1| La Caféine

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Diciembre 20, 2018

Estaban en vísperas navideñas y por ello MinHo se despertaba mucho antes de que su cafetería abriera para prepara sus famosas galletas de jengibre y budines de chocolate.
Cuando terminaba los colocaba en los estantes y empezaba a limpiar todo para abrir. Todo el ambiente relucía en luces y adornos, que lo volvían muy acogedor.
Apenas abría el lugar, no pasaban cinco minutos que la gente empezaba a entrar, el café de Lee era definitivamente el mejor y quedaba de paso al trabajo de muchas personas.
Pero era a las 10:30 que su cliente favorito llegaba, aunque nunca sólo.
Cuando su cabellera naranja pasaba por la puerta provocando el ruido de la pequeña campana, el corazón de MinHo saltaba por breves segundos, hasta que veía al acompañante de turno que traía esa vez.
Era algo extraño que cada día llegara con alguien distinto, muy pocas veces lo había visto volver con la misma persona. Como aquel chico de pecas que no hablaba muy bien coreano y según le dijo era de Australia o ese otro que todas la veces que iba sólo vestía de negro como para un funeral.
Después de eso los otros eran distintos.

Ahora lo vio entrar y para su sorpresa lo acompañaba aquel Australiano de pecas, dejó encargada la caja a uno de sus empleados diciendo que los atendía él y caminó hacia su mesa.

- Buenos Días- les dedicó una sonrisa- ¿Qué les puedo ofrecer?

- Hola, dame lo de siempre ¿Y tú Felix? - miró a su acompañante.

- Ah, un latte de vainilla con budín de chocolate- ordenó con dificultad.

- Oh Felix pareces un niño, que tierno - MinHo vio como revolvía los cabellos del australiano.

Algo se le revolvió en el estómago y salió de aquella escena para preparar el pedido. Al terminarlo solo se lo dio a otro empleado para que se lo llevara y él quedo en la caja donde estaba en un principio.
Lo que no notó por estar "sumido en cuentas" es que la vista de aquel peli naranja estaba pegada con atención en él.

Después del mediodía MinHo subía a su departamento arriba del café y dejaba todo a cargo de los empleados, pero volvía a bajar a las cinco de la tarde y se quedaba hasta la hora de cerrar así hacer el inventario para el otro día y calcular las cuentas.

- Adiós MinHo, hasta mañana.

- Descansa Chris - se despidió Minho del último empleado que quedaba.

Salió a la vereda para bajar las cortinas metálicas de las ventanas con la que cerraba el local.
Pequeños copos de nieve comenzaron a caer sobre MinHo, los cuales fueron incrementado en cantidad mediante pasaban los segundos y acabaron en convertirse en una fuerte ventisca de nieve, este se apresuró a asegurar todo y entrar lo antes posible para no enfermarse.

Desde la puerta vio a alguien taparse la cabeza mientras corría hacia él, sin entender cerró rápido la puerta con seguro, cuando este llegó y chocó contra el vidrio MinHo distinguió su rostro dándose cuenta que era aquel chico que acudía cada día a su café.
El muchacho le hizo seña de que si podía abrirle la puerta y Lee no tardo en acceder.
Quitó el seguro y le dejó pasar.

- Hola - sacudió la nieve de su cabello - Disculpe se que es tarde, pero se me quedó el auto parado y ningún lugar está abierto con este clima.

MinHo quedó sin saber que decirle, aparte de cuando tomaba las ordenes de él y de sus acompañantes, nunca había intercambiado palabras fuera de un "¿Que desea ordenar?" O un "aquí tiene".

- Oh, no hay problema ¿Quiere llamar una grúa? - preguntó con cortesía.

- Me sería de gran ayuda, gracias.

Minho le dio indicación de que lo siguiera hasta un teléfono fijo que tenía sobre la pared.

- No llevo el número de grúas o cosas por el estilo - tomó el papel que MinHo le alcanzó con el número al que debía llamar.

Coffee & You (Minsung)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora