El Catalizador

46 2 5
                                    

(Micro)

En medio de tanta histeria y confusión, y acercándonos al final de nuestros días, la depresión y el miedo se han vuelto parte de la vida de millones.

A fines del año 2020, un virus mortal conocido como "Quimera" amedrenta la población mundial afectando de forma fatal al %70 del total de todos los seres vivos a lo largo y ancho del globo.

En Argentina, un ingeniero químico, trabaja en una formula capaz de contrarrestar los síntomas del virus. Su asistente, un joven brillante, se acerca a él con urgencia.

-¡Doctor!-Exclama desesperado.- ¡Tenemos que irnos! ¡Ahora!

-¿Que pasa Máximo?- Pregunta el doctor confundido.

-Hay una horda enfurecida acercándose al laboratorio. Piensan que ya desarrollamos la cura contra Quimera y que no queremos compartirla.

-¡Eso es absurdo! ¡Valla afuera y desmiéntalo!

-No entiende doctor, vienen armados y listos para una confrontación. El ejército está ahí afuera esperando para escoltarnos a un lugar seguro.

El doctor se siente confundido pero sabe que debe actuar cómo un profesional y salir de ahí cuanto antes.

-Ok. Voy a buscar a mi hijo y nos vamos.-De pronto, un sonido molesto y repetitivo alarma los sentidos del doctor.- No puede ser.- Dice el doctor impresionado.-Ya tenemos la cura... la cura para el virus.- Dice acercándose a un dispositivo de prueba donde se realizan los procesos de testeos de las formulas en las probetas.- No lo puedo creer...- Repite y afuera se escucha como comienza el combate.

Se escuchan sonidos de explosiones y balaceras.

-Doctor ¡Esas son excelentes noticias!- Dice el asistente alegre pero nota que la alegría no es parte de la expresión del doctor.- ¿Que sucede doctor Lopez?

-Esta prueba acaba de dar positivo. Es un examen que le tome a la sangre de mi hijo.- Dice entristecido.-Ahora vas a tener que llevarlo al laboratorio central donde toda su sangre va a ser necesitada.

Máximo entendió en ese momento la tristeza del doctor. Su niño no sobreviviría al proceso.

-¡Hijo!- Grita el doctor y un tierno niño de no más de ocho años sale de una puerta trasera y se acerca al doctor.-Hijo, vas a ir con mi asistente, él te va a llevar a un lugar donde hay muchos amigos de papá y así vas a poder ayudar a muchas personas ¿Querés?- pregunta y el niño asiente con su rostro mientras las lágrimas caen a mares de los ojos del doctor.

-¿Usted no viene?- Pregunta el asistente.

-No... no voy a soportarlo. Tienen que irse...

La depresión se siente en lo quebrado de su voz.

-Pero doctor...

-¡Ahora!- grita enfurecido y el asistente comprende que debe irse si quiere salvar a la humanidad.

-Fue un honor trabajar a su lado.

Minutos después de una desgarradora despedida, el asistente y el hijo del doctor suben cubriéndose al convoy del ejército quien logra repeler a último momento las fuerzas atacantes.

El asistente le dice al conductor a donde ir y luego se acerca al pequeño niño. Cuando lo ve se da cuenta de la horrorosa situación. El doctor debe estar inundando su casa en llanto en este momento a menos que las fuerzas atacantes ya hayan ingresado dandole una muerte segura.

En todo caso, sería lo mejor. Porque vivir con un tormento así no es vida sino muerte en vida.

-¿Estás bien niño?

-Si.- Responde con una aguda y tierna voz.- ¿Va a ser un viaje largo?

-Sí, pero va a ser también el más importante de la humanidad. Vas a ayudar a muchas personas ¿Sabías?

-Lo sé.- dice el pequeño con una seguridad digna de admirar.- Yo vine al mundo por esa razón...

No Tengo MiedoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora