Capitulo 4

29 3 1
                                    

“Todos somos necesarios pero nadie es imprescindible”

Me pasé todo el día nadando en mis recuerdos. Pero llega un punto en que no puedes aguantar la respiración y tienes que salir a la realidad a tomar aire. En ese momento exacto en que tu mente te deja escapar de las garras nítidas del pasado, tu cordura se vuelve estable.

Distracción. Necesitaba distraerme fuera como fuera y la única cosa que me vino a la cabeza fue “Aire”. De repente Sarah se asomó a la puerta de mi habitación, con una mirada insípida.

-  Oye Nat , ¿por algún casual …-Paró antes de terminar de formular su pregunta-.

-  ¿Qué quieres Sarah?-.

-  Nada, déjalo es una tontería- Al decir la última palabra se fue sin dejar rastro.

Me había dejado con la duda y eso no iba a quedar así. Entonces me pregunté ¿Dónde iría Sarah? Supongo que a una tienda de ropa o ¡A un bar! Eso es. Cogí mi móvil y salí por la puerta de casa escopetada.

Fui de bar en bar, de tienda en tienda. Y nada. Busqué a mi impulsiva compañera de piso por todos los sitios que me había mencionado anteriormente y por raro que parezca, no la encontré, tampoco iba a perder el restante tiempo que quedaba de luz solar buscándola. La palabra exacta para definir lo que estaba pasando era “Rendición”, pero el cansancio ganó a mi orgullo y contra eso no se puede hacer nada.

Las palabras de Sarah me pasaban por la cabeza una y otra vez “¿Por algún casual?””Déjalo es una tontería” Su mirada insípida me sabía a confusión “¿Por algún casual?””Déjalo es una tontería”.

Si pretendía dejarme con la intriga de que demonios le pasaba…

Lo había conseguido y Natalie SIEMPRE gana. 

Lágrimas de PlomoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora