Capítulo V

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El timbre de la hora del almuerzo había llegado, provocando felicidad en aquellos que anhelaban recuperar fuerzas con la comida o que simplemente se morían por degustar los platillos que la cafetería ofrecía para ellos.

Los pasillos hacia el comedor se encontraban repletos de estudiantes desesperados por comprar su almuerzo, aunque esto no representaba problema alguno para la rubia más codiciada de toda la Preparatoria U.A. ¿Por qué? La razón era simple, su destino no era la cafetería, sino el lugar en el que estuviera el profesor, y antiguo Símbolo de la Paz, All Might.

Hacía unos 15 minutos que el maestro Aizawa le había pedido de favor que entregara unos documentos al antes mencionado, y una vez llegado a un acuerdo en el que se le permitiría usar el gimnasio por dos horas, aceptó la osadía de buscar al profesor.

¿Por qué una osadía? All Might sobresalía de entre el personal de la U.A por el simple hecho de que era todo un reto encontrarlo, nunca estaba en un lugar fijo por al menos 10 minutos, a menos de que sea su hora de clases; se le podía ser visto con el director, en alguna agencia o bebiendo con el oficial Tsukauchi, prácticamente en cualquier lado. Aunque se rumorea que el único estudiante que puede encontrarlo en menos de 5 minutos es su compañero de clase, Izuku Midoriya, sin embargo se desconoce la causa de dicho logro...

La rubia caminaba a paso veloz por los pasillos y su cabello desordenado se ondeaba a la par del viento, así mismo su caminar dejaba a relucir su bien definido cuerpo que solo podría ser logrado con un riguroso entrenamiento, y qué hablar de su figura, tallada por los mismísimos dioses del Olimpo, ¡Un ángel en su máximo esplendor damas y caballeros! No por nada era considerada la chica más hermosa de todo U.A

No obstante hay que resaltar un pequeño detalle... su increíble ceño fruncido y aquella sonrisa sádica que da a entender que está dispuesta a matar al primer idiota que se cruce en su camino

—¡¿Dónde putas puede estar?!— Alzó la voz con furia

Estaba más que claro su molestia, en el instante en que Aizawa aceptó su trato de usar el gimnasio sabía que no iba a ser tarea fácil, esto porque nunca solía acceder de buena manera a sus artimañas, pero ni siquiera imaginó tal grado de dificultad. Había recorrido todos los salones de la Academia al igual que las salas de profesores y los pasillos de las instalaciones. ¿Dónde rayos podría meterse un hombre mayor a los 50 años? Solo le restaban los campos de entrenamiento y los dormitorios.

La rubia miró por la ventana su próximo destino, el gimnasio Gamma

—¿En serio voy a perderme el almuerzo por esto?— Dijo mientras retomaba su labor, cambiando su caminar a uno lleno de molestia, así mismo cuando parecía que su ceño no podía fruncirse mas, lo hizo —Esto no podría ser peor... primero el idiota de Kirishima se enfermó, luego no pude concentrarme en las malditas clases por estar pensando en la confesión del bastardo de Deku y ahora esto— Murmuró para sí misma.

Kasumi tenía razón, Kirisihima había enfermado por intentar salvar a un perrito que se ahogaba en un río, lo logró pero terminó pescando un resfriado. En cuanto a sus pensamientos acerca del peliverde que lo volvía loca en el sentido de últimamente querer explotarle la cara, eran demasiado inestables, estaba 100% segura que no quería nada romántico con él, para ella siempre fue un chico que la seguía a donde fuera sin importar el riesgo; aunque no era una buena impresión, a sus ojos era un masoquista.

"¡Pero aun así yo te amo!" Aquél recuerdo llegó a su mente, provocando que se detuviera en seco mientras bajaba su mirada.

Cuando escuchó por primera vez esas palabras no pudo evitar sentirse feliz, como si hubiera logrado algo, pero el problema era que ni siquiera ella sabía que logró; cada vez que lo pensaba detenidamente, más se confundía

First Love | Boku no hero AcademiaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora