Capítulo 4: Asfixia

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No sabemos cómo pero Axel se dio cuenta de que habíamos estado tomando alcohol, así que nos chantajeó: no le contará a tía Coco si con Lina lavamos su auto. Y aquí estamos ahora, debajo del vehemente sol lavando el viejo Renault 11 del apestoso de Axel.

-¡Más rápido esclavas! Que esta noche tengo una cita y mi bebé tiene que estar reluciente.-Exclama Axel sentado en una reposera. Tiene puesto tan sólo unos pantalones cortos y unos lentes de sol. Toma un trago de su licuado de banana y me guiña un ojo.

-Imbécil.-Murmuro para mis adentros.

-No te preocupes, todo vuelve.-Me dice Lina mientras limpia el parabrisas. No entiendo cómo soporta tener un hermano así. Será porque en mi caso sólo somos mamá, yo y mis dos hermanas, y no sé lo que es tener un chico en casa.

El sonido de un portazo y unos gritos me hacen voltear la cabeza. Vienen de la casa de Edric. Una mujer de unos 40 años camina decidida por la acera de la casa y la puerta se vuelve a abrir. Sale ahora un hombre de la misma edad, apresurándose para alcanzar a la mujer.

-¡Eres increíble, Edward! ¡20 años de casados y nunca cambiarás!-Grita la mujer caminando más rápido.

-¡Pero Angela! Te juro que esta vez estás malinterpretando todo. ¡Por favor, escúchame!-Le pide el hombre y la toma del brazo.

-¡No me toques!-Farfulla la mujer y se suelta de su agarre. Se acomoda la falda y se aleja más, dejando al hombre parado en el lugar.

Miro a Lina, que también ha dejado de limpiar y está tan atenta como yo a la situación.

-¿Son los padres de Edric?-Le susurro. Ella asiente. Vuelvo a mirar y de pronto sale Edric, descalzo y con el pelo revuelto, pero tan lindo como siempre.

-¡Papá!-Lo llama. Mira hacia la izquierda y nos ve a nosotras, que de inmediato hacemos de cuenta que no hemos visto ni escuchado nada y fingimos limpiar el auto otra vez. –Papá.-Dice ahora en voz más baja. Sé que le dice algo más pero no logro escuchar qué. Finalmente se escucha la puerta cerrarse. Me doy la vuelta y ya no están allí.

-Es la primera vez que los escucho discutir.-Me informa Lina con la vista fija en la casa de Edric. –Edric se veía muy apesadumbrado. Hay que hacer algo.

Levanto una ceja. -¿Qué pretendes hacer?

-No sé, algo para distraerlo. El día está perfecto para nadar, podemos invitarlo a la piscina de Eleanor.-Propone. Suelto una risa.

-Primero debes preguntarle a Eleanor ¿no te parece?

-No tendrá problema.-Responde.

-Como digas...-Digo cuando termino de fregar el capó del auto.

~

Luego de buscar a Edric, llegamos a la casa de Eleanor, que es casi tan bella como la de mi tía Coco. Eli nos saluda y nos hace pasar al patio trasero, donde la piscina se ve como un oasis en medio del desierto. Hace muchísimo calor.

Lina no espera más y comienza a sacarse la ropa, quedándose con su bikini color turquesa. No puedo evitar notar que no sólo está más alta que yo, sino que también más desarrollada. ¡Y yo soy un año más grande! Querida pubertad, ¿cuándo piensas llegar a mí?

Veo a Edric que ahora está sacándose la remera y tengo que hacer un esfuerzo para no pensar en cosas sucias. Pero es que ¿cómo se puede estar tan bueno? El zambullido de Lina en la piscina me salpica y me hace volver a la realidad.

-¡Métanse! ¿Qué están esperando?-Exclama una vez que sale a la superficie. Edric toma impulso, corre y salta agarrando sus piernas en el aire hasta que cae en el agua.

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⏰ Última actualización: Dec 19, 2018 ⏰

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