Leah p.o.v
Me pasé el fin de semana tratando de entender como terminé en esa situación. No importaba cuantas veces me dijera a mi mismo que fue un error, no podía quitármelo de la cabeza. Su voz, su olor, su boca. Lo recordaba todo perfectamente, y el hecho de que lo anhelara tanto me intimidaba como nada.
Los días siguientes fui al gimnasio, cociné una increíble cena para tres (T.J, Charlie y yo), renté una película y hasta hice maratón de Friends. Cualquier cosa para olvidarme de don prefecto y sus dedos mágicos. No es necesario admitir que no sirvió de nada. El lunes a la noche llamó mi mamá. Eso normalmente significada qué me esperaban unos 40 minutos fácil de monologo sobre su clase de tejido, mi sobrino Nate (hijo de mi hermana Sara), o sobre una inesperada y trágica muerte.
-No sabes quién murió!-exclamó no bien la saludé- el tío abuelo de James, el herrero que vive a la vuelta de casa. Ya sabe, el de la casita amarilla. Bueno como sea, estaba muy enfermo y falleció esta mañana.
-Siento oír eso. Como va todo en casa?
-Bien, bien gracias al cielo. Tu padre está disfrutando de su jubilación pero sigue metido de lleno en muchos casos importantes. El doctor Jennins le recomienda que adelgace un poco pero ya conoces a tu padre y eso no es muy probable. Sara nos visitó con Nate y Lucas este sábado. Esta contenta pero llena de trabajo. Ella y Lucas están buscando una niñera a tiempo completo. Ya sabes como es esto, eh? Nada fácil. Caleb está por rendir sus finales en la universidad así que la casa es un completo desastre de hojas y papeles. Pero basta de mí. Cuéntame querida, como va el juicio?
-Honestamente mejor de lo que imaginaba-contesté mientras pelaba unas papas- aunque sabías que el señor Reymond no se encargará del caso? Esta hasta el tope de trabajo.
-Oh, pobre Brian. Me imaginaba qué alguien con tan alto rango en la firma pudiera dedicarle tiempo a tu caso. Entonces a quién te asignaron? Es una abogado novato? Porque si es así tu padre y yo ya lo llamaremos para solucionarlo!-amenazó tras la línea.
-No te preocupes. Yo puedo manejar esto-y dudando de contestarle con la verdad finalmente le dije- En realidad es su socio.
-QUE?!?
Fue tal el grito en mi tímpano que solté el teléfono de mi mano y dejé el pelapapas en la encimara de la cocina. Cuando recogí el teléfono del suelo la escuche parlotear:
-...increíble,Leah, increíble. Es el mejor abogado de la ciudad. Enfrentó a los abogados más famosos del país y tiene una reputación de nunca perder una gran caso. Thomas Eastwood es un pez gordo querida, muy gordo.
-No sabía que fuera tan conocido-murmuré con el entrecejo fruncido.
-Oh sí. Ganó juicios contra el gobierno, y el mes pasado una multinacional petrolera perdió miles de millones en manos de él. Ya se conocieron? Te dió su número?
Ya viendo por donde venía la mano le conteste-No madre, mañana nos reuniremos. Y ni se te ocurra sugerir que lo seduzca. Esto es pura y exclusivamente profesional-bueno al menos quería que lo fuera luego de la noche pasada.
-Ponte algo bonito. Solo para dar una buena impresión- aclaró cuando ya me encontraba a punto de protestar. -Es algo mayor para ti, tal vez unos siete u ocho años. Pero la edad es solo un número. Ya viste el dineral que gana. Forbes dice que es el cuarto abogado mas rico del país. Posee todo tipo de propiedades.
-Como sea, mi cena está lista. Te llamo la próxima semana.-Y sin esperar más, corté.
Luego de cenar, abrí mi Mac y me puso a googlear información relevante. Tan relevante que no podía quitarla de mi maldita cabeza. La búsqueda lanzó miles de resultados. Increíble. Realmente era un pez gordo. Era el abogado de celebridades como Michael Jordan, Britney Spears, Kevin Hart, Annie Lennox y muchos más.
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Legalmente apasionados
ChickLitCuando Leah Russo se ve obligada a recurrir a una firma de abogados nunca pensó que la acción misma sería el drama de su vida. Tras una dura denuncia a su laboratorio, ella se ve a punto de perderlo todo. Sin embargo no solo encuentra respaldo lega...