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Final

Termino de arreglar mi camisa, para poder ir a peinarme.
Mi madre estaba terminando de ponerse el vestido y mi padre... Supongo que esta viendo el partido.

- Que haces viendo el partido?! Te tienes que arreglar!- grita mi madre.

Oigo como mi madre le reprocha y también como mi padre grita el gol de su equipo favorito.
Cuando me agacho para agarrar el cepillo que esta tirado en el piso, escucho un silbido.

- Dios mio! Pero si ese traje te queda perfecto- exclama Gabriel, al entrar a mi cuarto.

- Cariño, tu padre era panadero? Por que no cualquiera hace un bombón como tu- le guiño al decir esa frase.

- Pero si esa frase esta más usada que la mierda- dice entre risas.

Nos terminamos de arreglar y en el proceso nos sacamos una que otra foto.
para cuando mi mamá nos viene a llamar para irnos, estamos haciendo boca de pato para una selfie, así que ella se nos unió.

*********

Estoy tan nervioso, tengo el presentimiento de que algo no va bien, pero este se me olvida cuando siento la cálida mano de mi duraznito.

Pasan un par de horas, mi hermano y yo le entregamos la rosa a mi prima, ella y su padre bailan el vals y todo lo tradicional en una fiesta de XV.
Cuando estamos todos juntos en la mesa, incluyendo a mi prima y mi tía, puedo ver como las adultas se ponen rígidas.

- Creí que no vendrian- susurra mi madre.

- Te juro que yo no los invite.- le responde mi tía.

- Mamá, que pasa?- pregunta mi prima sin entender.

- Tus abuelos están aquí- responde mi madre.

Al instante me pongo nervioso, pensé que no vendrían, sabia que algo malo pasaría.
Gabriel toma mi mano y la acaricia, en un intento de calmar mi nerviosismo.

- Mi niña!- grita la grave voz de mi abuelo.- Pero que linda que estas!

- Abuelos! Hola, creí que no vendrían.- dice mi prima con tono nervioso.

- Como faltar a la fiesta de mi nieta favorita?- responde este, haciendo caso omiso a la presencia de mi familia; se que ese comentario le dolió a mi hermana, después de todo ella también es rechazada por mis abuelos.

Mi madre carraspea, haciendo que mis abuelo fijen su atención en nosotros, lo que hace que sus caras cambien drásticamente.

- Que hacen ellos aquí?- inquiera mi abuela.

- Lo mismo que ustedes.- responde mi madre con una sonrisa cínica.

- Se supone que esta es una fiesta familiar, y ustedes no son familia.- le responde mi abuelo.

- Que yo sepa, tu me procreaste, así que soy tu hija y ellos son mis hijos, por ende familia.- responde mi madre otra vez.

- Él no.- responde mi abuela señalando a Gabriel.

- Él es mi novio, y a Martina no le molata que este aquí.- le respondo cortante.

- Yo les pedí que vinieran- susurra mi prima.- Ellos son mi familia...

- No, no lo son- le corta mi abuelo- Dejaron de ser familia cuando dejaron que su hijo se corrompiera.

- Más respeto!- dice mi padre levantándose.- Mi hijo no esta corrompido, es mejor que tengas cuidado con lo que dices Julio.

- Me estas amenazando?- le espeta mi abuelo.

- Puedes tomarlo como quieras, pero con mi familia no te metes.

Todo queda en silencio, hasta que mi abuela toma del brazo a mi vuelo, y se lo lleva a la mesa, ella sabe que es mejor no armar un alboroto.

- Lu, te juro que yo no los invite.- dice Martina, intentando explicar.

- No te preocupes- le digo, sonriendo.

Pasa un rato, y al ver que nada pasa todo vuelve a ser como antes, volvemos a tener bueno humor y volvemos a reírnos como si nada hubiera pasado.

Al pasar una hora, la fiesta estaba cada vez más loca, mis padres estaban bailando y mis hermanos por algún lugar del salón, así que aprovechando que no hay nadie en la mesa, Gabriel y yo nos ponemos a bailar, bailamos varias canciones.

Al momento en que empezó a sonar Thinking Out Loud de Ed Sheeran, siento como Gabriel me abraza por la cintura, así que yo pase mis manos por su cuello.
Estamos casi al final de la canción, cuando nos damos un beso, no es un beso pasional ni tampoco uno que ni sea apto para todo público, más bien es un beso lento y romántico, un beso perfecto.
Al momento en que nos separamos, unimos nuestras frente para poder vernos a los ojos, en este mismo instante, nada parece importante, todo esta en segundo plano, o lo estaba hasta que mi abuelo me toma del brazo, obligándome a separarme de Gabriel, para poder dirigirnos a fuera, seguidos de mis padres, hermanos y mi prima.

Toma Mi ManoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora