Frustrado y enojado llegue a mi departamento, tirando lejos mi abrigo, la imagen de Felix no se iba de mi mente y mucho menos la de Changbin observándolo.
Ellos estuvieron juntos, mi ex novio y mi... Felix no es nada mío, nos besamos un par de veces pero nunca formalizamos nada. Oí un par de toques a la puerta y sin muchos ánimos fui a abrir.
Y en un abrir y cerrar de ojos el pequeño Lee se encontraba colgado de mi cuello y su nariz contra mi cuello me ocasionaba cosquillas —¿Q-que haces aquí?— pregunté intentando alejarlo.
Pero el negó repetidas veces con la cabeza aferrándose más a mí —Y-yo no sabía que eras el novio de Changbin, por favor Hyung, yo te quiero, te quiero a ti y a nadie más— sollozo.
Y correspondí a su abrazo, deleitándome con su embriagador aroma —Está bien, Lix. No llores—.
—Pero no quiero que me odies, solo quiero que sepas que nunca hice nada más allá de besos con Changbin— murmuró y metió su rostro en la parte de mi cuello y clavícula rozando sus labios en mi piel.
Temblé ante ello y lo aleje abruptamente —¿Y eso a mí qué, Felix?—.
El bajo la mirada avergonzado y apretó la tela de su suéter entre sus manos —S-solo no quería que pensarás lo contrario—.
Lo observé atentamente y suspiré, se veía tan jodidamente adorable luciendo como un cachorrito regañado. Aún así me molestaba no ser el primero en su experiencia en relaciones amorosas.
—Changbin te beso. Eso me molesta y mucho— gruñi y lo empuje hacia la pared.
El jadeo sorprendiendo y sin esperar nada más, presione mis labios sobre los suyos de manera suave, podía parecerlo pero no me gustaba ser rudo, no con Felix, él suspiro aliviado y enredo sus brazos en mi cuello poniéndose de puntitas para profundizar más beso y lo acepté, delinee sus labios con los míos, correspondiendo la desesperación en su actuar. El beso era apasionado pero tranquilo y profundo, a penas nos separamos, él sonrió con las mejillas totalmente rojas —Me gustas mucho, Hyung—.
—¿Más que Changbin?— pregunté.
—¡Hyung!— exclamó con su gruesa voz y golpeó levemente mi pecho.
Reí recargando mi rostro sobre su hombro y cerré los ojos, satisfecho de saber que Felix me quiere solo a mí. De que soy el dueño de sus suspiros pero aún saber que Changbin había vuelto me incómodaba.
¿Él no iba a intentar quitarme a Lix, o sí?.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.