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Una semana después estoy saliendo por la parte trasera de la tienda, cuando un furioso Gabriel me acorrala contra la pared

- No entiendes que no es no? Es que acaso te volviste loco? Entiende que tu no me gustas! Jodido idiota, soy hetero, entiende, HE-TE-RO, no soy un jodido maricotas!- creo que ya se esta pasando de la raya.- por que mierda no me puedes dejar en paz?

Entonces, aprovechando su descuido, le doy la vuelta, y ahora soy yo el que lo acorrala.

- Entonces quieres que te deje en paz?

- Si.- dice antes mirar mis ojos con furia- tu solo me traes problemas, desde que llegaste las chicas se alejan, por que no entiendes que no me gusta?, no me gustas tu, no me gustan los hombres, y no soy un maldito homosexual... Yo... Yo no soy un jodido anormal- dice mientras me pica el pecho con el dedo.

Sus palabras... Sus palabras no solo hieren mi corazón, sino que también hieren mi alma.

- Lo haré, te dejare... Yo no te puedo obligar a nada, lamento haberte causado tantas incomodidades- digo separandome de la pared y camindo a mi moto- Lamento haber hecho que pienses que soy un anormal.

- No... Luka... Yo...

- No digas nada, creo que ya dijiste suficiente.- digo poniéndome el casco y arrancando por la calle en dirección a mi casa.

****

En cuento llego, tiro con furia el casco y subo a mi cuarto, cerrando con un portazo, el cual mi madre escucha y viene a averiguar que me paso.

- Lu! Que pasa?- dice entrando a mi cuarto para abrazarme, esta mujer siempre sabe que hacer.

- Mamá, tu crees que soy anormal?- digo mientras hundo mi cara en su cuello.

- Quien carajos te dijo eso?- dice mientras toma mi mano y limpia mis lágrimas.

- El chico al que invite a salir... Me dijo anormal, yo solo... Intente seguir el consejo que me dio el abuelo de pequeño.- digo recordando a mi abuelo.

- Consejo?

- Si, recuerdo que el me dijo, que si en algún momento encuentro a alguien que valga la pena, que no me rinda, que insista tanto como pueda.- digo sollozando.

- Tu abuelo es sabio, pero tal vez al chico no le gusto, tal vez él no valga la pena.- dice mientras me acaricia la cara.

- Definitivamente él no vale la pena.- digo apollando mi cabella en sus piernas, para que ella me peine.

- Que te parece si te preparo algo y comes en la cama?- dice ella, mientras me sigue acariciando.

- Pero, tu no tenias una reunión, con una amiga y su hijo?

- Tengo otros dos hijos, tu tranquilo, ahora obligo a tu hermano a bajar para que te suplante.- dice mientras se para y saca ropa para que me cambie.

- Eres la mejor madre del mundo.

- Lo sé cariño, lo sé.

Toma Mi ManoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora