Capitulo 5

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Lyanne está rota, cada vez que recordaba sus recuerdos atormentados volvían los malos pensamientos hacia ella misma.

Vivió en un entorno donde todo era un sueño agridulce.

Lyanne está aún apoyada en el árbol mientras que las gotas de agua se deslizan en el pelo miel de la chica. Ya ha dejado de llorar, pero tiene un nudo en la garganta que le consume, la lluvia aún no ha parado, y eso hace que Lyanne comience a temblar por el frío.

-Es que soy tonta. -Espeta hacia ella misma.

Y es que razón no le falta. Había corrido sin preocuparse de la lluvia, y no tiene nada para cubrirse. Ella siempre ha intentado de a alejarse de las cosas negativas. Huye de la realidad.

De tantos libros que se ha leído, ha llenado su mente de cosas irreales y fantasía, sin embargo, cuando ella está en la realidad le da un golpe bajo brutal.

¿Por qué le pasa esto a ella? No lo entendía, su familia nunca le apoyó, y menos con el desgraciado que estuvo viviendo en el mismo techo que él. Y para terminar la infidelidad de su exnovio. La joven siempre ha querido aparentar fuerte y ser fría, ahora sabe que no puede hacer eso en realidad.

Ella está rota y necesita juntar todas las piezas otra vez —Desde la más pequeña a la más grande—. Desde siempre ha estado preparada mentalmente para cosas así, para luego destruir todo lo construido por una simple pregunta.

"Cuéntanos algo de ti "

No hay nada de ella para contar, no hay nada romántico ni bonito, solo desesperación e impotencia. Al final se va a resfriar, esnifa y tiembla como una gelatina.

-Venga Lyanne, no pasa nada, tú puedes con todo. - Se anima a ella misma.

Se levanta y comienza a caminar hacia el parking del McDonald's.

Y se lleva una gran sorpresa.

Se encuentra a Asker apoyado en su coche fumando. Su pelo está mojado y los pensamientos de Lyanne se convierte en lujuria. Fumando se ve atractivo, de hecho, siempre está atractivo. Él despreocupado con la camisa negra y esos tejanos, todas las mujeres caen rendida por él, y aunque le fastidia eso Lyanne lo admite, era sobrenaturalmente atractivo y está bien cañón.

La joven temblando se acerca con la mirada al suelo hacia Asker.Este al ver a la chica tira el cigarro y lo pisa.

- ¿Estás mejor? Vas a coger un resfriado.

-Estoy bien. -Espeta cortante.

-No soy tu enemigo Lyanne, si quieres hablar yo estoy aquí.

-No necesito a nadie. -Miente.

- ¿Qué es lo que te ha pasado? - Pregunta el chico preocupado.

El primer día se pasó con ella, pero en realidad estaba cabreado con su padre y se lo tomo con Lyanne. No quería ser grosero.

Lyanne sube la cabeza para mirar a los ojos de su jefe.

- ¿Puedes llevarme a casa? - Dice evitando la pregunta del chico.

Este asiente y le abre la puerta a la chica.

- ¿Quieres poner algo de música?

Niega con la cabeza.

-Me quería disculpar por el primer día que te conocí, estaba muy enfadado con mi padre. No me creía que me dejara la empresa a mí. -Suspira. - No tenía nada de responsabilidades me iba de fiesta y llegaba a casa a la madrugada con unas dos chicas. Llevo dos o tres semanas trabajando contigo, y te conozco más de lo que tú crees. Mi padre me ha comentado cosas tuyas. -Lyanne lo observa atentamente-. No todas claro está, pero sé cómo llegaste a mi familia. No sé el porqué, pero si la primera vez que mi padre te vio.

-Fue lamentable como me encontró. -Susurra.

-Lamentable-Murmura. -, no sé si decirlo así, eras solo una niña. Lamentable son aquellas personas que te hicieron eso. -Espeta cortamente.

-Si, pero están libres y no pudriéndose en la cárcel. -Su tono se eleva con frustración.

Asker se gira sorprendido y frena sin vacilar el coche.

- ¿Libres? Como pueden estar libres esos gilipollas. -Grita

Lyanne se queda callada, solo observa las expresiones faciales de su acompañante; Rabia. Ella sabía porque no están en la cárcel, según el juez no tenían pruebas.

-No tenían las suficientes pruebas para la cárcel.

Está vez Asker arruga las cejas.

- ¿Que no tenían pruebas? Mi padre te tuvo que llevar a terapia, y cuando llegaste a mi casa estabas llena de sangre ¡solo tenías 14 años!

- ¿¡Y que!? Para ellos nunca tuvieron pruebas, nunca. -Chilla con desesperación. - A los jueces siempre les han importado una mierda a las mujeres en estos casos. Aun que me duela tengo que seguir adelante. Y claro que me gustaría que estuvieran en la maldita cárcel, pero no es así.

-Si yo hubiera sido el juez...-Le corta Lyanne.

-Si tú hubieras sido el juez hubiera sido peor. No quiero que nadie sienta pena por mí, me la se arreglar yo misma, desde pequeña ha sido así.

-NO ES POR PENA. Aquellas personas merecen estar en la maldita cárcel.

-Se lo merecen, pero no fue así. -Se muerde los labios.

- ¡Deja de ser tan buena! Esas personas incluso merecen la muerte.

Lyanne se queda callada, tiene razón Asker, pero no le va a dar la razón tiene sus razones para hacerlo.

-Llévame a casa por favor.

Y lo mejor que puede hacer Asker es hacerle caso. Lo hizo sin rechistar.

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Lunes.

AGGH LUNES.

Aunque Lyanne le guste los lunes, hoy especialmente no. Había tenido un gran sueño con sus personajes favoritos y quería seguir durmiendo. Suspirando se levanta y procede a hacerse su desayuno. Esta se encuentra a Aler durmiendo en el sofá. Sonríe y le da un mordisco a su tostada de mermelada.

Hoy tiene una reunión con Levi -Amigo y socio de Asker-, lo tiene todo preparado. La reunión consistía en las acciones de la empresa. Lyanne está nerviosa, es su primera reunión con Levi y con Asker como jefe.

Ya cuando está preparada coge su bolso y le da un beso en la cabecita de Aler. Lleva puesto una camisa blanca con una falda de color negra y unos tacones del mismo color, no muy altos.

Coge su moto y conduce hasta la empresa. Su pelo libre vuela por la velocidad mientras que Lyanne sonríe, le encanta esta sensación. Esa sensación de sentirse libre y con ningún problema. El viaje se hace corto cuando va así, es como que la moto sabe dónde dirigirse, ella ni si quiera piensa cuando tiene que ir a la derecha o a la izquierda.

Dejando eso, Lya llega a la empresa, se quita el casco y lo guarda. Tiembla por los nervios, en estos temas siempre ha querido hacerlo bien, no quiere fallar nunca. Sube por el ascensor y antes que se cierren las puertas alguien grita:

- ¡Para el ascensor!

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Un capítulo corto lo siento jeje. Pero con 1000 palabras, este capítulo me he basado un poco en el pasado de Lyanne.

¿Qué pasado tendrá Lyanne para que tenga tanto miedo?

Mi Querido JefeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora