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Había pasado unos días de la "pelea" entre Chat noir y Luka.

Kagami asistió todos los días a la casa de su... ¿aliado?, esperando a que se mejore para que le ayudé a unir a Marinette y Adrien, pero...

La japonesa estaba de brazos cruzados, con el ceño fruncido y un ligero tic en el ojo al ver que Luka ya se había recuperado pero había adquirido un resfrío que no lo dejaban ni levantar.

Ése chico era muy débil y desesperante.

La madre de Luka se acercó a la peliazul y le habló despacio, ya que su hijo estaba durmiendo.

-Lo siento Kagami, mi Luki hoy tampoco podrá salir a jugar contigo. - le dijo.

La chica gruño molesta, se dio media vuelta y se fue.

Los hombres parcinos eran muy débiles.

Ella solá se haría cargo de juntar a los ciegos y le mostraría a Luka que no necesita de su diminuta ayuda.

Una vez la esgrimista se fue, Juleka se acercó a la habitación de su hermano, con cara de fastidio.

-¿Sabes? Eres pésimo fingiendo. -exclamó la gótica mientras su hermano se tapaba la cabeza con una almohada y su madre le daba con la chancla.

Luka estaba de diez, pero gracias a que su madre en ésos días se encargó de ponerle sobrenombres raros que supuestamente siempre tuvo, como "el bebo, pompis tiernas, reptiliano, Luki, fideo, princeso y niño manía", ahora no sabía como mirar a Kagami.

Y ni hablar cuando Juleka perdió la timidez con la esgrimista y le dijo cosas personales como que en los días de tormenta, hasta los doce años, él pedía dormir con ella por que tenía miedo, que se echaba desodorante de mujer para que sus amigos crean que estuvo con alguna chica, que no puede usar papel higiénico sí no es súper suavecito, que cada vez que ve el inició de la película de Up, llora y que de niño decía que se quería casar con su primer guitarra...

Odiaba a su familia y a Rose.

Así es, Rose también intervino pero le hacía interrogatorios a Kagami para ver si era la ideal para él.

Todavía recordaba como el día anterior, Rose se acercó a él, con una corbata puesta y le dijo "es una buena chica, apruebo su relación".

¡Hasta le dio una sonrisa y pequeño asentimiento con la cabeza como haría un padre!

¡¿Qué pasaba con la gente de su entorno?!
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Con Kagami.

La chica iba echa una furia a la escuela de los ciegos.

Ya eran cuatro días que venía soportando los raros interrogatorios de ésa chica Rose y ahora resulta que Luka se enfermó.

Ésos días tragó su orgullo y fue a visitarlo, sólo por responsabilidad ya que ella provocó que Chat noir lo golpe en un ataque de celos.

"¡Genial! Ahora también me interesa un poco la relación de Marinette y Chat noir.
¡Todo es culpa de ése tonto de Luka Couffaine!"

La peliazul hizo un esfuerzo sobrehumano para no sonreír al recordar toda la información que adquirió para molestar al guitarrista.

Definitivamente lo iba a usar como venganza por hacerle pasar todo éso.

Llegó a la escuela y fue al salón de clases.

Una vez tuvo la oportunidad de estar allí, en un ataque akuma, así que sabía donde quedaba.

Subió las escaleras y suspiro profundo.

Ahora que se daba cuenta, del mismo cólera, no había planeado que hacer.

Se acercó a la puerta y...

-Eres muy mala Marinette, voy a tener que disciplinarte.

La chica se quedó con la mirada traumada al ver a Marinette sentada y Adrien parado delante de ella, con una regla de madera en sus manos.

-¡Ustedes están enfermos! - gritó con su rostro sonrojado, antes de irse, oyendo la risa de Marinette.

¿Se burló de ella?

Ésa chica tenía agallas.
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En la casa Couffaine.

Luka aprovechó que estaba sólo en casa para darse un baño y ahora estaba bebiendo leche de la caja, con su cabello mojado, su piel ligeramente húmeda y con sólo una toalla que lo cubría de la cintura para abajo.

Ésa paz, le daba inspiración para encontrar melodías interesantes.

-Con permi...

El de mechones azules quedó de piedra mientras veía a Kagami entrar y quedar viéndolo con los ojos en blanco mientras a él se le caía la leche por el cuerpo.

-¿No qué estabas enfermo? - preguntó la peliazul, con su habitual porte, sin inmutarse ni un poco por ver así al chico... pero Luka...

-¡Sal a esperar afuera, pervertida, insensible!

Se fue corriendo a su habitación mientras la chica pasaba adentro, rodando los ojos.

-Oye Luka Couffaine, ¿me podrías explicar que significa cuando un chico tiene una regla de madera y le dice a la chica que...

-¡No lo sé! ¡No entres a mi habitación que me voy a cambiar! - gritó Luka, cerrando la puerta.

Kagami suspiro con fastidio.

Ése chico era todo un dramático.

Miró la caja de leche que el guitarrista dejó sobre la mesa, recordó la escena de ése líquido recorriendo el torso formado del chico y sacudió la cabeza.

No sabía por que recordó éso pero no le gustaba.

Mientras ella esperaba a que su aliado se terminé de cambiar.

En su habitación, Luka estaba arrodillado y tapando su rostro con ambas manos.

Ésa chica era toda una reina de hielo.

Casi lo ve desnudo y actuó como sí nada.

-Kagami... la melodía que liberas, es cada vez más confusa para mí. - susurro, con sus mejillas ruborizadas.

Y así, Kagami vio una escena rara entre Marinette y Adrien, Luka perdió un poco su habitual compostura gracias a que casi es visto desnudo por alguien que ni se inmuta y...

El muro de hielo que está en el corazón de Kagami, ahora tiene una pequeña grieta, apenas visible.

Continuará...
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¡Hola!

Lo admitió, pasé a que está es una historia secundaria con otra pareja, que plane, no creí que que les fuese a gustar más que a unos cinco como máximo.

Bueno, a seguirla.

Espero que les haya gustado el capítulo.

Gracias por su tiempo.

Volveré...

FÁCILDonde viven las historias. Descúbrelo ahora