EMILIA
Dos semanas después
Últimamente pasaba mucho tiempo con Matt ayudándolo con las clases de profesor Cooper, me la pasaba muy bien con él. Era muy gracioso y siempre lograba sacarme una sonrisa incluso en aquellos días en lo que no tenía ganas de nada.Con Claudio nos habíamos distanciado un poco, no tenía mucho tiempo para estar con él debido a la universidad y menos ahora que estaba ayudando a Matt con las tutorías. Casi ni lo veía y cuando lo hacía solo discutíamos por el poco tiempo que teníamos para vernos. Él sintió que estaba descuidando nuestra relación y quizás no estaba tan equivocado ya que hubo ocasiones en las que terminaba temprano pero en vez de ocupar ese tiempo para estar con mi novio me quedaba con Matt hablando de cualquier cosa. Y en el fondo sabía que estaba mal.
Ahora mismo me encontré con Matt en el salón, los dos solos, viendo algunos ejercicios que a mis compañeros se les estaba resultando difícil. Claudio se había ido sin siquiera despedirse, sabía que estaba molesto. Pude sentir la mirada de Matt sobre mi así que levante la vista de la hoja y lo mire. Tenía unos ojos muy lindos, podría estar horas mirándolos y no me cansaría
—Te ves muy linda concentrada - dijo sacándome de mis pensamientos. Pude sentir como me sonrojaba, siempre me decía lo mismo y aún así no podía evitar sonrojarme.
—Y más cuando te sonrojas —volvió a decir mientras acomodaba un mechón de mi cabello detrás de la oreja. Al sentir su tacto inconsistentemente cerré mis ojos y recordé la fiesta de hace algunas semanas cuando estuvimos a punto de besarnos.
—Me gustas Emi. Sé que tienes novio pero no puedo evitar sentir esto —Dijo provocando que abriera mis ojos, estaba a centímetros de mis labios, nuestras respiraciones se aceleraron.
—Creo ... que tú ... también me gustas —le dije en un susurro. Él bajo su vista a mis labios y rozó su labio con el mío. Provocando que perdiera el poco autocontrol que me quedaba. Sin esperar más acorte la distancia que nos separaba y lo bese.
Abrí mis labios para dar paso a su legua, intensificando aún más el beso. Sentí como bajo sus labios a mi cuello provocando que un sonido se escapara de mis labios y eso lo hizo perder el control tiro los papeles que estaban en la mesa y me levanto para sentarme en ella, entrelace mis piernas a cintura para tenerlo aún más cerca , cómo si eso fue posible. Subió nuevamente sus labios y los unió a los míos, y esta vez fui yo quien bajo a su cuello para besarlo, sentí como su mano se introdujo dentro de mi blusa subiendo por mi espalda
—Me vuelves completamente loco —susurro en mi oído.
Lo mire por unos segundos y él me volvió a besar, me deje llevar y entrelace mis manos alrededor de su cuello mientras sentía si manos por todo mi cuerpo y de pronto caí en cuanta de lo que estaba haciendo, abrir mis ojos y fue en ese momento que me di cuenta que no era Claudio e inmediatamente me separé de él
—Esto está mal —dije con mi respiración acelerada mientras me acomodaba la ropa.
—Lo siento pero no me arrepiento de nada— dijo Matt volviéndose a acercarse para besarme nuevamente pero lo detuve
—Será mejor que me vaya —dije, cuando me giré para irme y lo vi. Estaba frente a mi con lágrimas en sus ojos. Se me partió el corazón
—Claudio yo te lo puedo explicar —Dije acercándome a él pero inmediatamente retrocedió
—¿Qué me vas a explica? Lo vi todo - dijo limpiándose las lágrimas que caían por sus mejillas
—Fue un error —dije con mi voz quebrada.
—Lo escuche todo Emilia. Si te gustaba este pibe deberías habérmelo dicho. Por eso estabas tan distante, no era que estuvieses cansada. No quieras estar conmigo. Querías estar con él ... sabes te hago las cosas mas fáciles ... -Dijo mirándome de una manera distinta completamente un las otras veces
-... terminamos ... -susurró y se fue, traté de detenerlo pero sabía que había cometido un grave errorLo había perdido. Era verdad todo lo que me dijo, debería haberle dicho como me sentí. Estaba confundida, sabía que amaba a Claudio pero Matt me provocaba cosas que nunca pensé sentir por alguien que no fuera Claudio.
[...]Llegue a la residencia y al entrar estaban todos los chicos a excepción de él. Todos me miraban. De seguro Claudio ya le había contado lo sucedido a Ulises y Silverio
—Es verdad? —Preguntó mi mejor amiga. Yo solo logré asentir mientras aguantaba las ganas de llorar
—¿Cómo pudiste hacer algo así? Después de todo lo que Claudio hizo para recuperar tu confianza, de que estuvo contigo cuando más lo necesitaste. Tú vas y te metes con otro —Dijo Silverio
—¿Tu crees que no lo sé? ¿Crees que me siento la mejor persona del mundo? —Dije alzando mi voz y rompiendo en llanto
—No te hagas la víctima ahora Emilia. Claudio preocupado por qué no sabía cómo ayudarte con lo "cansada y estresada" que estabas mientras tú te besabas y toqueteabas con otro. Sabes para que fue a verte? Había conseguido entradas en primera fila de tu banda favorita —Dijo Silverio mientras me tirabas las entrada
—Basta Silverio te estás pasando - dijo Ulises tomando su brazo
—Me estoy pasando? Fue ella la que le fue infiel a mi mejor amigo en su cara y lo lastimó, y soy yo el que se está pasando? - dijo enojado soltándose del agarre de Ulises y saliendo del departamento
—Déjalo está enojado ya se le pasará - me dijo Ulises dándome un abrazo
—Tiene razón. Todo lo que dijo es verdad soy una basura —dije abrazándome fuerte de Ulises mientras lloraba
—Todos cometemos errores Emi - me dice Machu acercándose a mi. Pensé que estaría molesta conmigo pero no. Me separé de Ulises y me acerqué a Machu
—Gracias. Te quiero —le dije
—Aquí estoy por si necesitas hablar. Me giré para encontrarme con Keiko. Su mirada reflejaba decepción, me dolió. Era la misma mirada que tenía Claudio cuando me miro a los ojos
—Yo no poder. Claudio y tú mis amigos pero a mi no gustar traición - dijo mientras se giraba para encerrarse en su habitación
Sabía que no sería fácil que me perdonara, para ella era muy importante la lealtad y yo había engañado a Claudio. Estaba triste pero también muy confundida. No tenía claro mis sentimientos
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TE PIDO PERDÓN
FanfictionElla lloró por ella misma, para ella. Lloró por sus heridas, por sus fracasos, por decepción, por la explicación que trató de darles a personas que no lo merecían. Lloró por humillarse, por confiar. Lloró por darse cuenta que su única amiga era e...