Capítulo 10: Compañerismo

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(___)

Al día siguiente, me levanté temprano y empecé a leer unos libros que había traído del convento.

- Me pregunto ¿Cómo estarán por allá? - prensé, extrañaba en estos momentos estar con la hermana y con el padre. En días pacíficos cuando no tenían la agenda recargada preparábamos galletas de vainilla o a veces cantábamos canciones acerca de Dios, el padre tocaba la guitarra y la hermana y yo cantábamos; sonreí - Espero estén bien - cogí mi celular y pude darme cuenta de que no tenía señal aún, lo apagué, ya que al fin y al cabo no podía comunicarme con ellos 

- ¡Hey! - escuché golpes en la puerta

- Voy voy - abrí esta y vi a Ayato  - Ah buenos días Ayato - sonreí, de repente posó sus manos sobre mis hombros y llevo adentro de la habitación cerrando la puerta - Ah no... ¿Ayato? ¿Pasa algo?

- Tienes que ayudarme - pedí

- ¿Eh? ¿En qué? - pregunté, normalmente Ayato demostraba más seguridad en sí mismo, pero hoy estaba muy raro

- Lo que sucede es que... - sus mejillas se tornaron de un color rojo - El cumpleaños de Yui es en una semana y... quiero... quiero prepararle algo... - dijo muy avergonzado 

- Oh ¡Que tierno! - él me miró molesto y suspiró

- ¿Me ayudarías ___?- el gran Ayato dejó su ego de lado y me pidió ayuda

- Claro, te daré una mano con eso - le guiñé un ojo

- Thank you - sonrío

- Bien ¡Hay qué empezar ahora!

- ¿Eh? 

- Tenemos que decidir que quieres hacer y... uff no... hay que empezar hoy- me senté en mi silla giratoria y saqué un lapicero y hoja

- Si que estás muy empeñada en esto

- ¡Por supuesto que sí! Yui es una buena amiga... y tú la quieres mucho - enarqué una ceja

- S-si... - reí ante su rubor. Con Ayato nos pasamos la mañana hablando sobre la sorpresa de Yui, él estaba emocionado al igual que yo

- Listo - le entregué la hoja

- Gracias ___, ni los inútiles de mis hermanos han podido ayudarme con esto

- Las mujeres siempre tenemos nuestro toque especial - sonreí - Gracias por pedirme ayuda

- Creo que lo haré más seguido... a Yui le encantará esto - él salió de la habitación 

- Que bueno que pude ayudarlo - susurré

- Eh... con qué estabas con Ayato a solas - me di la vuelta y vi a Laito detrás de mí

- ¡Laito! ¿Có-cómo entraste? - pregunté sorprendida

- Eso no te interesa... más bien... ¿Por qué estabas con Ayato-kun a solas?

- Yo solo...- él avanzaba hacia mí y yo retrocedía hasta terminar pegada a la pared y él aprovechó en colocar su manos sobre mi cabeza  

- Siendo la amante de Ayato-kun - susurró él cerca a mi oído

- No... eso no es así...- mis piernas flaqueaban

- ¿No?... entonces... ¿No quieres ser la mía? - me besó en el cuello - Hueles muy bien- me cogió por los hombros

- No... Laito... ¡Suéltame! - lo empujé y salí corriendo - ¿Por qué? ayuda... - bajé las escaleras y en eso me resbalé, pensé que iba a caerme pero alguien me ayudó, levanté la cabeza y mis ojos se encontraron con los de Shu

Mi vida contigo (Shu Sakamaki & Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora