Amara parte 3

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La caída de varios delincuentes bajo la fuerza de las autoridades le había venido excelente a Amara, pues para reemplazar a los puestos medios de las pequeñas bandas introducían a sus filas a muchos novatos. Víctimas perfectas para sus pequeños atracos dada su poca experiencia en conflictos verdaderos.

Ya tenía tres semanas aproximadamente en la ciudad y para su fortuna nadie había notados sus ataques esporádicos a ciertos miembros criminales. Sin embargo había algo que la hacia mas feliz que el hecho de que nadie la notara, y era que la notaran, específicamente su trabajo. Como hacía en cada visita a un poblado diferente, se encargaba de dejar su huella para que la gente disfrutara un poco de su arte. Pero a diferencia de las otras ocasiones, en las que mas bien pasaba desapercibida, ahora había ya rumores sobre una persona a la que llamaban el terror de las naves. El nombre, un tanto exagerado, venia de que escogió como lienzos para sus pinturas a los pobres e indefensos vehículos, cuyos dueños se encontraban sumamente molestos al hallar tal "desastre" adornando sus preciosas pertenencias. 

En muchas ocasiones al tratarse de carrocerías especiales necesitaban un método igual de especial para devolverles su color original. En su mente Amara le estaba dando mucho trajo a quien se encargara de borrar los rastros de su expresión artística mientras que por un poco tiempo su mensaje de alegría era compartido de forma involuntaria por sus amables colaboradores .

Amara estaba a punto de repetir la característica rutina que había adoptado hace un par de semanas. Después de levantarse muy temprano por la mañana y aun con dinero de sobra se dirigió a una tienda para comprar mas pintura. Comprobar siempre de la mejor que había para su gran obra maestra pero nunca podía evitar comprar un par de latas de pintura en aerosol para tener materiales con los que hacer un par de travesuras. Luego de comprar la pintura se encaminaria al edificio donde estaba pintando, pero ese día se topo con un imprevisto en su camino. 

Frente a sus ojos se posaba completamente abandonado (para ser algo tan lujoso) el último modelo de las naves personales que salieron ese año. Sin duda era un candidato perfecto para plasmar un lindo diseño sobre el. Lastimosamente la pintura que llevaba no seria suficiente para algo demasiado bueno, en especial porque solo contaba con tres colores en aerosol, rojo blanco y negro. Tenía planeado hacer algo más tarde con ellos después de haber recogido un par más en su escondite pero definitivamente no podía desaprovechar una oportunidad como esta.

Se acercó furtivamente a la nave cuidando que nadie la viera. Dudo un instante de que podría plasmar en aquel majestuoso vehículo y tras pensarlo unos segundos lo tenía claro. Destapó la pintura roja y comenzó su labor.  Si hacía falta tendría que ir por más pintura pero ya que había comenzado no estaba dispuesta a dejarlo a medias. Cambiaba entre una pintura y otra, roseaba frenéticamente por todos lados casi como si algo la poseyera. Se abstrajo tanto en su mundo que no notó la presencia de una pareja que se había colocado detrás de ella.

-Hey¡

Gritaba una mujer para llamar su atención pero viendo que no surtía efecto la tomo por el hombro. Amara sobresaltada fue a estamparse contra la nave para luego caer al piso. 

-¿Qué crees que le estas haciendo a mi nave (pendiente inventar un mejor nombre) mocosa?

Nerviosa la funo no podía formular palabras sin dificultad.

-Yo...yo solo... estaba, dándole un retoque... a tu hermosa nave.

Ninguna de los dos le respondió, solo la miraban amenazadoramente. Esto hizo pensar  a Amara que se encontraban incluso mas impactados que ella y esto le daba una oportunidad de huir. Así Amara intentó escapar dirigiéndose a la parte trasera del carro para no ir de frente a la pareja pero al contrario de lo que pensaba el hombre se movilizo de inmediato. 

RWBY un futuro alternativoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora