Hace mucho tiempo, Dios y el Diablo entraron en guerra, para que esto se detenga ambos quedaron en un pacto, se sacrificaría a un humano y una criatura demoníaca por cada mil años, para así conmemorar dicho pacto. Esta vez fue el turno de un vampiro...
Este es el final de esta historia. Espero de corazón que les haya gustado y no se olviden que pueden seguir mis otras historias <3
¡Los amo!
No se olviden reproducir el video cuando se los indique, bueno ahora si ¡la cuenta regresiva!
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Veía a Shu y los chicos, tomé de la mano a mi novio y él sonrío; pero... al ver por detrás de él vi a Yuma quien me miraba con una sonrisa
- Yuma... - susurré y quise acercarme a él; sin embargo, él se dio la vuelta y se fue solo - Yuma espera - dije, pero no se detuvo.
- Ah... - parpadeé y me di cuenta de que estaba en... la mansión - Shu... - balbuceé
- Despertaste - giré mi cuello un poco y lo vi sentando a mi lado - ___ - sonrío al decir mi nombre, yo no pude evitar saltar hacia él y abrazarlo
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Al separarnos el me besó, un beso que significaba lo mucho que nos amamos
- ¿Cómo... por qué estoy aquí? ¿Qué es lo que pasó? - pregunté él apretó los labios - Shu... dime la verdad... - él me miró y me tomó la mano en la que dejó un papel doblado - ¿Qué es esto?
- Es una carta... te la dejó Yuma - un mal presentimiento tuve
- ¿Por qué no me la entregó él? Shu... - insistí, no quería imaginarme lo peor, no quería...
- Él se sacrificó por ti ___ - mi respiración se aceleró y mis lágrimas no tardaron en ocupar mis ojos
- ¿Qué? - abrí la carta y la leí...
___,
Sé que si estás leyendo esto es porque el holgazán si te la entregó. Escribí esto minutos antes de ir a rescatarte, y si, ya tenía en claro mi decisión. Te amo y siempre lo haré, tú no correspondías a mis sentimientos y esta bien porque tú amas a ese holgazán, él te hace feliz. Yo... quiero que seas feliz, y me sacrificaría mil veces si fuera necesario para que tú pudieras serlo, es mi prueba de lo mucho que te amo. Por favor, sé feliz con ese holgazán... sonríe siempre.
Te quieroYuma.
No pude retener mis lágrimas por mucho tiempo, dejé el papel a un lado y vi a Shu que también no pudo ocultar su profunda tristeza. Ambos nos abrazamos y compartimos el mismo dolos.
Después de unas horas, salí con Shu de mi habitación y me dirigí a la sala principal en donde estaban los muchachos
- ___ - Yui fue la primera en verme y todos los demás voltearon, ella corrió hacia mí y me abrazó - Que bueno... que bueno que estés aquí - decía
