El sol comenzaba a ocultarse en señal de que la noche se acercaba, una mujer veía todo desde la ventana de la cocina mientras que su hijo mayor llamado Víctor, le ayudaba.
El niño de vez en cuando veía con odio a la barriga de su madre, ese lugar dónde se encontraba su hermanita menor o como su padre había dicho “Su princesa” cosa que le molestaba demasiado, el pequeño no quería a su hermana sabía que le robaria el amor de sus padres.
Cuando terminaron de lavar los platos la mujer se seco sus manos, revolviendo con cariño el cabello negro de su hijo
– Te quiero mucho, ¿Lo sabías, pequeño? – él niño asintió no muy convencido mientras le sonreía a su madre.
El infante siempre terminaría creyendo lo que sus padres dicen. Un hombre de cabello negro con una postura amenazante los veía desde la puerta, en sus ojos azules mostraba cariño y amor al ver a su esposa e hijo, él hombre los amaba a ambos pero gran parte del tiempo le costaba decirlo y mostrarlo ya que desde niño le mostraron a ser una persona fría que primero estaba su orgullo antes que sus sentimientos. La mujer volteo, sonriendo al instante al ver a su esposo en la puerta.
– ¿Cuánto llevas en la puerta, Robert? – Preguntó la mujer con una voz muy amable, llena de cariño, amor y afecto.
Robert sólo negó en señal de que no respondería y cargo a su hijo cuándo este corrió hasta él y salto para ser cargado. El niño dijo algo como “¿Me llevan a mi habitación?” a lo que sus padres asintieron, la mujer estaba acostumbrada a que su esposo fuera alguien frío y callado, era algo completamente normal pero al menos ella podía ver el afecto en sus ojos. Robert llevó a su hijo a la habitación, donde lo arropo y se sentó esperando a que durmiera, podía ser un hombre cruel a la hora de cazar pero era su hijo, su primogénito así que siempre le daban lo que él deseaba.
No estuvieron mucho tiempo así cuando se escucho un pequeño grito de la cocina junto a varios platos rotos, Robert pensó que alguien entró a su casa así que bajo con lentitud y sigilo las escaleras mientras pensaba en un plan de como sacar a su esposa embarazada y su hijo. Al llegar a la cocina tuvo la imagen de su esposa en labor de parto, arrodillada mientras evitaba quejarse de dolor, la mujer sabía de dolor pero, para ella, el dolor de un parto era mucho más doloroso que una paliza de parte de hombres lobo. Robert cargo con cuidado a su esposa mientras la llevaba a la habitación que compartían, abriendo con un poco de dificultad la puerta dejando la sobre la cama, el que diera a luz sería difícil pero no imposible.
[...]Varias horas después.
Robert había llamado a su suegra y ahora se encontraba en la sala con la mandíbula tensa esperando noticias de su esposa e hija, se sentía más cómodo al tener a su esposa aquí en casa que en un hospital donde la podría atender un, según lo que creía él, repugnante ser sobrenatural. La suegra de Robert bajo las escaleras con una sonrisa, mirando a su yerno con una ceja alzada.
– Ya nació, Robert. Debéis tú y mi hija elegir el nombre – Comentó su suegra mientras subía las escaleras.
Robert seguía de cerca los pasos con seriedad pero en el fondo quería sonreír y reír mientras llenaba a su esposa de besos, le acaba de dar una bella niña y anteriormente le dio un bello niño, no podía pedir más.
Ambos entraron, viendo a una mujer agotada pero sonriendo al tener a su hija en brazos, la luz de la Luna llena le daba directo a la carita de la niña la cual no tardó en abrir sus ojos los cuáles cambiaron a plateado pero fue tan rápido que nadie lo noto, Robert se acercó a su esposa mirando su pequeña hija que era tan parecida a su Clarissa, su esposa la cual miraba a su madre dando a entender que les diera un poco de privacidad.
– Oh, ya entendí. Disculpen, con su permiso.
Fue lo único que dijo mientras salía y debaja a la pareja juntos, quienes veían con cariño a su hija. Clarissa alzó la mirada a su esposa, topandose con esos azules ojos que eran para ella hermosos.
– Me gustaría ponerle Claudia... ¿Te gusta? – Pregunto la mujer dudosa, mordiendose el labio con fuerza ante la penetrante mirada de su esposo el cuál sonriendo fugazmente, asintió.
– Me encanta, Clarissa. Deberíamos decirle a Víctor que su hermanita ya nació.
Los meses pasaron y para ambos padres eran maravillosos y caóticos, la pequeña Claudia tenía más energía de noche y miraba siempre hacia fuera cosa que para ambos padres era normal, Víctor se había echo travieso y malcriado, cosa que estaba relacionada con el nacimiento de su hermana.
Todo era un caos pero tranquilo hasta cierto punto, una noche la pequeña Claudia comenzó a tener fiebre muy alta para una bebé de 8 meses, Clarissa se encontraba nerviosa por que era de noche y la niña había dormido todo el día, Robert se reusaba a llevarla al hospital así que no le quedaba de otra que buscar maneras de bajar su temperatura.
Trajeron a la madre de Clarissa la cual no tenía explicación para eso así que solo les dijo que sugieran intentando bajar la temperatura y ya verían mañana como se encontraba.
Clarissa se encontraba tensa y desesperada mientras estaba junto a la cuna de su hija, rezando a algún Dios que le ayudará con su pequeña, llevó su mirada al cielo mirando la Luna.
– Diosa Luna... Se que no soy digna de pedirte esto y mucho menos por ser una responsable de que varios de tus hijos estén muertos, pero te pido que tengas piedad por mi hija, es sólo un bebé inocente. Lo que quieras lo tendrás a cambio pero salvala. – Suplico Clarissa con tristeza, dejando que varias lágrimas cayeran por sus mejillas.
La luz de la Luna llena entró por la ventana, cayendo directo a la cara de la pequeña haciendo que de apoco bajará la temperatura. Cerca del oído de Clarissa se escucho un susurró muy bajo pero que al menos se entendía a la perfección.
«Ella será la diosa Luna»
¡Hola! Otra historia que hago 😂 no estará centrada al 100% al Sterek pero si lo tendrá, así que espero que les guste a todos 😂😌. Tuve esta idea mientras estaba en mis días de depresión 😞😅💔 creo que todo fluye mejor en mi mente estando sad y con ganas de matarme(?
La estoy modificando, lo siento si llegan notificaciones.
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El secreto de los Stilinski.
Fanfiction¿Jamás se han preguntado quien es la familia de Claudia Stilinski? ¿El por que no se sabe nada de ella? Tal ves será por que su familia no era tan diferente a Kate y Gerard. Stiles sólo sabía que Claudia no se llevaba bien con su familia pero nunca...