Capítulo 1

148 0 1
                                    

Capítulo 1:

Una voz de chica, sonó en mitad de todo el barullo de clase. Sorprendiendo a más de uno con sus palabras.

-¡Me aburro!-gritó Gabriella en mitad del cambio de hora de la clase.

Todos sus compañeros volvieron las cabezas para observarla, a ella, en ese escaso pupitre que estaba al lado de la ventana  y que era el peor iluminado de todos. En aquel rinconcito donde se hallaba la chica con menos popularidad de todo el instituto.  

<<Mierda… ¿Para qué digo algo? Siempre la estoy cagando, joder>> pensó ella. Se puso roja y miró rápidamente hacia el suelo de la clase. Todos los demás volvieron la cabeza, riéndose de y cuchicheando habladurías sobre ella.

Dos vocecitas, a las que ella llamaba minis yo, hablaron a la vez, atropellándose las palabras la una con la otra, en la cabeza de la chica:

-¿Qué haces? ¡Mira a esos chicos monos!-señalando desesperada una mini Gabriella-¡MIRA!

-¿Qué haces? No hables con personas desconocidas, así mejor que permanezcas callada y atendiendo-era su mini yo inteligente y cuerda-Haber lo que te pueden hacer esos chicos.

Las dos minis yo se miraron y gruñendo como bestias se gritaron, peleándose como siempre:

-¡Fresca!-gritaba la mini yo inteligente.

-¡Amargada!-gritaba la mini yo rosa.

Otra vez las dejé peleándose en su nada blanca, la cual era su hogar, sobre la manta persa, y yo miré a mí alrededor. Los chicos se encontraban al lado de la ventana y observaban a las chicas, a otros de sus amigos que no dejaban de pelearse o de hacer gilipolleces, mientras ellos mismos gritaban tonterías para hacerse reír entre sí, dando voces, que molestos.

 Las chicas, mientras, estaban todas en la puerta con la cabeza fuera de la clase, ya que subían los chicos de 4º ESO C, que venían de educación física y sin la camiseta… ¡Qué novedad! Puso los ojos en blanco e hizo un pequeño “chist” con la boca. Las chicas que no estaban en la puerta, se miraban entre sí, observando a sus novios o a los chicos que les gustaban. Tonterías de adolescentes.

<<Recuerda que tú también eres adolescente, aunque a veces te sales de lo normal un poco ¿eh? >> Pensaba mientras miraba a su cuaderno y volvía a trazar una línea para formar aquellos ojos. Suspiró y escuchó algo. Giró la cabeza y vio que estaba lloviendo. <<Genial, tía, hoy tienes un día de suerte>> Le martirizó su subconsciente. Escuchó algo que venía desde la puerta y vio que la profesora de francés acababa de entrar, todos los alumnos se sentaron en sus respectivos pupitres. Se quedó en silencio toda la clase hasta que la profesora de francés dijera:

-¡Booonjouuuur!- con aquella sonrisa súper alegre.

Toda la clase, excepto yo, contestó:

-¡¡Booooojour!!-el silencio que se habían impuesto había quedado roto por aquella palabreja en francés, que había sido tan catastróficamente mal pronunciada, como bienvenida a la profesora.

<<Me avergüenzo de mi propia clase… Dios mío>> Me di una pequeña torta en la cara. Siempre siendo así, madre mía los adolescentes. Que aburrimiento. Y de nuevo, esa parte de mi subconsciente me recordó <<Señorita, tu eres una adolescente…>> Y tiene razón mi cabeza. Maldije en mi interior por lo idiota que era.

La profesora, ajena a mis pensamientos, parecía obsesionada con querer seguir el ritmo de la clase, con lo que, empezó su ritual. Un ritual que siempre hacía todas las mañanas que nos daba clase. 1º pone los libros de francés y su archivador forrado con chistes en francés, sobre la mesa, lo hizo. 2º mira el parte y reacciona de forma muy bien ensayada preguntando…

El preludio de locuraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora