Capitulo 4

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Dedicado Annie_Schade

Adrien al ver a la rubia marcharse opta por ir a un callejón para transformarse en chat noir.

—¿Por que vas a seguirla si no quiere ni verte? - dijo Plagg

— Quiero saber sobre esa promesa que por mas que le de vueltas no consigo saber.

—Bueno antes de transformarte dame queso.

—Guarda para después. -dice mientras le da una porción de queso.

—Si si. Eso ya lo se

—¡Plagg las Garras!- dicho esto una luz verde le rodea hasta convertirse en Chat Noir.
Con sus garras escala el edificio hasta llegar en lo alto y comienza a saltar los edificios.
Aquello le provocaba una sensación de libertad.
Siguió asi hasta que la vio ser abrazada por Félix y entrar en el hotel.

Salta y llega a la suit de Chloé. Ahora esta en su balcón.

Pov. Félix:

Félix iba en la limusina. Quería llegar antes al hotel de la rubia. Estaba a unas calles de llegar cuando ve a ella abrazándose a si misma con la mirada gacha. Pudo observar que a estado llorando.

—Pare el coche - le dije al chófer. El  nombrado hizo un chirriante sonido de neumático al frenarlo para que él pudiera bajar y atenderla a ella.

—Chloe.. - dice suavemente a lo que la rubia no tarda en girarse y correr hacia él.
Félix abre los brazos ha lo que ella no tarda en envolverse entre sus brazos.

—¿Quieres hablarlo?-le digo veo que ella asiente con la cabeza. - pero aquí no -le limpio las lágrimas odio ver a las mujeres llorar.- mejor hablamos en mi cuarto. -dijo mientras agachaba la cabeza y le cogió la mano mía y con su pulgar me acariciaba la mano. Me guió hasta el ascensor y pulso el último botón.

Yo solo la observaba. Se veía tan frágil que parecía que en cualquier momento explotaría de nuevo.
Crucemos el pasillo que da a la suit presidencial de la rubia.

Una vez dentro ella sin soltarme la mano. Me dirige a su cama y ella se sienta en un extremo y yo me siento en el otro listo para escucharla.

—Cuando quieras Chloé. Soy todo oídos. -hago una pausa al oirla suspirar — Hablarlo ayuda. -la aliento para que suelte la amargura que guarda consigo.

—Quizás y a ti te parezca una locura - dice mientras la veo mirar hacia la nada como envuelta en sus recuerdos —Es una promesa. -dice con suavidad —Una promesa por una persona a la cual consideraba uno de los mas importantes en mi vida. -se le sale una lágrima —Te lo contare pero tienes que prometerme que no saldrá de estas cuatro paredes. - le limpio la lágrima —no tengo porque hacerlo porque tu estas depositando una confianza en mí. Una confianza que no estoy dispuesto a perder- ella me acaricia la mejilla. No se pero su tacto me estremeció. Era como de mamá. Porque lo hizo con cariño Félix dijo mi subconsciente haciendo darme un golpe mental.

Narrador omnipresente:

Todo esto era observado por el felino que meraba con nostalgia. Él añoraba esos momentos que pasaba con ella. Lastima que nunca lo valoro mientras lo tenia.

Por Una Navidad A Tu LadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora