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El examen de literatura había finalizado, lo cual significaba que el día también, sonreí levemente al ver como Sehun y Suho chocaban puños con una enorme sonrisa en sus rostros, eso pasaba cuando hacían las paces.

Tomé mis cosas dispuesta a levantarme de mi asiento, Sehun y Suho ya se habían ido. Salí del aula rápidamente, sin embargo, detuve mi paso al notar que Taeyong se encontraba a un costado de la puerta.

Miré con el ceño ligeramente fruncido, era la única que quedaba en el aula, a lo mejor estaba buscando a un profesor.

- Hey, ¿Qué haces aquí? – pregunté acercándome lentamente hacia él.

- Te estaba esperando. – sonrió.

Abrí los ojos como platos, era la primera vez que un chico que no fuera Suho o Sehun hacía eso por mí. Sonreí mirando el piso mientras sentía como mi cara tomaba color.

Definitivamente me veía y sentía ridícula.

- ¿Por qué?

- ¿Acaso esta mal que quiera acompañarte a casa? – preguntó claramente confundido por mi pregunta.

- No es eso, solo que no es usual que alguien me quiera acompañar a mi casa. – respondí algo avergonzada.

- Entonces, deberás acostumbrarte. – sonrió empezando a caminar a la salida de la escuela. - ¿Vamos?

Asentí torpemente con las mejillas aun ruborizadas, Taeyong lucía como el chico ideal de un drama, sacudí levemente mi cabeza ante esas ideas, muy rara vez sucedía esto.

- Lamento lo que te hicieron Sehun y Suho. – hablé finalmente.

- No te preocupes, sé que solo querían protegerte. – respondió observando al frente.

- Pero ni siquiera fuiste tú el que provocó mi caída, ni siquiera me dieron tiempo de explicarles lo sucedido. – insistí frunciendo el ceño.

- ¿Tú amas a alguien? – volteó a verme.

Frené en seco al escuchar la pregunta, nunca había pensado en ello. Ni siquiera hablaba de esos temas con mi madre, siempre fui reservada con mis sentimientos.

- ¿A que viene esa pregunta?

- Solo responde. – habló firmemente.

- Sí. – respondí derrotada.

- ¿Acaso no darías lo que fuera por esa persona? – preguntó y yo asentí. – Si algo le pasase, ¿no querrías matar a la persona que le hizo daño?

- No entiendo tu punto. – hablé ya fastidiada con el tema.

- Ellos te aman, quizá no como pareja, pero te aman lo suficiente como para golpear al hijo del director sin importar las consecuencias.

- Espera, ¿el director es tu padre? – pregunté sumamente sorprendida.

Asintió mirando al piso, coloqué mi mano en su hombro llamando su atención. Sonreí amablemente, sin embargo, mi mano fue apartada bruscamente por la mano de Sehun.

Volteé asustada, Suho también estaba ahí.

Ahora estaba en serios problemas.   

╏DON'T COPY!╏ SURENE AND HUNRENEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora