parte 10

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al día siguiente.

- Buenos días, señorita Cox. - dijo Dutch.

Iba a contestar pero...

- Oh, ¡Dutch, prestame atención! - dijo una pelirroja, iba borracha.

Todo el mundo se acerco hacia ella, y... Ella dijo unas barbaridades, como, que le contaba cosas a las autoridades etc.

- ¿Ahora que? ¡Majestad! - dijo riendo.

De repente me llevé el susto de mi vida, la metieron un tiro.

Era la señora Grimshaw. Me la quedé mirando, luego miré a Dutch, quien estaba siendo consolado por Arthur.

No podía creer ese momento... Dutch parecía dolido, Dutch quería llorar.

Se llevaron el cuerpo de esa chica, Molly. Molly O'Shea era su nombre... No se que pensar sobre ella, nos ha puesto a todos en peligro.

El problema es Micah. Mañana se lo diré a Dutch, no me va a creer... Pero, habrá que intentarlo. Ahora no se lo voy a decir, ahora no... Tiene que asumir las cosas.

Le entiendo perfectamente.

Fui a decirle a la señora Grimshaw que no se preocupe. Que hay que encargarnos de otra persona y que hizo bien. Al fin y al cabo ahora cualquiera sabe donde estamos.

Al día siguiente

Fui a decirle a Dutch, estaba hablando con Arthur. No me importaba que estuviera ahí, de echo, Arthur ya lo sabe.

- Buenos días, chicos. - dije entrando en la tienda de Dutch.

- Le estaba diciendo lo de micah. - dijo Arthur.

- Justo venía a decirte eso... Dutch, micah es... Es un soplón. Le escuche decir todo lo que hacemos, todos tus planes TODO. Yo se que confías en el, pero si quieres sobrevivir hay que matarlo.

- Bien... Os creo, os creo. El plan es - dijo susurrando - Le voy a decir a micah que es el mejor, en frente de todos vosotros. Tú Chelsea, harás los honores. Le dirás 'felicidades' en un tono amable, ya que no habláis mucho. Pero tendrás un cuchillo en la mano, y te lo esconderás en la espalda. Cuando se gire a decirte gracias o cualquier tontería, tú, le clavaras el cuchillo y de una patada lo tirarlas. ¿Entendido?

- Verás como todo sale bien, se puede confiar en mí. - Dije sonriendo y saliendo de la carpa.

Bien, al fin. Fuera uno menos.

Llegó el momento.

- Hoy, amigos y amigas, quería darle las gracias a micah. Por ser el mejor en esta banda, es mi mano derecha ahora. Muchas gracias micah.

Fui hasta micah, y ahí llego mi turno.

-¡Muchas felicidades, Micah! - mire a Dutch que estaba sonriendo. - Eres el mejor ahora, eh.

- Eso creo.

Saque el cuchillo y se lo clave. La sangre salpico mi brazo y parte de mi ropa.

- El mejor en el infierno, micah.

- Ahí es donde ardereis, CABRONES. - dijo y le pege la patada más grande que había pegado en mi vida.

- Puto soplón. - salí de esa escena sonriente y fui a lavarme esa sangre.

Mientras ponía agua en mi brazo de un barril, se me acerco.

- Menuda señorita. - dijo Arthur pasando su brazo por mi cintura.

- ¿Donde van a llevar su cuerpo? - pregunte yo, mirando mi brazo.

- A los cocodrilos. - dijo y río.

- No pensaba que los cocodrilos tenían tan mal gusto.

- Créeme lo tienen. - dijo y reímos.

Forajidos ; Arthur Morgan y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora