondió Simon, Jeremy revoleó los ojos y negó con la cabeza.

—Está bien que sean sutiles, pero no tanto. Las entradas están agotadas, es nuestra oportunidad de demostrar a la gente de lo que son capaces, de lo que significa el teatro. No podemos tener miedo a la acción ¿Ok? —ambos chicos asintieron— Esto es una escena cargada muchas cosas que lograban transmitir a la perfección, amor, atracción, erotismo, habla de deseo y sexualidad reprimida que tienen que sentirlo hasta la última fila. Les pido que vuelvan a hacerlo como al principio, o lo mas parecido posible. Vengan conmigo

Los dos chicos se levantaron y siguieron al profesor hasta la sala de descanso, los guió hasta el sofá y les pidió que se sentaran en él.

—Hablen, arreglen lo que sea y tomen una decisión sobre lo que harán, pensando en lo mejor para todos.

Y después se retiró para continuar con los ensayos de los demás, dejándolos solos. 

UN BESODonde viven las historias. Descúbrelo ahora