Hoy era uno de esos días cuando al salir de la preparatoria podía esperar a Hyunjin para pasar tiempo juntos. Yo salía temprano y mis padres aún no llegaban a casa por lo que esperaba en la biblioteca a que su turno terminase.
De reojo lo observo sonreír al despedir a un cliente, viste una camisa gris con cuello de tortuga, sus redondas gafas y su cabello cae en su frente, ah, tan atractivo como siempre. Pero tan diferente al Hyung que me consume con la mirada, con chaquetas de cuero y cigarrillos en la mano.
—Deja de suspirar mientras observas al vendedor— mi amigo con brackets me codea.
Yo solo respondo con una mueca y vuelvo a suspirar —Aún me parece falso que él me haya besado ya dos veces. Creo que le gusto—.
—Felix, ten cuidado, recuerda que siempre terminan rompiendote el corazón— Jeongin me sonríe con ternura.
Y es que es cierto, siempre me fijo en las personas incorrectas pero sé que esta vez no será así, Hyunjin puede aparentar no ser bueno pero lo es, es tan dulce y amable que no puedo evitar enamorarme cada día más.
—Llevare este libro. Iré a pagarlo, ¿Vienes?— asiento y sigo con lentitud a mi amigo, Hyunjin me sonríe ligeramente al verme pero no puedo sonreír bien, me siento nervioso.
Finalmente después de despedirme de Jeongin, sale Hyung con un abrigo café y me extiende una bolsita.
—¿Qué es?— preguntó emocionado.
—Mira por tu cuenta— responde y camina hacia su motocicleta.
Emocionado comienzo a abrir la bolsita pero al sacar una cajita se me resbala de las manos y me agachó a levantarlo, esta quedó justo en los pies de alguien.
—Lix, pequeño torpe— se queja Hyunjin llegando a mi lado. Pero las palabras se me atoran en la garganta al ver al dueño de esos zapatos negros.
—Changbin— tanto Hyunjin como yo decimos al unisono.
Pero, ¿Por qué mi Hyung también lo conoce?.
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