El secreto de los Stilinski.

Capítulo 1

Esa mañana parecía completamente normal, los pajaritos cantaban y volaban de un lado a otro, algunos perros salían de las casas por la puerta para perros, queriendo aprovechar el calor que emanaba el sol pero entre todos había una persona que no deseaba salir de la cama.

– Stiles, despierta ya. Debes ir de visita con los abuelos. – Grito el Sheriff con el ceño fruncido, golpeando varias veces la puerta con los nudillos ignorando los gruñidos que recibía por parte del menor.

Se alejó murmurando algo parecido a “Derek te esta pegando sus gruñidos”. El menor se levantó con dificultad, el sólo deseaba su cama ¿Acaso eso era mucho pedir? Al parecer si, no le quedó de otra que entrar a la ducha pero en el camino se desnudo dejando la ropa por cualquier parte, ya después la pondría en el canasto de la ropa sucia.

Al salir de bañar se vistió rápido y bajo de dos en dos los escalones, ignorando los regaños de su padre. Stiles sonrió y camino hasta su padre, quitándole la dona que estaba a punto de comer.

– No debes comer eso, papá. – Le recordó Stiles, dejando la dona en su lugar sin prestar mucha atención a la mirada llena de ofensa del Sheriff, el cual pensaba en como decirle a Stiles que debía visitar a su familia materna.

Stiles notaba extraño a su padre pero no sabía el por que, así que no le quedó más que ver con el ceño ligeramente fruncido a su padre.

– ¿Por qué dijiste “abuelos” si sólo queda mi abuelo? – Pregunto el castaño agarrando la taza de café que su padre le había puesto en la mesa.

El Sheriff trago grueso, sonriendole de lado aunque era más una mueca que nada. Ambos se quedaron en silencio, uno esperando una respuesta mientras el otro pensaba en como decirlo, tal vez Stiles estaría molesto, le había ocultado algo importante.

– Stiles... Debes ir con tus abuelos, los padres de tu madre. Pero debo decirte que tanto yo como tu madre no teníamos buena relación con mi suegro.

El castaño se había quedado con la taza a medio camino, mirando a su padre como si estuviera loco pero no, el sheriff lo decía en serio. Stiles negó mientras dejaba la taza en la mesa cruzando sus brazos a la altura de su pecho y su expresión era sería.

– ¿Por qué no me habías dicho antes? ¿Por que ocultarlo?. – Stiles se encontraba molesto, asombrado, feliz y decepcionado.

¿Por que no le dijeron antes? ¿Tan mal se llevaba sus padres con sus abuelos? El sheriff podía jurar que escuchaba el cerebro de su hijo funcionar mientras estaba callado, él le había querido contar desde antes pero Claudia se negó alegando que sólo se le diría cuándo fuera mayor.

Pero en la mente de Claudia pensaba que sería el día en que Stiles supiera del mundo sobrenatural, lamentablemente su labor la había obligado a irse antes.

– Tu madre dijo que te lo diría cuando fueras mayor, pero eso jamás pudo decírtelo ella. – Eso último lo dijo en voz baja el sheriff.

Tragando grueso mientras intentaba alejar esos recuerdos de Claudia en sus últimos momentos. El castaño no dijo nada, sólo miro en silencio a su padre mientras pensaba en ir o no, ¿Cómo estar enojado cuándo su padre sólo hizo lo pedido por su madre? Le era imposible enojarse así que sólo suspiro, sonriendo a su padre para que este último se calmara, cosa que logró. Decidieron desayunar en silencio, el sheriff hablo sólo una ves y fue para saber si Stiles se había despedido de la manada, cosa que hizo pero aún así agradeció que su padre preguntará.