TE PIDO PERDÓN

Capitulo 9

EMILIA

Estaba instalando mi equipo en la zona de la piscina de la universidad. Estaba emocionada por volver a tocar, si bien lo había echo en las fiestas de mi ex internado, se sentía especial volver a tocar para mis amigos.
Comencé a revisar mis antiguos playlists y al hacerlo me encontré con una canción que hace tiempo no escuchaba y que no recordaba tener guardada. Esa canción me la había escrito Claudio cuando cumplimos ocho meses de novios. Era el mejor regalo que me habían dado.

—Tú eres Emília no? — Dijo una chica que se me hacía conocida

—Si y tú? — Dije algo confundida

—Soy Romina la novia de Silverio — Ella era la acompañante de Silverio en la fiesta de la playa, recordé

—Aah... quien diría que alguien iba a lograr centrar a mi amiguito

—Todos dicen lo mismo... por cierto él me hablo mucho de ti — dijo con una sonrisa

—Espero que haya dicho cosas buenas

—Dijo que eras una excelente amiga, simpática, alegre y que siempre estás para todos aunque ahora no lo demostraras mucho

—Wuau no sabía que él pensaba eso de mí — dije con una sonrisa. Silverio nunca fue muy demostrativo, quizás porque no le gustaba causar lástima ni ninguna de esas cosas. Me ponía feliz saber que pensaba todo eso de mi. Seguí hablando un rato más con Romi hasta que recibió una llamada y se alejó.

—Silverio ya llegó!!! No hagan ruido —dijo Romina

—Me puedo sacar esto — escuché decir a Silverio

—Calmate gil — dijo Claudio

—A la cuenta de tres te lo quitas — dijo Ulises

—1,2...3

—Sorpresa!!!! —Gritaron todos
[...]

Estaba muy concentrada en la música hasta que lo vi, se veía hermoso como siempre pero no estaba solo. Estaba bailando con su novia, me hubiese encantado que estuviese conmigo ayudándome con la música como en los viejos tiempos pero ya nada era igual y debía aceptarlo aunque doliera. Aparte mi mirada cuando comenzaron a besarse, me dieron ganas de llorar, necesitaba ir al baño. Así que deje a León encargado de las música y salí corriendo.
Cuando iba volviendo escuché esa canción, quede paralizada, quien la había puesto. Al entrar a la piscina pude sentir su mirada sobre mi, inmediatamente corrí para cambiar la canción.

—Por qué la pusiste? —Le dije a León algo molesta

—Era la que seguía — dijo algo confundido.
Y cuando me fije me di cuenta que se había equivocado de playlist.

—Lo siento

—No te preocupes debería haberte advertido que habían dos listas de canciones — De pronto vi como Claudio se acercaba hacia donde nosotros estábamos

—Todo bien? — Preguntó

—Si, por? — dije algo nerviosa

—Por qué cambiaron la canción?

—Porque esa canción no era para la fiesta. León se equivocó de lista — dije lo más tranquila posible

—A la mayoría le estaba gustando... además que los cambios que le hiciste quedaron geniales — dijo Claudio con una sonrisa

—A mi me trae malos recuerdos y es bastante aburrida — dije y al instante me arrepentí. Esta vez se me había pasado la mano. Lo lastime, lo pude ver en sus ojos. Lo había dicho sin pensar

—No sabía que pensaras eso, creí que era especial para ti. Para mí lo era — dijo decepcionado. No sabía que decir, él me miro y luego se fue. Mire a León que se encontraba algo incómodo.

—Encárgate de esto — le dije a León y salí corriendo detrás de Claudio
[...]

—Claudio!! — grite mientras veía cómo se subía a su carro. Corrí lo más rápido que pude y antes de que él pudiera arrancar me puse delante de su carro

—Emilia correte!! — Dijo molesto

—No! Necesito que me escuches

—No quiero, ya dijiste todo. Ahora salí

—No quería decir eso sobre la canción. Nuestra canción — dije mirándolo a los ojos

—Ya no importa —dijo. Me acerqué a la puerta de copiloto y la abrí

—A mi si me importa. No quiero que pienses algo que no es — Ni siquiera sabía porque insistía tanto en aclararle las cosas. Claudio empezó a hacer los cambios para poder irse y no se porque pero me adentré en su coche.

—Emilia sal!!

—No! Si quieres irte esta bien pero yo me voy contigo

Aunque estaba molesto arrancó el auto. Ninguno de los dos dijo nada, todo estaba en silencio. No pude evitar mirarlo, tenía las manos apretadas alrededor del volante, estaba molesto pero aún así se veía hermoso. Quite mi mirada de él y observé por la ventanilla. Al ver el paisaje sabía perfectamente a donde íbamos.
Claudio se bajó del carro y se encaminó hacia la playa, este siempre fue uno de sus lugares favoritos. Decía que le daba paz, que lo tranquilizaba. Preferí quedarme un momento en el carro antes de ir a hablar con él.

No sabía porque estaba acá pero no me arrepentía, quizás en el fondo extrañaba estar cerca de él. Quizás quería sacarme todas las dudas que tenía antes de alejarme de él definitivamente. Me baje del carro y me senté a su lado, su mirada estaba perdida en el mar

—De verdad pensas eso de la canción? — preguntó

—Sabes que no. Esa canción es lo más lindo que alguien ha echo por mi

—Y por qué dijiste eso? — dijo quitando la vista del mar y mirándome. No sabía si decirle lo que sentía era lo correcto. Pero si quería seguir adelante debía tener claro que era lo que él sentía por mi

—Porque me dolió verte tan cerca de Antonia y se que es tu novia pero es algo que no puedo evitar. Me duele pensar que tú seguiste con tu vida mientras yo no he podido sacarte de mi cabeza. Me duele saber que te rendiste tan fácil, que no luchaste por nosotros. Y mi forma de herirte fue diciéndote eso respecto a la canción — Dije con lágrimas en los ojos.

Claudio me miro por unos instantes, limpio mis lágrimas y pasó su dedo por mis labios. Comenzó a acercarse lentamente y me beso, pero no fue cualquier beso, fue un beso con desesperación. Fue un beso que ambos necesitábamos.