El secreto de los Stilinski.

Capítulo 5.

La tensión iba en aumento, Andrew no podía confiar en ellos, esa era la primera regla de un Collin <<Nunca confíes en tu presa>> y, irónicamente, quienes estaban frente a él eran sus presas. Respiro profundo y bufo, alzando una ceja.

- Repetiré esto una vez más, sino contestan les disparare a ambos, sencillo, ¿No? Así que vuelvo a preguntar, ¿De dónde los conoce Stiles?

La voz del chico era calmada como quien pregunta el clima pero había una nota en su voz de molestia. El de rasgos latinos y el de cabello azabache parecían dudar, se miraron un segundo pero, cuando el primero habría la boca para hablar, una voz femenina lo interrumpió.

- Andrew, no estoy para que amenaces a la gente, en este momento nuestro primo es prioridad. - Miro con frialdad a los presentes, haciendo que su hermano retuviera una risa, la conocía, estaba a nada de ponerse a lanzar cosas por la frustración pero se estaba controlando. Ella se acercó hasta quedar frente a ellos y se puso de cuclillas, movió un polvo del suelo y se enderezó. - ¡Muevanse! Al menos que quieran que me arrepienta y dejé que mi hermano los llene de aconito. - Soltó la joven mientras caminaban en dirección a la casa.

Durante el camino nadie hablo, Andrew miro su hogar durante un segundo, era grande, por la costumbre de tener más de un hijo, se veía antigua y al mismo tiempo moderna ya que cada generación de familia le ponía su "toque personal" paga hacerse notar entre tantas generaciones. Llegaron a la parte trasera, ya sin el pánico, o al menos no tan notorio, podía prestarle mayor atención. Tenía, lo que parecía, una escalera de madera que tenía enredada plantas de decoración, los cuales su hermana y él usaban siempre.

- ¡Perfecto! Subirá primero Andrea, después el latino y el cara de estreñido, al final yo, debo mantenerlos vigilados y alguien guiando.

Pareció que a los hombres lobo no les agrado la idea pero, el cazador sabía, debían aceptar la orden ya que no estaban en su territorio.
Subieron bajo quejas de Andrea como <<Estúpido primo curioso>> y <<El abuelo nos matará si se da cuenta>> y demás cosas que el jóven cazador no escucho. La chica logro entrar primero a la habitación, avanzó hacia su primo y suspiró, revisando la herida. Los demás la siguieron.

- Stiles...

Susurró el azabache, solo en ese momento presto atención al lobo, tenía ojos verde jade, una expresión sería pero al mismo tiempo preocupado, y un tanto musculoso, demasiado para gusto del chico, el latino era distinto.

<<Parece idiota>> Pensó el jóven Collin.

Bufo, se alejó y arrastró a su hermana hasta la puerta.

- No pueden quedarse mucho, sácale la información de que tipo de sangre es Stiles, yo me encargaré de traer la sangre de nuestro suministro. No los descuides. - Solo obtuvo un asentimiento de cabeza mientras él se alejaba, salió de la habitación y avanzó por el pasillo lo más silencioso que podía.

Ignoro fotos y pinturas de generaciones pasadas, camino hasta llegar al sótano, hizo una mueca, detestaba ese sitio desde que era un niño, le causaba terror de cierta manera. Respiro profundamente, negó y avanzó nuevamente, agradeciendo que su familia estuviera dormida.

Mientras el rubio bajaba las escaleras recibió el mensaje de su hermana dónde tenía el tipo de sangre de su primo, suspiró más tranquilo y termino llegando al sótano, había armas en la pared, desde la parte más baja hasta la parte más alta, frascos con sustancias que él, por experiencia propia, prefería mantenerlas alejadas. Abrió el refrigerador, el cual salía luz azul y estaba llena de bolsas de sangre, ordenadas en cada tipo de sangre existente, mientras veía cual era la de su primo.