Capítulo 18: Atentado

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(___)

Ya ha pasado un mes desde la visita de Karlheinz.  Los chicos no han hecho ningún comentario desde su llegada. 

Nos dirigíamos al Instituto como cualquier otro día y pasaba la misma rutina. Al volver a la mansión fui a ver a Yui, ella y yo conversamos un poco.

- Es cierto, ya se han cumplido cinco meses de embarazo - ella cayó enferma y no se podía levantar de la cama hasta el parto

- Si... ya quiero tener a mi hijo en brazos -  dijo ella, la miré con ternura

- Va a ser un niño muy lindo - susurré y ella sonrío 

- Disculpen... - Ayato tocó la puerta y entró a la habitación - ¿Cómo te sientes, Yui? - abrazó a su prometida

- Bien... yo me voy... - dije para no interrumpirlos - Ellos deben de tener su espacio - pensé y sonreí; en eso veo pasar a Shu - Hola Shu - saludé y él solo asintió - ¿Qué le pasa? - iba a ir a verlo pero...

- ¡___! - me llamaron Kanato y Subaru 

- ¿Qué pasó Kanato?  - él tenía lágrimas en sus ojos

- ¡Subaru le rompió un brazo a Teddy! - dijo molesto

- Fue un accidente - se excusó

- Chicos no peleen... - decía

- ¡Tienes que arreglarlo! - exigió Kanato

- Esta bien - Subaru se rindió. Fui con ellos para arreglar el brazo de Teddy y me di cuenta de que Kanato hacía vestidos en el sótano de la mansión - No tenía ni idea...

- Es mi pequeño taller - dijo modesto

- Bien, arreglemos ese brazo para poder irme de una vez - ambos nos quedamos en ese lugar por mucho tiempo, pues Subaru no sabía como coser y tuvimos que enseñarle desde el inicio.

Finalmente el albino pudo arreglar el brazo del oso y llegó la hora de irnos al Instituto. Fui en la limusina y me senté al lado de Shu quien escuchaba música tranquilamente

- ¿Estás bien? - le pregunté

- Si ¿ Por qué no lo estaría? - contestó 

- Ah... bueno... - me dejé de preocupar, después de todo era Shu, él siempre andaba serio y con sueño. 

Estuve en clases de Filosofía con Kanato, él a veces jugaba con Teddy en clases y por lo visto, el profesor no le decía nada. Al acabar la clase, inició la hora del receso

- Kanato, iré a caminar - dije

- Te acompaño 

- No, no es necesario... quiero pensar un poco - él comprendió y se quedó en el aula. Caminé por el Instituto y llegué a la pileta, ese lugar era muy tranquilo y pacífico.

- Ah... - suspiré y relajé mis hombros

- Que suspiro tan largo - me di la vuelta y vi a Yuma acercarse a mí

- Lo siento... es solo que estoy algo cansada hoy - dije, él se sentó a mi lado

- ¿El holgazán no está contigo? - preguntó

- Shu debe de estar descansando en otro sitio - dije

- Ya veo... - ambos nos quedamos en silencio

- Sabes... - dijimos al unísono - Tú primero - le dije 

- Quería saber si te encuentras bien... últimamente no te he visto mucho - desvió la mirada 

- Si... lo que sucede es que estoy algo pensativa - dije

Mi vida contigo (Shu Sakamaki & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora