If You ❀ NamJin.

Parte dos

La luz podía hacer parecer a todo el mundo alegre y lleno de vida y en mi infancia así podía creerlo.

Sin embargo ese día todo parecía más gris, incluso si el sol parecía ser el más radiante del año. Estábamos en ese salón lúgubre que se me hacía aburrido pero me mantenía en calma porque mi hermana me lo había pedido con lágrimas en los ojos.

En ese lugar también estaba mis familiares lejanos, todos vistiendo de negro y con un pañuelo en manos. Pero yo no podía entender nada. Yo no veía por ningún lugar a mi padre como era de costumbre.
Mi hermana lloraba tanto en silencio que podía llegar a tocar mi corazón de nueve años.

-"Tu madre ha fallecido hijo".
Dijo mi padre una vez pude verlo en casa. Pero como era posible que un niño pudiera entender eso. Mi madre era una persona tan buena, inventora de las mejores galletas de las que ya casi no podía recordar el sabor. ¿Cómo se suponía que yo debía entenderlo?

Abrí los párpados lentamente, hubiese preferido no hacerlo pero a nadie le gustan los rayos del sol a las diez de la mañana justo en la cara. Me había ¿desmayado? Vaya no lo sabía. Únicamente sabía cuál era mi nombre y torpemente recordaba cómo había llegado ahí.

La punzada en mi cabeza no podía hacerme reaccionar mejor, no era un gran dolor pero yo había nacido siendo todo un exagerado e iba a morir de la misma forma.

Entonces miré realmente todo mi alrededor, la noche anterior. Recordé la música fastidiosamente elegante. Las personas en traje pulcro, después yo peleando con mi padre y saliendo de ese lugar rápidamente. Pasó todo en mi cabeza como pequeños rayos.

No había podido creer que pudiera dormir tan profundamente sentado en un sillón por todo una noche hasta ese día. Cuando ni siquiera el sofá era tan cómodo para comparársele a una cama.

-Al fin despiertas.

Realmente no había prestado atención a nadie que estuviera conmigo, pero ahí estaba Nam Joon mirándome fijamente con un cigarrillo del que no noté el olor sino hasta que lo ví dando una calada. Me miraba como sí en mi encontrara la pregunta más difícil que se podría plantear en el mundo.

-Te desmayaste. ¿Nunca habías tomado cerveza o qué?

Me preguntó pero no parecía necesariamente preocupado. Su voz era más gruesa de lo que yo podía conocer y pensé en que tal vez eso sí me había puesto un poco nervioso.

-La verdad, casi nunca bebo.

Lo vi asentir comprendiendo todo y en ese momento me pregunté a mi mismo qué hacía en ese lugar cuando debía estar en casa. Posiblemente mi celular estaría lleno de llamadas perdidas pero no me importaba lo suficiente para hacerme parar en un movimiento e irme como también era posible que mi padre ni siquiera notara mi ausencia.

Como hace un momento volví a recordar lo de la noche anterior, todo tan ruidoso, las personas bailando unas con otras.

-¿Estás bien?

Preguntó Nam Joon.

Después, recordé lo lento que pude ver a mi alrededor. Nam hablando con ese chico castaño, Nam apretándolo por la cadera, Nam besándolo, Nam subiéndolo a sus piernas, Nam friccionándose descaradamente.

-Seok Jin. ¿Estás bien?

Volvió a preguntar, pero yo no pude verlo a la cara. No cuando seguía teniendo esa opresión en el pecho con todo lo que mi padre me había advertido evitar a lo largo de mucho tiempo.

Me atreví a mirarlo aunque no a los ojos, nunca a los ojos, para mí era fácil fingir que su condición sexual no me parecía repugnante junto con el olor a humo de cigarro que se esparcía por toda la habitación.