Capítulo 12

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El día había transcurrido de manera extraña, es decir, cada una sentía impulsos de agarrar el teléfono y llamarse, a pesar de saber que se verían al día siguiente en la cena de Navidad. Parando a pensar detenidamente, hacía años que Lexa no tenía una cena "familiar" sí que había coincidido algún año con Octavia y Lincoln, pero no era lo mismo. Lexa ya conocía a Abby y de alguna forma sabía que la recordaría mucho a su madre, sobre todo en su época más gris.

Agarraba el celular, lo dejaba sobre la mesa, lo miraba ansiosa y le aterraba hacer algún movimiento que espantara a Clarke o viceversa, Clarke sentía esa misma ansiedad, su miedo era hacer algún movimiento que atrajera más a Lexa y tener miedo a salir corriendo.

Salió de su agencia, su negocio, aquello que aún no conocía Lexa, tampoco es que se diferenciara mucho de lo que le ha dicho a la ojiverde, ella ayuda a las personas a encontrar pareja, solo sin implicarse tanto emocionalmente ni mucho menos a cambiarlas físicamente ¿a quién quería engañar? No era lo mismo.

Caminó calle abajo, abrigándose hasta el cuello, había dejado de nevar, dejando una imagen blanquecina. A lo lejos vio a un hombre vestido de Santa, últimamente se estaba obsesionado con los santas, quizás porque es el primer año que se ha topado con más o mejor dicho, con el mismo en distintos días, zonas y horas. Torció el gesto y como si fuera una acosadora lo siguió hasta un local, éste paró en la puerta y miró dirección hasta donde estaba Clarke, como si se lo intuyese o al menos incrementó la paranoia de la rubia y tal como pasó en el centro comercial, éste sonrió y le guiñó un ojo antes de entrar. Segura de que ese hombre posiblemente fuese el que la estuviera siguiendo, caminó hasta ese local con toda su seguridad, paró en la puerta y miró hacia el letrero, puso un mohín, era un restaurante de comida Japonesa, bufó y entró para buscar a ese hombre y pedir explicaciones o quizás ya estaba dejándose llevar por su paranoia, no había caminado más allá de medio metro, cuando topó con una camarera:

— Lo siento

La chica era menudita, un poco más baja que Clarke, pelo largo y liso, llevaba puesto el uniforme, muy básico, pantalones negros, camisa blanca y un mandil con el logo del restaurante, aunque quería aparentar asiática sus rasgos y acento la delataban:

— Puede esperar junto a la barra, un compañero o compañera la atenderá.

Dijo un poco apurada antes de retomar sus quehaceres de mesera. Clarke arrugó la frente y se sintió un poco estúpida por haber entrado a ese lugar, no iba a pedir nada.

Oh, oh el muérdago
Colgado donde se pueda ver
Alguien te está esperando
Bésala de una vez...

A eso lo llamaría otro despropósito del destino, pues ese dichoso villancico Holly jolly christmas la recordó a Lexa:

— ¿Mesa para una?

Un chico alto, rubio de ojos castaños, mucho más alto y delgaducho, uniformados de la misma manera que la mesera anterior sacó de sus pensamientos a Clarke:

— ¿Qué?

Preguntó distraída. El chico sonriente siguió con el repertorio que posiblemente repita constantemente a lo largo del día:

— hoy tenemos oferta, Menú para dos 19,99 sé puede tomar aquí o para llevar— la entregó una carta dónde venían diferentes ofertas y combinaciones de Menús para uno, dos, tres y hasta cuatro personas— ¿Mesa para uno?

— No— dijo antes de desviar la mirada a la carta, era la típica carta plastificada plegable, con algunas fotos engañosas en las que muestran un producto más grande y exagerado de lo que suele ser— me llevaré el Menú— tampoco es que leyera mucho, solo alcanzó a leer bandeja de 12 piezas, ensalada de algo y dos rollitos— el Menú dos.

Agencia de Citas (CLEXA AU)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora