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El lunes en la escuela, paso todo el tiempo que puedo con Gia, ya que ella no se siente bien estos días, estoy preocupado.

- Gia, estas bien?- digo mientras le frotó la espalda.

- Si, sólo son mareos, creo me cayó mal algo que comí.

A regañadientes tengo que ir a clase, no quiero irme así que me quedo un par de minutos más de los ne necesario con ella.
Al llegar a clase el único lugar que esta disponible, es atrás y junto a Gabriel, por que este idiota siempre se sienta solo?

- Señor Pereira, haga el favor de tomar asiento- dijo el director detrás de mi.- Les vengó a informar que sus profesoras, la Sra. Ruiz no podrá venir, y la Sra. Galiarte llegara tarde, así que guarden silecio si no quieren que los separemos de salón en salón, y les aviso que les daremos tarea.

Todos asentimos silenciosamente, para luego empezar a hablar en voz baja, menos yo, que saco mi teléfono y empiezo a jugar a alguno de los juegos que tengo instalados. Estoy tan concentrado que no me doy cuenta de la mano que esta deslizándose de arriba abajo por mi muslo.

- Donde estas poniendo tu mano?- digo mientras actuó como si su tacto no me importara en lo más minimo.

- En tu pierna, algún problema con eso?- ahora si de verdad me esfuerzo para que no se note mi sonrojo, ni tampoco el temblor que tiene mi cuerpo.

- Si, que estamos en la escuela.- digo mientras saco su mano de mi muslo, y las apoyo sobre la mesa.- Intenta distraerte, as otra cosa.

- Como que?- dice volviendo a poner su mano en mi muslo.

- Quieres jugar a las cartas?

- A que juego.- dice aun sin quitar su mano de mi muslo.

- Jodete? Sabes jugar?- digo mientras mezclo las cartas.

- No recuerdo, me dices como se juega?- pregunta mientras que por fin saca se mano de mi muslo.

- Claro, entonces... El doce cambia de ronda, el diez cambia de palo, el cuatro repite, el siete y el once saltea, el dos hace que te comas dos cartas y el comodín hace que te comas cinco cartas.- él asiente y toma sus cinco cartas.

Quince minutos después, vamos empatados 2-2 y yo tengo dos cartas.

- Ultima carta- digo mientras tiro el 3 de basto.

- No por mucho- dice y me tira el comodín.

- Lo siento.- digo mientras tiro un dos, él sonríe y me tira su otro comodín.- No!

- Ah, no. Tu no de aquí no te vas hasta que gane.

- Te odio.- digo mientras junto las 12 cartas del maso.

- No es así, me amas, las marcas de mi cuello lo demuestran.- dice mientras baja un poco su camisata para dejar ver esas marcas moradas.

- Callate, yo... Ahg, solo tira.

- Awww, pareces un tomatito, te vez tan tierno.- dice tirando un siete.- Ultima carta... Y... Gane.

- Es todo, ya no te daré besos.

Toma Mi ManoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora