La noche había caído demasiado pronto, la brisa soplaba por el campo y el cielo estaba sin nubes, pero esa tranquilidad la quitaba por el ruido de los hombres que perseguían a una mujer que entraba en las profundidades del bosque. Las antorchas penetraban la oscuridad, y ella había podido llegar a su casa donde se encontraba otra mujer con dos niñas.
— ¿Tienes listo lo que te pedí? — pregunto la mujer, la joven asintió y se acercó a la mesa tomando dos tazas pequeñas con un liquido morado en su interior, la mujer tomo las tazas y se acercó a sus dos hijas y las tomo de las manos — tomen este remedio… así no correrán el peligro — pidió a sus dos hijas, las niñas obedecieron y tomaron el liquido haciendo que las dos cayeran en un sueño, la madre se levanto y las coloco en la cama y volteo para la mujer — cuida de ella y enséñales lo que te enseñe a ti — dijo con dulzura, la joven con lágrima en los ojos asintió.
— ¿A dónde iras? — preguntó la joven, la mujer voltea y la ve triste, ella tenia el cabello amarillo como el sol y los ojos azules como el mar, miró a la joven y echó un suspiro — debo entregarme… ellas no pueden correr peligro, por eso dormí sus poderes, ellas son mi legado y debe de pasar de generación en generación mi línea no debe morir – respondió la mujer, se volteo hacia sus hijas y le dio un beso a cada una en la frente — benditas sean — y sin mirar atras salió por la puerta.
La lluvia golpeaba fuerte en las ventanas, la joven se levantó de su cama y estaba sudando, ya había tenido la misma pesadilla varias veces, caminó hasta la ventana, el clima había empeorado desde hace dos días y las lluvias seguían sin parar, se dirigió hasta el espejo del baño y se miró en el reflejo notando que se parecía a la mujer de su pesadilla; con la única diferencia era que su cabello rubio era aun mas largo, y sus ojos eran verdes, se echó un poco de agua en la cara y salió de su habitación. Miró la escalera que conducían hacia el ático, la luz estaba encendida su madre estaba en el haciendo quien sabe que, debido a que ninguno de sus hermanos ni ella podían entrar, bajó hacia el recibidor y entró a la cocina a tomar un poco de agua, para luego tomar un libro y sentarse a leer.
Un trueno se escucho por todo el pueblo de MysticDale, una joven corría ocultándose de algo; se paró tras de un árbol y se tomo el medallón que tenía en el cuello — ¡Ángel! Aparece — llamó la joven, un fuerte destello de luz apareció al frente de ella y un chico con un par de alas salió sorprendido por el llamado
— Melissa ¿Qué pasa? —Preguntó el joven, la chica agitada se arranca el medallón y se lo pone en sus manos.
— Vienen tras esto, debes de cuidarlo ya mi destino con él ha terminado saben quien lo tiene es tiempo de que otro lo cuide — Respondió preocupada, Ángel aguardó un rato la lluvia seguía cayendo el asintió pero la miró con determinación.
— Debo de guiarte a otra parte — dijo tomándola de la mano pero esta se soltó.
— no lo entiendes, a donde vaya me encontraran — dijo la chica viendo al joven, otro trueno se volvió a escuchar la lluvia empezaba a caer lentamente — debes de irte tu sabes que hacer que el medallón... que no caiga en malas manos, contiene uno de los secretos más importantes y si lo obtiene un hechicero de algún Aquelarre oscuro estamos perdidos... Llévalo a un clan cercano ahora vete — le ordenó al joven este asintió y con sus alas desprendió en vuelo desapareciendo con el mismo destello de luz, Melissa volteó justo cuando un hombre apareció de la nada al frente de ella tomándola por el cuello — ¿Dónde esta?— Preguntó con un tono malicioso.
ESTÁS LEYENDO
Lazos de Sangre
Bí ẩn / Giật gânEl pueblo de MysticDale era conocido por sus montañas y hermosos paisajes, sin embargo, para sus habitantes cosas paranormales ocurrieron en un tiempo. Los hermanos Broussard tenían una vida normal. Hasta que un acontecimiento ocurrió cambiándoles l...