S E V E N ;

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Querida Caitlin,

Escondí las rosas y los poemas de amor en tu casillero. Cuando lo abriste, se te cayeron encima. Leíste los poemas, y te reíste. Mentalmente bombeé el aire con el puño. ¡Funcionó!

Pero sigues siendo miserable. Pero todavía viniste a mí. Viniste y te sentaste conmigo en el almuerzo, apoyaste tu cabeza en mi hombro y te quedaste dormida. Tomé otra foto tuya. Parecías tan tranquila, pero podría decir que no dormías mucho.

Tenías bolsas grises pesadas que se hundía debajo de tus ojos, y tu piel estaba mucho más pálida de lo normal. Había arrastrado los dedos por la mejilla y suspiré, sacudiéndote hasta despertar. Te había sugerido que te llevaría a casa, ya que te veías enferma. Estuviste de acuerdo, y tuvimos el permiso para irnos.

Cuando llegamos a tu apartamento, te metí en tu cama y te sonreí oara tranquilizarte. Antes de que pudiera dejarte dormir, me estiraste y me agarraste la muñeca, deteniéndome en mi camino.

"No te vayas", habías susurrado, con tu voz temblorosa. "Tengo miedo".

Te había mirado confundido, pero de todos modos me metí en la cama contigo. Te aferraste a mi como un niño, tu rostro se enterró en mi pecho. Esperaba que no pudieras escuchar mi corazón, porque estaba tan emocionado de estar tan cerca de ti.

Podía sentir tu calor, podía sentirte contra mí. Me costó bastante no arrastrar mis manos por tus costados y sentir tu hermoso cuerpo. Pasé mis dedos por tu cabello y tu aliento me dijo que te estabas alejando.

"Gracias por ser tan buen amigo".

Creo que mi corazón se detuvo en ese momento.

¿Amigo? Oh, no, no lo creo.

Te amo, Caitlin, te amo. Un amigo no haría esto. ¿Por qué no te das cuenta de esto? Te amo, te amo, te amo. Eres mía. Solo mía.

Tu admirador secreto.

Psycho  《mk.t》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora