|| SISTEMA: ERROR || (Connor x tú)

>Capítulo 6: Nueva jugadora<

Hola bienvenidas a la experiencia Sistema: Love.

Cuanto tiempo no es así ¿lectora?
En lo que estabas pasando el tiempo han pasado muchas cosas.

Mejor empezar ¿no?

SISTEMA LOVE: CARGANDO...

(_____)

Los edificios pasaban con gran velocidad mientras que yo solo podía verlos con nerviosismo por el otro lado de la ventana del carro. Tenía el celular en la mano no dejando de mover mi pierna por el estrés que esto me generaba.

— ¿Ahora si me dirás que está pasando? — menciona Connor sin quitarle la vista a la carretera.

No respondí y seguí mirando por la ventana mordiendo mi labio para no llorar en ese momento.

— ¿Somos un equipo no? — lo miro sin mover la cabeza —. Eso dijiste tú en todas las misiones... yo te he contado lo qué pasa pero tú no me has dicho nada ¿como quieres que esto funcione si tampoco tú pones de tu parte?

— La persona que llamó — hable sin más causando que Connor guardara silencio mientras conducía —. Llamó entre llanto y desespero... reconocí su voz de inmediato.

— ¿Quien era?

— Era Ana la enferma de nuestra calle... nuestra vecina de al lado diciéndome "¡Se escucharon disparos en tu casa!" — mencioné quitando la vista de la ventana.

— ¿Te ha vuelto a marcar? — añade deteniéndose en un semáforo mientras negaba con la cabeza.

— No me ha marcado pero siempre recuerdo sus palabras "¡Se escuchan gritos de tu padre!" — mi voz se comenzaba a quebrar —. No sabía que hacer solo reaccioné así.

— No te preocupes nos espera un viaje largo así que intenta llamar para saber qué pasa.

Dure varios minutos tratando de comunicarme con Ana o algún vecino de nuestra cuadra pero simplemente no respondían.

Los ruidos de mis uñas golpeando la parte baja de la ventana se escuchaban con desespero causándome una sensación de inconformidad.

— Hemos llegado comenzaré a trazar la ruta hacia su casa señorita Manfred — asentí sin ponerle mucha atención.

Justo en ese momento el sonido característico de llamada sonó desde mi celular sacándolo de inmediato poniéndolo en mi odio.

— ¿Hola? — conteste rápido —. Tranquilícese y dígame que está pasando... ¿Qué mi padre que?

— Señorita la cuadra está cerrada — fije mi vista en la calle —. El carro no podrá pasar desde aquí la zona está restringida.

— Iré enseguida — colgué saliendo del carro.

— ¿A donde va señorita Manfred? — acelere el paso evadiendo los cordones amarillos.

A mi alrededor pasaba gente por montones, periodistas con cámaras tratando de captarlo todo, personas que pasaban por curiosidad y policías tratando de quitar a la gente de la cuadra.

Lo único que podía pensar era únicamente en el bienestar de mi familia casi empujando a la gente que se ponía en mi camino viendo como poco a poco las luces de los carros de policías aumentaban. Hasta que unos brazos me detienen.

— No puede pasar señorita es zona prohibida — negaba sin despegarle la vista a mi casa.

— N-No lo entiende oficial déjeme pasar... — mire sobre su hombro viendo como aproximadamente unos 10 carros de policías estaban enfrente de mi casa.